Publicidad
Categorías
Categorías
General - 26 enero, 2015

Se acaba El Tarullal pero se muere el río Cesar

Más de 15.000 familias del suroriente de la ciudad sufrían por los malos olores de la laguna de oxidación, El Tarullal, después de la apertura del Colector Oriental, EL PILÓN inspeccionó el lugar de 53 hectáreas.

En la laguna de oxidación, El Tarullal, las aguas servidas comenzaron a desaparecer. Hoy solamente un 5 % de las mismas sigue llegando al lote de 53 hectáreas. EL PILÓN / Carlos Mario Jiménez.
En la laguna de oxidación, El Tarullal, las aguas servidas comenzaron a desaparecer. Hoy solamente un 5 % de las mismas sigue llegando al lote de 53 hectáreas. EL PILÓN / Carlos Mario Jiménez.

Amaneceres del Valle respira otro aire, con sensación a alivio y pureza, esa misma que se perdió por 20 años tras la exposición de aguas residuales a cielo abierto en el sur de Valledupar.

En la mañana de ayer domingo, EL PILÓN llegó a los barrios donde no llegó el Vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras tras su visita del sábado a Valledupar, en la que hizo oficial la apertura del Colector Oriental de aguas servidas desde la Urbanización Parques de Bolívar – Leandro Díaz.
La historia de la obra de infraestructura hecha tras una inversión de 13.799 millones se remonta a una discusión entre un líder comunitario y el Vicepresidente, cuando este hacía las veces de Ministro de Vivienda.

Era octubre del año 2012, Álvaro Molina, Presiente de La Junta de Acción Comunal del barrio Amaneceres del Valle, expuso las difíciles condiciones de salubridad en las que se encontraba su comunidad debido a la ubicación a menos de 150 metros de la laguna de oxidación, El Tarullal.

“Es lamentable que tengamos que recurrir y pedir plata al Ministro de Vivienda para la construcción del colector de aguas residuales cuando las administraciones locales tienen el presupuesto para ejecutar una obra de vital importancia como es el colector de aguas residuales”, dijo en esa ocasión Molina.

El sábado anterior, cuando Vargas Lleras finalizaba el acto de entregas de cartas del programa de vivienda para ahorradores, Vipa, a 364 familias, dijo “vean aquí está el revoltoso de Álvaro Molina, ahora que nos va a decir, ¿está contento o no?”. En ese instante llamó al líder de Amaneceres del Valle a tarima y le cedió el micrófono: “En todo el suroriente de la ciudad lo que hoy hay es alegría porque podemos respirar un aire puro, gracias a la gestión el Gobierno Nacional y al Alcalde”, sostuvo Molina ante los espectadores, mientras que Germán Vargas lo interrumpió para confrontarlo así: “… un pajarito me dijo que le picó la vena política, que se va mandar para el Concejo, ¿de cuenta de mí colector?”, de inmediato del público se escuchó una carcajada que dejó frío a Molina, quien en un tono bajo respondió con un discurso político.

Lo cierto de todo es que el Gobierno Nacional cumplió a la petición de la comunidad y hoy la realidad para el suroriente de Valledupar es que su hábitat cambió.

La historia de hoy
En unos 20 minutos de recorrido, EL PILÓN comprobó el estado del Sistema de Tratamiento de Aguas Residuales, El Tarullal, al que caían los desechos del norte de la capital del Cesar generando contaminación ambiental para barrios como Amaneceres del Valle, Los Cocos, Los Milagros, San Fernando, Panamá 3, Panamá 2, Los Mayales, entre otros.

“Fueron 15 años tormentosos para mi vida y la de todas estas familias en estos barrios, nunca teníamos nada por estar en zona de protección de las lagunas. El Tarullal tenía un promedio de 20 años de uso y ya íbamos en casi 30, no se justificaba sufrir necesidades por falta de intención política, falta de gestión y también apoyo de los gobiernos locales”, señaló Óscar Peña, vicepresidente de la junta de acción comunal de Amaneceres del Valle.
Mientras Óscar recordaba que él llevó muchas veces a Rodolfo Campo Soto y a Jhonny Pérez Oñate, exalcaldes de Valledupar, para intervenir la zona, su compañero Omero Amaya indicaba con su mano derecha lo que hoy es historia al final de la carrera 44 con calle cuarta: El Tarullal.

