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Columnista - 23 noviembre, 2017

Mendingando la atención de la salud

“No vamos a esperar otros dos años de mala atención como sucedió en el caso de Cafesalud. Estos colombianos no tienen por qué aguantar un día más en estas condiciones”. Esto lo dijo el Procurador General de la República, Fernando Carrillo Florez, hace más de dos meses, por las masivas quejas de los cinco millones […]

“No vamos a esperar otros dos años de mala atención como sucedió en el caso de Cafesalud. Estos colombianos no tienen por qué aguantar un día más en estas condiciones”. Esto lo dijo el Procurador General de la República, Fernando Carrillo Florez, hace más de dos meses, por las masivas quejas de los cinco millones de afiliados a la EPS Medimás, debido a la escasez de IPS en la red de atención, la carencia de medicamentos no solo de los formulados cotidianamente por los médicos especialistas, sino de aquellos que controlan las enfermedades crónicas como el cáncer y otras morbilidades también letales.

Esta es una situación angustiante vivida por millones de personas en nuestro país, teniendo en cuenta el pésimo desempeño de otras EPS y el sufrimiento, tanto de los pacientes como de sus familiares, especialmente las madres y padres con pequeños hijos enfermos que corren el riesgo de fallecer por inasistencia médica o la no aplicación oportuna de algunos de los medicamentos prescritos por los galenos.

El entonces Superintendente de Salud, Norman Julio Muñoz, ignora la advertencia del Procurador General de la Nación. Argumentando que la intervención de Medimás no es necesaria porque el gobierno está implementando las medidas para garantizar la prestación de los servicios de salud de manera eficiente y eficaz. Ante el llamado urgente del Procurador, el Superintendente declaró que se están fortaleciendo los mecanismos de vigilancia y control, para mejorar la atención al usuario y proteger los recursos para la salud, con lo cual se está cumpliendo la solicitud de la Procuraduría.

Lo declarado por Norman Julio Muñoz, se viene escuchando desde la ponencia de la nefasta Ley 100 de 1993, defendida por Álvaro Uribe Vélez, hoy expresidente y senador del país. Sin embargo, la realidad es que la gente común y corriente de Colombia sigue mendigando la atención de la salud, a pesar de que la salud es un derecho fundamental reconfirmado con la Ley estatutaria 1751 de 2015.

Afortunadamente, los usuarios pobres siguen contando con la interposición de tutela para lograr conseguir las atenciones de la salud pero, en muchos casos, cuando las tutelas resultan favorables ya los enfermos se encuentran complicados y, desafortunadamente, poco o nada les sirven los tratamientos aplicados.

La indiferencia Gubernamental Colombiana

Hace más de una semana los indígenas arhuacos mantienen bloqueada la calle frente a la Casa Indígena. Prueba fehaciente de que a nuestros gobernantes les importa un bledo la incomodidad de sus gobernados. El presidente JM Santos el día siguiente de su posesión, acompañado de importantes subalternos y grandes personajes visitó a nabusimake, la capital de los arhuacos ubicada en la Sierra Nevada de Santa Marta, ahora se niega venir a Valledupar, para oír las justas peticiones de estos indígenas. Mientras tanto los vallenatos sufriendo por el bloqueo de tan transitada vía.

PD: Lamentable los fallecimientos del médico Hermes Pumarejo Hernández y del arquitecto Jaime Soto Guerra. El primero murió a los 91 años de muerte natural, de él quiero resaltar el legado que dejó como ginecobstetra, como esposo, como padre y como persona con valores y principios dignos de emular. El segundo murió prematuramente de manera violenta por manos criminales, deplorable la muerte de tan eminente arquitecto que tanto bien le hizo a Valledupar, especialmente en la construcción de viviendas para los diferentes estratos, que fueron fuentes de trabajos a miles de obreros.

Por José Romero Churio

Columnista
23 noviembre, 2017

Mendingando la atención de la salud

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

“No vamos a esperar otros dos años de mala atención como sucedió en el caso de Cafesalud. Estos colombianos no tienen por qué aguantar un día más en estas condiciones”. Esto lo dijo el Procurador General de la República, Fernando Carrillo Florez, hace más de dos meses, por las masivas quejas de los cinco millones […]


“No vamos a esperar otros dos años de mala atención como sucedió en el caso de Cafesalud. Estos colombianos no tienen por qué aguantar un día más en estas condiciones”. Esto lo dijo el Procurador General de la República, Fernando Carrillo Florez, hace más de dos meses, por las masivas quejas de los cinco millones de afiliados a la EPS Medimás, debido a la escasez de IPS en la red de atención, la carencia de medicamentos no solo de los formulados cotidianamente por los médicos especialistas, sino de aquellos que controlan las enfermedades crónicas como el cáncer y otras morbilidades también letales.

Esta es una situación angustiante vivida por millones de personas en nuestro país, teniendo en cuenta el pésimo desempeño de otras EPS y el sufrimiento, tanto de los pacientes como de sus familiares, especialmente las madres y padres con pequeños hijos enfermos que corren el riesgo de fallecer por inasistencia médica o la no aplicación oportuna de algunos de los medicamentos prescritos por los galenos.

El entonces Superintendente de Salud, Norman Julio Muñoz, ignora la advertencia del Procurador General de la Nación. Argumentando que la intervención de Medimás no es necesaria porque el gobierno está implementando las medidas para garantizar la prestación de los servicios de salud de manera eficiente y eficaz. Ante el llamado urgente del Procurador, el Superintendente declaró que se están fortaleciendo los mecanismos de vigilancia y control, para mejorar la atención al usuario y proteger los recursos para la salud, con lo cual se está cumpliendo la solicitud de la Procuraduría.

Lo declarado por Norman Julio Muñoz, se viene escuchando desde la ponencia de la nefasta Ley 100 de 1993, defendida por Álvaro Uribe Vélez, hoy expresidente y senador del país. Sin embargo, la realidad es que la gente común y corriente de Colombia sigue mendigando la atención de la salud, a pesar de que la salud es un derecho fundamental reconfirmado con la Ley estatutaria 1751 de 2015.

Afortunadamente, los usuarios pobres siguen contando con la interposición de tutela para lograr conseguir las atenciones de la salud pero, en muchos casos, cuando las tutelas resultan favorables ya los enfermos se encuentran complicados y, desafortunadamente, poco o nada les sirven los tratamientos aplicados.

La indiferencia Gubernamental Colombiana

Hace más de una semana los indígenas arhuacos mantienen bloqueada la calle frente a la Casa Indígena. Prueba fehaciente de que a nuestros gobernantes les importa un bledo la incomodidad de sus gobernados. El presidente JM Santos el día siguiente de su posesión, acompañado de importantes subalternos y grandes personajes visitó a nabusimake, la capital de los arhuacos ubicada en la Sierra Nevada de Santa Marta, ahora se niega venir a Valledupar, para oír las justas peticiones de estos indígenas. Mientras tanto los vallenatos sufriendo por el bloqueo de tan transitada vía.

PD: Lamentable los fallecimientos del médico Hermes Pumarejo Hernández y del arquitecto Jaime Soto Guerra. El primero murió a los 91 años de muerte natural, de él quiero resaltar el legado que dejó como ginecobstetra, como esposo, como padre y como persona con valores y principios dignos de emular. El segundo murió prematuramente de manera violenta por manos criminales, deplorable la muerte de tan eminente arquitecto que tanto bien le hizo a Valledupar, especialmente en la construcción de viviendas para los diferentes estratos, que fueron fuentes de trabajos a miles de obreros.

Por José Romero Churio