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Editorial - 28 septiembre, 2016

¿Por qué las EPS no pagan sus deudas?

Esa es la pregunta que todos se hacen: médicos, pacientes, usuarios, autoridades y comunidad en general. La crisis que reveló este lunes un grupo de representantes de Instituciones Prestadoras de Salud (IPS), públicas y privadas de Valledupar, por culpa de las EPS (Entidades Promotoras de Salud) que no pagan los servicios prestados por estas, es […]

Esa es la pregunta que todos se hacen: médicos, pacientes, usuarios, autoridades y comunidad en general. La crisis que reveló este lunes un grupo de representantes de Instituciones Prestadoras de Salud (IPS), públicas y privadas de Valledupar, por culpa de las EPS (Entidades Promotoras de Salud) que no pagan los servicios prestados por estas, es más grave de lo que muchos creen.

Son más de 600 mil millones de pesos los que adeudan las EPS a clínicas y hospitales, de los cuales más de 100 mil millones son irrecuperables porque son deudas de EPS en liquidación, como Saludcoop, Caprecom o Solsalud.
Al indagar sobre los motivos que tienen las EPS para no pagar a las IPS los servicios prestados a sus usuarios, la respuesta de conocedores del tema fue: Indaguen dónde depositan la plata las EPS. Parece ser que existe un negocio más jugoso a parte de la salud y según fuentes extraoficiales parte del dinero de las EPS se va a negocios diferentes. Por ser administradores del recaudo de la salud no existen controles rigurosos que impidan que esta situación ocurra.

El sistema de salud hoy está grave. En estado de coma, para hablar en términos médicos. La crisis de la salud genera un efecto dominó porque no hay solvencia económica en las IPS, las que no pagan a tiempo a sus proveedores y personal asistencial, no pueden hacer inversiones en tecnologías. ¿Y el Ministerio de Salud y la Superintendencia qué hacen para evitar este desangre? ¿Se llegará a la intervención de la justicia o a un paro en la prestación de los servicios? Ninguna de las dos es una salida positiva, pero algo debe pasar para que esta situación cambie. Los empleados de los hospitales y clínicas son afectados porque sus honorarios los reciben tiempo después de prestar su servicio profesional y estos a su vez no pueden cancelar sus obligaciones. Es una cadena de crisis.

Por eso hacemos eco y aplaudimos la actitud rigurosa del gobernador del Cesar, Francisco Ovalle, que les dio un ultimátum a las EPS morosas del departamento. “Si no pagan, se van”. Los congresistas y las autoridades deben hacer más presión para que el Ministerio de Salud y la SuperSalud hagan más controles y tomen cartas en el asunto. De esto depende la vida de muchas personas, porque una IPS en quiebra no puede ofrecer un servicio eficaz y oportuno.

El mensaje de las IPS no puede ser más diciente: “Nos encontramos en una situación administrativa, asistencial y financiera insostenible ocasionada por la falta de pago de la prestación de los servicios, pero nosotros si estamos obligados a cumplir compromisos adquiridos en pro de nuestros usuarios y las EPS no cumplen con sus obligaciones frente a nosotros y mucho menos como aseguradores frente a sus usuarios, se limitan a trasladarnos el riesgo en la atención de sus usuarios”. Este párrafo resume todo lo anteriormente expuesto. ¿Qué pasará? ¿Por qué las EPS no dicen a dónde van a parar los dineros que reciben y no pagan a las IPS?

Editorial
28 septiembre, 2016

¿Por qué las EPS no pagan sus deudas?

Esa es la pregunta que todos se hacen: médicos, pacientes, usuarios, autoridades y comunidad en general. La crisis que reveló este lunes un grupo de representantes de Instituciones Prestadoras de Salud (IPS), públicas y privadas de Valledupar, por culpa de las EPS (Entidades Promotoras de Salud) que no pagan los servicios prestados por estas, es […]


Esa es la pregunta que todos se hacen: médicos, pacientes, usuarios, autoridades y comunidad en general. La crisis que reveló este lunes un grupo de representantes de Instituciones Prestadoras de Salud (IPS), públicas y privadas de Valledupar, por culpa de las EPS (Entidades Promotoras de Salud) que no pagan los servicios prestados por estas, es más grave de lo que muchos creen.

Son más de 600 mil millones de pesos los que adeudan las EPS a clínicas y hospitales, de los cuales más de 100 mil millones son irrecuperables porque son deudas de EPS en liquidación, como Saludcoop, Caprecom o Solsalud.
Al indagar sobre los motivos que tienen las EPS para no pagar a las IPS los servicios prestados a sus usuarios, la respuesta de conocedores del tema fue: Indaguen dónde depositan la plata las EPS. Parece ser que existe un negocio más jugoso a parte de la salud y según fuentes extraoficiales parte del dinero de las EPS se va a negocios diferentes. Por ser administradores del recaudo de la salud no existen controles rigurosos que impidan que esta situación ocurra.

El sistema de salud hoy está grave. En estado de coma, para hablar en términos médicos. La crisis de la salud genera un efecto dominó porque no hay solvencia económica en las IPS, las que no pagan a tiempo a sus proveedores y personal asistencial, no pueden hacer inversiones en tecnologías. ¿Y el Ministerio de Salud y la Superintendencia qué hacen para evitar este desangre? ¿Se llegará a la intervención de la justicia o a un paro en la prestación de los servicios? Ninguna de las dos es una salida positiva, pero algo debe pasar para que esta situación cambie. Los empleados de los hospitales y clínicas son afectados porque sus honorarios los reciben tiempo después de prestar su servicio profesional y estos a su vez no pueden cancelar sus obligaciones. Es una cadena de crisis.

Por eso hacemos eco y aplaudimos la actitud rigurosa del gobernador del Cesar, Francisco Ovalle, que les dio un ultimátum a las EPS morosas del departamento. “Si no pagan, se van”. Los congresistas y las autoridades deben hacer más presión para que el Ministerio de Salud y la SuperSalud hagan más controles y tomen cartas en el asunto. De esto depende la vida de muchas personas, porque una IPS en quiebra no puede ofrecer un servicio eficaz y oportuno.

El mensaje de las IPS no puede ser más diciente: “Nos encontramos en una situación administrativa, asistencial y financiera insostenible ocasionada por la falta de pago de la prestación de los servicios, pero nosotros si estamos obligados a cumplir compromisos adquiridos en pro de nuestros usuarios y las EPS no cumplen con sus obligaciones frente a nosotros y mucho menos como aseguradores frente a sus usuarios, se limitan a trasladarnos el riesgo en la atención de sus usuarios”. Este párrafo resume todo lo anteriormente expuesto. ¿Qué pasará? ¿Por qué las EPS no dicen a dónde van a parar los dineros que reciben y no pagan a las IPS?