A esta laguna de oxidación dejaron de caer el 95 % de las aguas servidas de la ciudad, un cinco lo hace porque no se ha estructurado el Colector Occidental, que recogerá los desechos de las comunas tres y cuatro, y como el Orienal, irán a parar a la planta de tratamiento, El Salguero.

En El Tarullal se percibe otro ambiente, la entrevista se hizo a escasos dos metros de los riachuelos que quedan de la cantidad de agua que llegaba al sitio, que recaía sin ser tratada y descontaminada al río Guatapurí.
“Ya respiramos aire puro, no hay ese foco de contaminación en el barrio, ni en los aledaños, estamos muy contentos porque se logró de una forma elegante. Los olores eran repugnantes, si usted se paraba aquí hace dos meses no soportaría ni podría abrir la boca para preguntar, ni yo para responderle”, señaló Óscar Peña quien le agradeció al exministro Germán Vargas Lleras y al Alcalde de Valledupar por la intervención a la zona.

La inversión para este proyecto fue de 13.799 millones con recursos del Ministerio de Vivienda, “se verán traducidos en el mejoramiento de la calidad de vida y del entorno ambiental de 130.545 habitantes de siete barrios aledaños a la laguna El Tarullal”, indicó el Vicepresidente, Germán Vargas Lleras.
Pero Omero Amaya sostuvo que los barrios aledaños a El Tarullal fueron construidos a menos de mil metros de la laguna de oxidación, “se hizo porque los terrenos eran de privados y el municipio nunca los compró”, aunque existan normas claras de urbanismo lo prohibían.

¿Qué viene?
Al Sistema de Tratamiento de Aguas Residuales, El Tarullal, vertían alrededor del 30 % de las aguas residuales de Valledupar, hoy quedan pocos focos de agua contaminada, los olores putrefactos son inferiores al 90 %.

Con la eliminación de este punto de vertimiento de aguas negras, que generaba un 30 % al río Guatapurí, la Administración Municipal pretende hacer un parque ecológico.

“El Plan de Ordenamiento Territorial contempla el eco parque del río Guatapurí que está aprobado por Corpocesar y que irá al Concejo de Valledupar. Allí tendremos la gran decisión de definir, una vez apruebe el Concejo, que esa margen de extensión de 12 kilómetros, nos dispararía a ser la primera ciudad con mayor espacio público en la ciudad, de 3.3 a casi 15 metros cuadrado por habitante. Ya la laguna (El Tarullal) no está recibiendo aguas residuales, ya los olores prácticamente desaparecieron, para esa laguna de 53 hectáreas tenemos un proyecto para descontaminarla en alianza con Corpocesar, arrancaríamos desde allá con la primera victoria del eco parque el río Guatapurí y comenzaríamos a recuperar el espacio público a la ciudad”, declaró el alcalde, Fredys Socarrás Reales. Este eco parque llevaría el nombre de Aníbal Martínez Zuleta.

¿Y el río Cesar?
Con la puesta en marcha del Colector Oriental de aguas residuales, por parte de la empresa de servicios públicos, Emdupar, ahora aumentará la contaminación en el río Cesar, al que caerán estas aguas después de pasar por la planta de tratamiento El Salguero.

El sistema de tratamiento de aguas residuales del alcantarillado de Valledupar fue diseñado para una población final proyectada al año 2015 de 360.000 habitantes, pero la ciudad creció a unos 450 mil y la capacidad de la misma colapsó.

Para que la planta El Salguero tenga una estabilidad operativa óptima para el año 2043 se requiere una inversión de más de 150 mil millones de pesos. Por lo pronto el Plan Maestro incluye un pre tratamiento a las aguas residuales.
Y el caso del río Cesar no queda ahí, este afluente llega a la ciénaga de Zapatosa que luego finalizan en el río Magdalena, algo más alarmante para las autoridades ambientales del Cesar.

El tratamiento de aguas residuales constituye una medida de mitigación que ayuda a disminuir y controlar la contaminación de los cuerpos de agua, pero para que esta medida tenga éxito se debe contar con obras de infraestructura adecuadas a la naturaleza de las aguas a tratar y con el personal capacitado para llevar a cabo la labores de operación y mantenimiento, así lo establece el Manual de Operación y Mantenimiento del Sistemas de Tratamiento de Aguas Residuales en la población urbana del municipio de Valledupar.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]

General
26 enero, 2015

Se acaba El Tarullal pero se muere el río Cesar

Más de 15.000 familias del suroriente de la ciudad sufrían por los malos olores de la laguna de oxidación, El Tarullal, después de la apertura del Colector Oriental, EL PILÓN inspeccionó el lugar de 53 hectáreas.


