Uno de los problemas ambientales que tiene Colombia de cierta relevancia son los rellenos sanitarios. En Colombia se producen aproximadamente 30 mil toneladas de basuras diarias y existen 240 municipios que representan el 7 % del volumen de basuras producidas en Colombia, estos municipios arrojan los desechos a botaderos y cuerpos de agua, los entierran o, en últimas, los queman, lo cual produce un problema enorme ambiental de salud pública.

A pesar de que el gobierno ha establecido plazos para el cumplimiento de contar con rellenos sanitarios adecuados y para cerrar los botaderos a cielo abierto, aún existen capitales de departamentos y municipios que no cuentan con lugar fijo para disponer sus basuras. Existen poblaciones que siguen arrojando sus desechos a viejos botaderos y en celdas transitorias (espacios que funcionan como rellenos pero sin licencias de rellenos), gracias a permisos temporales otorgados por autoridades ambientales, ¿será que en el Cesar y en La Guajira se dan estas condiciones?, no se puede desconocer que existen algunos municipios que tienen que enviar sus basuras a poblaciones vecinas, lo que genera sobrecostos para los usuarios y para la operación, y acaba antes de tiempo la vida útil de estos lugares de disposición, como está pasando con el relleno sanitario de Valledupar.

Señor alcalde ¡ojo con esto! Ya que prontamente la ciudad que usted dirige tendrá que ir pensando en un nuevo relleno sanitario.

Este problema que vivimos en Colombia sobre la disposición de residuos sólidos se viene heredando de administración en administración y más temprano que tarde en muchas partes del país, nos veremos obligados a acudir a declaratorias de emergencia sanitaria, o sea, que es la solución que asoma acudir a esta figura, ya basta de dilaciones en dar soluciones a este problema y nos parece pertinente no dar más plazo o términos adicionales a ningún municipio para que en definitiva aborden la solución ambiental a estas irregularidades que están contribuyendo en grado sumo a la contaminación de aguas, producción de plagas y a la destrucción ecológica en general de zonas municipales.

Podemos afirmar que para este tema ha faltado voluntad política drástica, repetimos, es un tema heredado en el que hay responsabilidad política, desde hace muchos años en las CAR (Corporaciones Autónomas Regionales), que deben apretar, ya que son las encargadas de otorgar las licencias, y a esto hay que ponerle celeridad.

Consideramos que apostarle a proyectos regionales a los que le está apostando el Gobierno Nacional, hay que cumplir con toda la normativa ambiental para que se busque en parte la solución para algunos municipios a donde pueden disponer sus residuos.

Los municipios renuentes a buscar soluciones deben imponerle sanciones drásticas. Para estos casos también deben actuar las procuradurías regionales, agrarias y ambientales. Tal como expresamos en el artículo anterior, recabamos que para la solución definitiva y no estar pensando en más rellenos para la disposición de sólidos debemos utilizar la basura así como la biomasa en el tratamiento de basuras para producción de energía. ¿Cuándo empezamos a aplicar estas tecnologías limpias que evitan la contaminación por causa de estos rellenos sanitarios?