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Columnista - 5 marzo, 2015

Y ahora, ¿quién podrá salvar a Valledupar?

Con la caída en los precios del petróleo, el municipio de Valledupar se llevará un susto. Ecopetrol aporta el 20% del presupuesto de la Nación que alimenta el Sistema General de Participación, SGP, del cual vive la mayoría de los municipios del país. De los municipios capitales, el de Valledupar es uno de los más […]

Con la caída en los precios del petróleo, el municipio de Valledupar se llevará un susto. Ecopetrol aporta el 20% del presupuesto de la Nación que alimenta el Sistema General de Participación, SGP, del cual vive la mayoría de los municipios del país. De los municipios capitales, el de Valledupar es uno de los más dependientes de esta remesa (en promedio 70% del presupuesto en los últimos 15 años) destinada a cubrir, en forma específica, los gastos en salud, educación y saneamiento básico. Ya se ha establecido que por cada US$1 que baje el barril del crudo, las finanzas públicas perderían $430.000, ritmo al cual, la pérdida estaría cercana a los 17 billones de pesos este año, cerca del 7% del presupuesto de 2015, habrá recortes.

Está establecido por norma que a partir de 2017, el crecimiento del SGP estará amarrado al crecimiento de los ingresos corrientes de la Nación, ICN, que a su vez dependen, en gran medida, de los ingresos petroleros. Así, se verían afectados los aforos de los presupuestos municipales. De otro lado, las regalías, que no hacen parte del presupuesto general de la Nación, y que destina, por mandato de la ley, el 10% para que lo administren los OCAD, para atender proyectos regionales en ciencia y tecnología, tendrán su revés. No quiero hacer de agorero pero sí de avizor; Emdupar, la otrora caja menor del municipio, está asfixiada por las deudas; este municipio es ineficaz fiscalmente así que no habrá dinero para invertir. Qué venga el Chapulín.

Los 16 años por venir han de ser dolorosos, los alcaldes tendrán que ser muy ingeniosos para cumplirle a la ciudadanía. No más ineptos e inescrupulosos, una nueva generación de mandatarios debe sucederlos. Pero no solo en lo financiero agoniza este municipio, también en los valores; tenemos una serie de problemas acumulados y otros nuevos; la inseguridad nos agobia, hasta las funerarias son atracadas; el civismo y la vallenatía se fueron; el espacio público se perdió, 400 hectáreas han sido tomadas por invasores y constructores piratas; la basura ahoga los ríos, la movilidad caótica ha hecho de Valledupar un infierno; el empleo formal es cosa del pasado.

Valledupar tiene, hoy, las características de una ciudad fronteriza en la cual el crimen es impune. Tenemos ocho meses para meditar acerca de quienes deben ser el alcalde de la ciudad y el gobernador del departamento, esto tiene que cambiar; no permitamos que pocos malos decidan por muchos buenos. Digamos no al nepotismo. Todos somos Cesar, todos somos Valledupar, defendamos lo público que es de todos; esta debe ser una consigna. [email protected]

Columnista
5 marzo, 2015

Y ahora, ¿quién podrá salvar a Valledupar?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Napoleón de Armas P.

Con la caída en los precios del petróleo, el municipio de Valledupar se llevará un susto. Ecopetrol aporta el 20% del presupuesto de la Nación que alimenta el Sistema General de Participación, SGP, del cual vive la mayoría de los municipios del país. De los municipios capitales, el de Valledupar es uno de los más […]


Con la caída en los precios del petróleo, el municipio de Valledupar se llevará un susto. Ecopetrol aporta el 20% del presupuesto de la Nación que alimenta el Sistema General de Participación, SGP, del cual vive la mayoría de los municipios del país. De los municipios capitales, el de Valledupar es uno de los más dependientes de esta remesa (en promedio 70% del presupuesto en los últimos 15 años) destinada a cubrir, en forma específica, los gastos en salud, educación y saneamiento básico. Ya se ha establecido que por cada US$1 que baje el barril del crudo, las finanzas públicas perderían $430.000, ritmo al cual, la pérdida estaría cercana a los 17 billones de pesos este año, cerca del 7% del presupuesto de 2015, habrá recortes.

Está establecido por norma que a partir de 2017, el crecimiento del SGP estará amarrado al crecimiento de los ingresos corrientes de la Nación, ICN, que a su vez dependen, en gran medida, de los ingresos petroleros. Así, se verían afectados los aforos de los presupuestos municipales. De otro lado, las regalías, que no hacen parte del presupuesto general de la Nación, y que destina, por mandato de la ley, el 10% para que lo administren los OCAD, para atender proyectos regionales en ciencia y tecnología, tendrán su revés. No quiero hacer de agorero pero sí de avizor; Emdupar, la otrora caja menor del municipio, está asfixiada por las deudas; este municipio es ineficaz fiscalmente así que no habrá dinero para invertir. Qué venga el Chapulín.

Los 16 años por venir han de ser dolorosos, los alcaldes tendrán que ser muy ingeniosos para cumplirle a la ciudadanía. No más ineptos e inescrupulosos, una nueva generación de mandatarios debe sucederlos. Pero no solo en lo financiero agoniza este municipio, también en los valores; tenemos una serie de problemas acumulados y otros nuevos; la inseguridad nos agobia, hasta las funerarias son atracadas; el civismo y la vallenatía se fueron; el espacio público se perdió, 400 hectáreas han sido tomadas por invasores y constructores piratas; la basura ahoga los ríos, la movilidad caótica ha hecho de Valledupar un infierno; el empleo formal es cosa del pasado.

Valledupar tiene, hoy, las características de una ciudad fronteriza en la cual el crimen es impune. Tenemos ocho meses para meditar acerca de quienes deben ser el alcalde de la ciudad y el gobernador del departamento, esto tiene que cambiar; no permitamos que pocos malos decidan por muchos buenos. Digamos no al nepotismo. Todos somos Cesar, todos somos Valledupar, defendamos lo público que es de todos; esta debe ser una consigna. [email protected]