En la laguna de oxidación, El Tarullal, las aguas servidas comenzaron a desaparecer. Hoy solamente un 5 % de las mismas sigue llegando al lote de 53 hectáreas. EL PILÓN / Carlos Mario Jiménez.
En la laguna de oxidación, El Tarullal, las aguas servidas comenzaron a desaparecer. Hoy solamente un 5 % de las mismas sigue llegando al lote de 53 hectáreas. EL PILÓN / Carlos Mario Jiménez.

Amaneceres del Valle respira otro aire, con sensación a alivio y pureza, esa misma que se perdió por 20 años tras la exposición de aguas residuales a cielo abierto en el sur de Valledupar.

En la mañana de ayer domingo, EL PILÓN llegó a los barrios donde no llegó el Vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras tras su visita del sábado a Valledupar, en la que hizo oficial la apertura del Colector Oriental de aguas servidas desde la Urbanización Parques de Bolívar – Leandro Díaz.
La historia de la obra de infraestructura hecha tras una inversión de 13.799 millones se remonta a una discusión entre un líder comunitario y el Vicepresidente, cuando este hacía las veces de Ministro de Vivienda.

Era octubre del año 2012, Álvaro Molina, Presiente de La Junta de Acción Comunal del barrio Amaneceres del Valle, expuso las difíciles condiciones de salubridad en las que se encontraba su comunidad debido a la ubicación a menos de 150 metros de la laguna de oxidación, El Tarullal.

“Es lamentable que tengamos que recurrir y pedir plata al Ministro de Vivienda para la construcción del colector de aguas residuales cuando las administraciones locales tienen el presupuesto para ejecutar una obra de vital importancia como es el colector de aguas residuales”, dijo en esa ocasión Molina.

El sábado anterior, cuando Vargas Lleras finalizaba el acto de entregas de cartas del programa de vivienda para ahorradores, Vipa, a 364 familias, dijo “vean aquí está el revoltoso de Álvaro Molina, ahora que nos va a decir, ¿está contento o no?”. En ese instante llamó al líder de Amaneceres del Valle a tarima y le cedió el micrófono: “En todo el suroriente de la ciudad lo que hoy hay es alegría porque podemos respirar un aire puro, gracias a la gestión el Gobierno Nacional y al Alcalde”, sostuvo Molina ante los espectadores, mientras que Germán Vargas lo interrumpió para confrontarlo así: “… un pajarito me dijo que le picó la vena política, que se va mandar para el Concejo, ¿de cuenta de mí colector?”, de inmediato del público se escuchó una carcajada que dejó frío a Molina, quien en un tono bajo respondió con un discurso político.

Lo cierto de todo es que el Gobierno Nacional cumplió a la petición de la comunidad y hoy la realidad para el suroriente de Valledupar es que su hábitat cambió.

La historia de hoy
En unos 20 minutos de recorrido, EL PILÓN comprobó el estado del Sistema de Tratamiento de Aguas Residuales, El Tarullal, al que caían los desechos del norte de la capital del Cesar generando contaminación ambiental para barrios como Amaneceres del Valle, Los Cocos, Los Milagros, San Fernando, Panamá 3, Panamá 2, Los Mayales, entre otros.

“Fueron 15 años tormentosos para mi vida y la de todas estas familias en estos barrios, nunca teníamos nada por estar en zona de protección de las lagunas. El Tarullal tenía un promedio de 20 años de uso y ya íbamos en casi 30, no se justificaba sufrir necesidades por falta de intención política, falta de gestión y también apoyo de los gobiernos locales”, señaló Óscar Peña, vicepresidente de la junta de acción comunal de Amaneceres del Valle.
Mientras Óscar recordaba que él llevó muchas veces a Rodolfo Campo Soto y a Jhonny Pérez Oñate, exalcaldes de Valledupar, para intervenir la zona, su compañero Omero Amaya indicaba con su mano derecha lo que hoy es historia al final de la carrera 44 con calle cuarta: El Tarullal.

