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Columnista - 20 enero, 2015

Luis Felipe González

Extraordinario músico integral, caraqueño, ingeniero sanitario de profesión, se desempeña muy bien en la ejecución de todos los instrumentos de orquesta, pero donde más deslumbró fue como cantante en la orquesta de su hermano, el médico ‘Nelson y sus Estrellas’. En las postrimerías de los años 60 irrumpe con su hermano interpretando pachanga, un formato […]

Extraordinario músico integral, caraqueño, ingeniero sanitario de profesión, se desempeña muy bien en la ejecución de todos los instrumentos de orquesta, pero donde más deslumbró fue como cantante en la orquesta de su hermano, el médico ‘Nelson y sus Estrellas’.

En las postrimerías de los años 60 irrumpe con su hermano interpretando pachanga, un formato musical que estaba muy bien posicionado en todo el ambiente de los bailadores, ráfagas de música afrocaribeña que nos llegaba interpretada por una nueva generación de músicos Latinos, residentes en Nueva York.

‘El Son del Papelón’, ‘A la Caseta’, entre otros, fueron sus primeros éxitos conocidos en nuestro país, ante todo en esta zona lejana olvidada y atrasada, con dos pequeñas emisoras de radio, que transmitían el sentir del movimiento musical de esa época, que también nos llegaba a través de potentes emisoras de Cuba, Venezuela, Barranquilla y Bogotá.

Era la época en que ‘Nelson y sus Estrellas’, con el canto de Luis Felipe, se disputaban a base de buen ritmo, centímetro a centímetro el mercado colombiano del disco con otras agrupaciones de Venezuela, ‘Los Melódicos’, ‘La Billos Caracas Boys’, ‘Los Terrícolas’, Nelson Henríquez, ‘La Playa’ y agrupaciones de otros países en diferentes formatos musicales que colonizaron nuestra geografía.

‘El Ritmo Corralero’, agrupación que tuvo mucha aceptación en Venezuela, fue los responsable de que Nelson y Luis Felipe abandonaran su sonido original para incursionar en un nuevo género que les dio el éxito que han cosechado por muchos años, así lo reconoció Luis Felipe.

La radio vallenata estaba manejada por personal foráneo, ante todo por barranquilleros, que obviamente nos impusieron su gusto musical, fuimos colonizados por esa cascada de artistas que dominaron el pentagrama musical de esa época en la arenosa, nosotros no fuimos la excepción; entre los locutores barranquilleros que nos influenciaron rítmicamente, podemos contar al popular ‘Ley’ Martin, quien trabajó en Radio Reloj de la ciudad y Radio Codazzi. Él estuvo en el panel de presentadores de la Palabra Encantada, conversatorio habitual de la casa de la cultura, allí compartió curul con el no menos curtido en la materia, Julio Oñate Martínez, donde ilustraron a los asistentes sobre la vida de Luis Felipe González, quien asistió al acto.

Pero lo extraño es que siendo Nelson y su hermano Luis Felipe un grupo musical fuerte aquí en Valledupar, en los años 70, con éxitos arrolladores como ‘La Sirena’, ‘Payaso’, ‘El Porro’, ‘Besitos del Corazón’, ‘El Emperadorcito’ y otras treintenas de canciones más, que se la pasaban permanentemente de gira por nuestro país, con los mismos empresarios, Caseta Matecaña, Caseta La Saporrita, estos trashumantes caseteros que ponían eventos en Valledupar cada año para el Festival Vallenato, nunca se les ocurrió traer al Valle esta agrupación en pleno fragor de sus éxitos. Pasaron cuarenta años para darnos el gusto de deleitarnos con sus canciones, eso sí, con nuestras sienes adornadas con las hojas blancas que reflejan el paso del tiempo, gracias al otoñal alcalde Freddy Socarras, quien fue quien más gozó.

Columnista
20 enero, 2015

Luis Felipe González

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Celso Guerra Gutiérrez

Extraordinario músico integral, caraqueño, ingeniero sanitario de profesión, se desempeña muy bien en la ejecución de todos los instrumentos de orquesta, pero donde más deslumbró fue como cantante en la orquesta de su hermano, el médico ‘Nelson y sus Estrellas’. En las postrimerías de los años 60 irrumpe con su hermano interpretando pachanga, un formato […]


Extraordinario músico integral, caraqueño, ingeniero sanitario de profesión, se desempeña muy bien en la ejecución de todos los instrumentos de orquesta, pero donde más deslumbró fue como cantante en la orquesta de su hermano, el médico ‘Nelson y sus Estrellas’.

En las postrimerías de los años 60 irrumpe con su hermano interpretando pachanga, un formato musical que estaba muy bien posicionado en todo el ambiente de los bailadores, ráfagas de música afrocaribeña que nos llegaba interpretada por una nueva generación de músicos Latinos, residentes en Nueva York.

‘El Son del Papelón’, ‘A la Caseta’, entre otros, fueron sus primeros éxitos conocidos en nuestro país, ante todo en esta zona lejana olvidada y atrasada, con dos pequeñas emisoras de radio, que transmitían el sentir del movimiento musical de esa época, que también nos llegaba a través de potentes emisoras de Cuba, Venezuela, Barranquilla y Bogotá.

Era la época en que ‘Nelson y sus Estrellas’, con el canto de Luis Felipe, se disputaban a base de buen ritmo, centímetro a centímetro el mercado colombiano del disco con otras agrupaciones de Venezuela, ‘Los Melódicos’, ‘La Billos Caracas Boys’, ‘Los Terrícolas’, Nelson Henríquez, ‘La Playa’ y agrupaciones de otros países en diferentes formatos musicales que colonizaron nuestra geografía.

‘El Ritmo Corralero’, agrupación que tuvo mucha aceptación en Venezuela, fue los responsable de que Nelson y Luis Felipe abandonaran su sonido original para incursionar en un nuevo género que les dio el éxito que han cosechado por muchos años, así lo reconoció Luis Felipe.

La radio vallenata estaba manejada por personal foráneo, ante todo por barranquilleros, que obviamente nos impusieron su gusto musical, fuimos colonizados por esa cascada de artistas que dominaron el pentagrama musical de esa época en la arenosa, nosotros no fuimos la excepción; entre los locutores barranquilleros que nos influenciaron rítmicamente, podemos contar al popular ‘Ley’ Martin, quien trabajó en Radio Reloj de la ciudad y Radio Codazzi. Él estuvo en el panel de presentadores de la Palabra Encantada, conversatorio habitual de la casa de la cultura, allí compartió curul con el no menos curtido en la materia, Julio Oñate Martínez, donde ilustraron a los asistentes sobre la vida de Luis Felipe González, quien asistió al acto.

Pero lo extraño es que siendo Nelson y su hermano Luis Felipe un grupo musical fuerte aquí en Valledupar, en los años 70, con éxitos arrolladores como ‘La Sirena’, ‘Payaso’, ‘El Porro’, ‘Besitos del Corazón’, ‘El Emperadorcito’ y otras treintenas de canciones más, que se la pasaban permanentemente de gira por nuestro país, con los mismos empresarios, Caseta Matecaña, Caseta La Saporrita, estos trashumantes caseteros que ponían eventos en Valledupar cada año para el Festival Vallenato, nunca se les ocurrió traer al Valle esta agrupación en pleno fragor de sus éxitos. Pasaron cuarenta años para darnos el gusto de deleitarnos con sus canciones, eso sí, con nuestras sienes adornadas con las hojas blancas que reflejan el paso del tiempo, gracias al otoñal alcalde Freddy Socarras, quien fue quien más gozó.