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Editorial - 25 octubre, 2014

Se acabó el tiempo de los caballos

Contrario a lo que ocurre en otras ciudades del país donde los dueños de vehículos de tracción animal no querían la sustitución de estos por otros medios de transporte, en Valledupar los carromuleros sí quieren pero la Administración Municipal no les ha cumplido con el proceso que establece la ley. Es tal el compromiso de […]

Contrario a lo que ocurre en otras ciudades del país donde los dueños de vehículos de tracción animal no querían la sustitución de estos por otros medios de transporte, en Valledupar los carromuleros sí quieren pero la Administración Municipal no les ha cumplido con el proceso que establece la ley.

Es tal el compromiso de los trabajadores informales que por años han devengado su sustento diario de esta actividad, que hasta protestas han hecho en la puerta de la Alcaldía para pedir que les cumplan. La última fue esta semana con la participación de más de 200 carromuleros que quisieron llamar la atención de las autoridades locales.

Es importante que el alcalde Fredys Socarrás diga sí puede hacer la sustitución de los carros de mulas, teniendo en cuenta que el grupo de propietarios de caballos ya ha hecho parte activa de un proceso que incluyó censo y capacitaciones para comenzar una nueva etapa de trabajo con otras herramientas diferentes a la utilización del animal.

De todas maneras, la sustitución de vehículos de tracción animal en Colombia no ha sido fácil, pues es un tema que viene desde el año 2002, cuando con la Ley 769 se prohibió la circulación de carretas en los municipios de categoría especial y de primera categoría. Esta Ley fue reforzada en el 2003 con una sentencia de la Corte Constitucional (la C-355) que ordenó a los gobiernos locales la adopción de alternativas de trabajo que permitieran la sustitución de los carros de mula como se le conoce en la Costa Atlántica, con el propósito de garantizar el derecho al trabajo.

Valledupar infortunadamente no ha podido ingresar a la corta lista de ciudades capitales que ya hicieron la tarea, aun cuando el gobierno Socarrás lo ha anunciado reiteradamente. Medellín fue la primera en cumplir con la ley, comenzó en 2008 y terminó en 2010, luego le siguieron Bogotá y Manizales que lo lograron en el 2013 y este año comenzó el proceso, hace poco menos de dos meses, la ciudad de Cali.

Se sabe que el Municipio no pasa por su mejor momento financiero, pero tampoco es bueno llenarse de promesas que no cumplirán, que en el caso de los carromuleros ya llevan más de dos años esperando. Valledupar ya está fuera del tiempo del cumplimiento de la ley, pues esta establecía el 31 de enero pasado como el último plazo para hacer la sustitución.

Tarde o temprano esto se debe hacer, porque al sacar a los carromulas de circulación se mejora la movilidad, se evita que arrojen escombros en cualquier sitio de la ciudad y se transforma la vida de las familias que dependen de esta actividad, por cuando el proceso incluye un apoyo económico para que compren un motocarro o inicien un nuevo negocio con esos recursos.

Editorial
25 octubre, 2014

Se acabó el tiempo de los caballos

Contrario a lo que ocurre en otras ciudades del país donde los dueños de vehículos de tracción animal no querían la sustitución de estos por otros medios de transporte, en Valledupar los carromuleros sí quieren pero la Administración Municipal no les ha cumplido con el proceso que establece la ley. Es tal el compromiso de […]


Contrario a lo que ocurre en otras ciudades del país donde los dueños de vehículos de tracción animal no querían la sustitución de estos por otros medios de transporte, en Valledupar los carromuleros sí quieren pero la Administración Municipal no les ha cumplido con el proceso que establece la ley.

Es tal el compromiso de los trabajadores informales que por años han devengado su sustento diario de esta actividad, que hasta protestas han hecho en la puerta de la Alcaldía para pedir que les cumplan. La última fue esta semana con la participación de más de 200 carromuleros que quisieron llamar la atención de las autoridades locales.

Es importante que el alcalde Fredys Socarrás diga sí puede hacer la sustitución de los carros de mulas, teniendo en cuenta que el grupo de propietarios de caballos ya ha hecho parte activa de un proceso que incluyó censo y capacitaciones para comenzar una nueva etapa de trabajo con otras herramientas diferentes a la utilización del animal.

De todas maneras, la sustitución de vehículos de tracción animal en Colombia no ha sido fácil, pues es un tema que viene desde el año 2002, cuando con la Ley 769 se prohibió la circulación de carretas en los municipios de categoría especial y de primera categoría. Esta Ley fue reforzada en el 2003 con una sentencia de la Corte Constitucional (la C-355) que ordenó a los gobiernos locales la adopción de alternativas de trabajo que permitieran la sustitución de los carros de mula como se le conoce en la Costa Atlántica, con el propósito de garantizar el derecho al trabajo.

Valledupar infortunadamente no ha podido ingresar a la corta lista de ciudades capitales que ya hicieron la tarea, aun cuando el gobierno Socarrás lo ha anunciado reiteradamente. Medellín fue la primera en cumplir con la ley, comenzó en 2008 y terminó en 2010, luego le siguieron Bogotá y Manizales que lo lograron en el 2013 y este año comenzó el proceso, hace poco menos de dos meses, la ciudad de Cali.

Se sabe que el Municipio no pasa por su mejor momento financiero, pero tampoco es bueno llenarse de promesas que no cumplirán, que en el caso de los carromuleros ya llevan más de dos años esperando. Valledupar ya está fuera del tiempo del cumplimiento de la ley, pues esta establecía el 31 de enero pasado como el último plazo para hacer la sustitución.

Tarde o temprano esto se debe hacer, porque al sacar a los carromulas de circulación se mejora la movilidad, se evita que arrojen escombros en cualquier sitio de la ciudad y se transforma la vida de las familias que dependen de esta actividad, por cuando el proceso incluye un apoyo económico para que compren un motocarro o inicien un nuevo negocio con esos recursos.