A esta laguna de oxidación dejaron de caer el 95 % de las aguas servidas de la ciudad, un cinco lo hace porque no se ha estructurado el Colector Occidental, que recogerá los desechos de las comunas tres y cuatro, y como el Orienal, irán a parar a la planta de tratamiento, El Salguero.

En El Tarullal se percibe otro ambiente, la entrevista se hizo a escasos dos metros de los riachuelos que quedan de la cantidad de agua que llegaba al sitio, que recaía sin ser tratada y descontaminada al río Guatapurí.
“Ya respiramos aire puro, no hay ese foco de contaminación en el barrio, ni en los aledaños, estamos muy contentos porque se logró de una forma elegante. Los olores eran repugnantes, si usted se paraba aquí hace dos meses no soportaría ni podría abrir la boca para preguntar, ni yo para responderle”, señaló Óscar Peña quien le agradeció al exministro Germán Vargas Lleras y al Alcalde de Valledupar por la intervención a la zona.

La inversión para este proyecto fue de 13.799 millones con recursos del Ministerio de Vivienda, “se verán traducidos en el mejoramiento de la calidad de vida y del entorno ambiental de 130.545 habitantes de siete barrios aledaños a la laguna El Tarullal”, indicó el Vicepresidente, Germán Vargas Lleras.
Pero Omero Amaya sostuvo que los barrios aledaños a El Tarullal fueron construidos a menos de mil metros de la laguna de oxidación, “se hizo porque los terrenos eran de privados y el municipio nunca los compró”, aunque existan normas claras de urbanismo lo prohibían.

¿Qué viene?
Al Sistema de Tratamiento de Aguas Residuales, El Tarullal, vertían alrededor del 30 % de las aguas residuales de Valledupar, hoy quedan pocos focos de agua contaminada, los olores putrefactos son inferiores al 90 %.

Con la eliminación de este punto de vertimiento de aguas negras, que generaba un 30 % al río Guatapurí, la Administración Municipal pretende hacer un parque ecológico.

“El Plan de Ordenamiento Territorial contempla el eco parque del río Guatapurí que está aprobado por Corpocesar y que irá al Concejo de Valledupar. Allí tendremos la gran decisión de definir, una vez apruebe el Concejo, que esa margen de extensión de 12 kilómetros, nos dispararía a ser la primera ciudad con mayor espacio público en la ciudad, de 3.3 a casi 15 metros cuadrado por habitante. Ya la laguna (El Tarullal) no está recibiendo aguas residuales, ya los olores prácticamente desaparecieron, para esa laguna de 53 hectáreas tenemos un proyecto para descontaminarla en alianza con Corpocesar, arrancaríamos desde allá con la primera victoria del eco parque el río Guatapurí y comenzaríamos a recuperar el espacio público a la ciudad”, declaró el alcalde, Fredys Socarrás Reales. Este eco parque llevaría el nombre de Aníbal Martínez Zuleta.

¿Y el río Cesar?
Con la puesta en marcha del Colector Oriental de aguas residuales, por parte de la empresa de servicios públicos, Emdupar, ahora aumentará la contaminación en el río Cesar, al que caerán estas aguas después de pasar por la planta de tratamiento El Salguero.

El sistema de tratamiento de aguas residuales del alcantarillado de Valledupar fue diseñado para una población final proyectada al año 2015 de 360.000 habitantes, pero la ciudad creció a unos 450 mil y la capacidad de la misma colapsó.

Para que la planta El Salguero tenga una estabilidad operativa óptima para el año 2043 se requiere una inversión de más de 150 mil millones de pesos. Por lo pronto el Plan Maestro incluye un pre tratamiento a las aguas residuales.
Y el caso del río Cesar no queda ahí, este afluente llega a la ciénaga de Zapatosa que luego finalizan en el río Magdalena, algo más alarmante para las autoridades ambientales del Cesar.

El tratamiento de aguas residuales constituye una medida de mitigación que ayuda a disminuir y controlar la contaminación de los cuerpos de agua, pero para que esta medida tenga éxito se debe contar con obras de infraestructura adecuadas a la naturaleza de las aguas a tratar y con el personal capacitado para llevar a cabo la labores de operación y mantenimiento, así lo establece el Manual de Operación y Mantenimiento del Sistemas de Tratamiento de Aguas Residuales en la población urbana del municipio de Valledupar.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]