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Columnista - 22 enero, 2017

Make Cesar great again

Llegó la tan anunciada posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de América, para algunos este día es donde se parten los pistones del 2017, muere el protocolo y la democracia, así como se termina la prudencia. Más allá de todo lo que se diga y siendo un confeso anti Trump, hubo […]

Llegó la tan anunciada posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de América, para algunos este día es donde se parten los pistones del 2017, muere el protocolo y la democracia, así como se termina la prudencia. Más allá de todo lo que se diga y siendo un confeso anti Trump, hubo algo en su campaña que me quedó sonando y fue esa frase que aludió de hacer grande América otra vez (make America great again).

¿Por qué no retomar esta frase y aplicarla en el Cesar? (ojo solo la frase, no los postulados). Es necesaria una reacción ciudadana, sin bandera, tintes políticos y religioso, sin intereses económicos particulares que siente las bases para hacer grande al Cesar nuevamente (make Cesar great again).

Yo tengo la fortuna de recorrer el Departamento en el anonimato y desprovisto de intereses políticos, económicos y publicitario, eso me ha permitido ver como en nuestro territorio los proyectos comunes, visiones de unión y confluencia son cuasi nulos, veo que se agranda la brecha entre el sentir de la gran mayoría y las realidades institucionales.

Por el contrario, es evidente en nuestros pueblos y ciudades, el arraigo de las noticias negativas, tendenciosas y que lo único que buscan es generar confusión, temor e incertidumbre.

Si a esto se le suma la pérdida de representatividad en espacios de la agenda pública Nacional, donde el trato inequitativo que se le da a las regiones es pronunciado, ello exige una reacción ciudadana mancomunada.

En esta urdimbre compleja, cada día producimos menos en nuestras tierras, tenemos una economía con alta dependencia a los sistemas productivos de enclaves, un sistema de educación superior con coberturas menores al 27 %, donde las tasas de embarazos en adolescentes crecen, la cultura de lo ilícito se fortalece y así sucesivamente.

Pero aún así, hay miles de cesarenses llenos de sueños, pujanza, alegría y creatividad, que mantienen viva la llama que todo puede ser mejor, incluyente y justo. Es la hora de hacer un pare en el camino para deponer nuestro ego pendenciero y cerrar filas para ser ese Departamento que soñamos todos, llenos de oportunidades, en paz e inclusivo.

Finalmente, les comparto esto que escribió Anthony Biglan, en su libro ‘El efecto maternal’: “Todos deberíamos vivir en un ambiente maternal donde las personas muestren, defiendan y recompensen el comportamiento pro-social. Muchas personas no entienden la compensación y la consideran en términos de ganar algún tipo de premio o recompensa. Se resisten a usarla, aunque hay hallazgos concluyentes que demuestran que funciona. Una de las mejores maneras que tienen las personas para reforzar el comportamiento pro-social es prestarse verdadera atención entre sí”.

Columnista
22 enero, 2017

Make Cesar great again

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Roberto Carlos Núñez Vega

Llegó la tan anunciada posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de América, para algunos este día es donde se parten los pistones del 2017, muere el protocolo y la democracia, así como se termina la prudencia. Más allá de todo lo que se diga y siendo un confeso anti Trump, hubo […]


Llegó la tan anunciada posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de América, para algunos este día es donde se parten los pistones del 2017, muere el protocolo y la democracia, así como se termina la prudencia. Más allá de todo lo que se diga y siendo un confeso anti Trump, hubo algo en su campaña que me quedó sonando y fue esa frase que aludió de hacer grande América otra vez (make America great again).

¿Por qué no retomar esta frase y aplicarla en el Cesar? (ojo solo la frase, no los postulados). Es necesaria una reacción ciudadana, sin bandera, tintes políticos y religioso, sin intereses económicos particulares que siente las bases para hacer grande al Cesar nuevamente (make Cesar great again).

Yo tengo la fortuna de recorrer el Departamento en el anonimato y desprovisto de intereses políticos, económicos y publicitario, eso me ha permitido ver como en nuestro territorio los proyectos comunes, visiones de unión y confluencia son cuasi nulos, veo que se agranda la brecha entre el sentir de la gran mayoría y las realidades institucionales.

Por el contrario, es evidente en nuestros pueblos y ciudades, el arraigo de las noticias negativas, tendenciosas y que lo único que buscan es generar confusión, temor e incertidumbre.

Si a esto se le suma la pérdida de representatividad en espacios de la agenda pública Nacional, donde el trato inequitativo que se le da a las regiones es pronunciado, ello exige una reacción ciudadana mancomunada.

En esta urdimbre compleja, cada día producimos menos en nuestras tierras, tenemos una economía con alta dependencia a los sistemas productivos de enclaves, un sistema de educación superior con coberturas menores al 27 %, donde las tasas de embarazos en adolescentes crecen, la cultura de lo ilícito se fortalece y así sucesivamente.

Pero aún así, hay miles de cesarenses llenos de sueños, pujanza, alegría y creatividad, que mantienen viva la llama que todo puede ser mejor, incluyente y justo. Es la hora de hacer un pare en el camino para deponer nuestro ego pendenciero y cerrar filas para ser ese Departamento que soñamos todos, llenos de oportunidades, en paz e inclusivo.

Finalmente, les comparto esto que escribió Anthony Biglan, en su libro ‘El efecto maternal’: “Todos deberíamos vivir en un ambiente maternal donde las personas muestren, defiendan y recompensen el comportamiento pro-social. Muchas personas no entienden la compensación y la consideran en términos de ganar algún tipo de premio o recompensa. Se resisten a usarla, aunque hay hallazgos concluyentes que demuestran que funciona. Una de las mejores maneras que tienen las personas para reforzar el comportamiento pro-social es prestarse verdadera atención entre sí”.