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Editorial - 29 junio, 2018

Los huevos de la UPC

Hoy en Valledupar las universidades privadas tienen un mayor protagonismo mediático que las públicas, debido a las estrategias que han implementado con la realización de foros y otros eventos en los que participan personajes de diferentes ámbitos del nivel regional y nacional. En esa pérdida de protagonismo está la Universidad Popular del Cesar, UPC, la […]

Hoy en Valledupar las universidades privadas tienen un mayor protagonismo mediático que las públicas, debido a las estrategias que han implementado con la realización de foros y otros eventos en los que participan personajes de diferentes ámbitos del nivel regional y nacional.

En esa pérdida de protagonismo está la Universidad Popular del Cesar, UPC, la más grande y mayor incidencia en la formación de profesionales de la región, con una población de 16.388 estudiantes de pregrado y 2.268 de posgrado, la cual se ha visto menguada durante los últimos años en la opinión pública.

Como dice la expresión popular “cacarear el huevo”, y con eso nos referimos a que hay que dar a conocer los logros para que no pasen desapercibidos. La UPC ha tenido y sigue teniendo proyectos muy buenos, desarrollados por sus estudiantes, que pueden ser tenidos en cuenta para implementarlos a nivel nacional e internacional. Es el caso del Francisco Samec Vergel Ottavo, quien hoy recibe título de ingeniero electrónico, con honores, joven que inventó un sensor que permite a las personas en condición de discapacidad visual recibir información del color de los vinilos o pinturas  con los cuales estén trabajando o manipulando, especialmente en labores de arte y pintura.

Destacamos a este ingeniero porque su prototipo para la enseñanza  de la teoría del color  en estudiantes invidentes, basado en sensores de  fibra óptica, puede ayudar a mejorar la calidad de más personas con discapacidad visual; inicialmente lo hace en su universidad, donde hay cinco estudiantes con discapacidad visual.

Reconocemos que la UPC ha formado y está formando a profesionales destacados, pese a las falencias que pueda tener en calidad educativa cuenta con egresados de reconocimiento local y nacional.

Recordemos que se viene la Universidad Nacional en el municipio La Paz, la mejor del país, por lo que la tarea de la UPC no debe ser competir, sino seguir mejorando y visibilizando sus avances, teniendo en cuenta que 45 años de historia no han pasado en vano y hoy cuenta con 20 programas de formación profesional, 20 grupos de investigación clasificados en categorías A1, B, C y D; además hay cerca de otros 66 grupos en proceso de formación con los semilleros de investigación para los estudiantes de todos los programas. Aquí hay una buena opción para los jóvenes y adultos de los departamentos de Cesar, La Guajira, Magdalena y otros departamentos.

Hoy Francisco Samec Vergel Ottavo pone la bandera de su universidad en alto, como ya lo han hecho otros upecistas, pero necesita el respaldo de la academia, sector privado y Gobierno para seguir desarrollando proyectos que más allá de mostrar el trabajo investigativo y tecnológico de la UPC, ayudan a la inclusión educativa y mejoramiento de la calidad de vida de las personas con algún grado de discapacidad.

Editorial
29 junio, 2018

Los huevos de la UPC

Hoy en Valledupar las universidades privadas tienen un mayor protagonismo mediático que las públicas, debido a las estrategias que han implementado con la realización de foros y otros eventos en los que participan personajes de diferentes ámbitos del nivel regional y nacional. En esa pérdida de protagonismo está la Universidad Popular del Cesar, UPC, la […]


Hoy en Valledupar las universidades privadas tienen un mayor protagonismo mediático que las públicas, debido a las estrategias que han implementado con la realización de foros y otros eventos en los que participan personajes de diferentes ámbitos del nivel regional y nacional.

En esa pérdida de protagonismo está la Universidad Popular del Cesar, UPC, la más grande y mayor incidencia en la formación de profesionales de la región, con una población de 16.388 estudiantes de pregrado y 2.268 de posgrado, la cual se ha visto menguada durante los últimos años en la opinión pública.

Como dice la expresión popular “cacarear el huevo”, y con eso nos referimos a que hay que dar a conocer los logros para que no pasen desapercibidos. La UPC ha tenido y sigue teniendo proyectos muy buenos, desarrollados por sus estudiantes, que pueden ser tenidos en cuenta para implementarlos a nivel nacional e internacional. Es el caso del Francisco Samec Vergel Ottavo, quien hoy recibe título de ingeniero electrónico, con honores, joven que inventó un sensor que permite a las personas en condición de discapacidad visual recibir información del color de los vinilos o pinturas  con los cuales estén trabajando o manipulando, especialmente en labores de arte y pintura.

Destacamos a este ingeniero porque su prototipo para la enseñanza  de la teoría del color  en estudiantes invidentes, basado en sensores de  fibra óptica, puede ayudar a mejorar la calidad de más personas con discapacidad visual; inicialmente lo hace en su universidad, donde hay cinco estudiantes con discapacidad visual.

Reconocemos que la UPC ha formado y está formando a profesionales destacados, pese a las falencias que pueda tener en calidad educativa cuenta con egresados de reconocimiento local y nacional.

Recordemos que se viene la Universidad Nacional en el municipio La Paz, la mejor del país, por lo que la tarea de la UPC no debe ser competir, sino seguir mejorando y visibilizando sus avances, teniendo en cuenta que 45 años de historia no han pasado en vano y hoy cuenta con 20 programas de formación profesional, 20 grupos de investigación clasificados en categorías A1, B, C y D; además hay cerca de otros 66 grupos en proceso de formación con los semilleros de investigación para los estudiantes de todos los programas. Aquí hay una buena opción para los jóvenes y adultos de los departamentos de Cesar, La Guajira, Magdalena y otros departamentos.

Hoy Francisco Samec Vergel Ottavo pone la bandera de su universidad en alto, como ya lo han hecho otros upecistas, pero necesita el respaldo de la academia, sector privado y Gobierno para seguir desarrollando proyectos que más allá de mostrar el trabajo investigativo y tecnológico de la UPC, ayudan a la inclusión educativa y mejoramiento de la calidad de vida de las personas con algún grado de discapacidad.