“Me parece increíble que yo vaya a subirme en un avión”, fue lo primero que dijo Julio Andrés Iguarán Gámez, un niño de 12 años, que juega de delantero y hace parte de la Selección Valledupar que viajará en marzo a Francia para participar en el Torneo de Pascuas.

Entre los 13 niños que estaban sentados junto al cuerpo técnico y al alcalde Fredys Socarrás, fue el que más llamó la atención, su mirada lo decía todo, estaba temeroso pero a la vez feliz; sus labios deletreaban cada palabra que decían los que se acercaban al micrófono, sus manos estaban juntas en medio de las rodillas que se mecían mientras el evento transcurría, todo eso fue más que una entrevista, su lenguaje corporal lo decía todo. Su ser ‘brincaba’ de la dicha porque tendría uniforme nuevo, y no cualquiera, si no el que lo acompañaría a ese viaje que anhela con ansías.

El evento continúo y mientras se hacía la introducción de la preparación de esos varones y ‘pasita’ (Ladis Calvo, la única niña que está en el grupo) que pertenecen a clubes como el Valledupar FC, Benfica, Futuras Estrellas, Rayo Vallecano, entre otros; Julio Andrés intensificaba el movimiento de sus manos en señal de desesperación, quería escuchar su nombre en la presentación y que sus padres lo vieran hacer realidad su sueño de sobresalir en este deporte.

Aunque apenas es el inicio, quizás muchos de ellos logren lo que Brayan Rovira, jugador cesarense que viajó en el primer grupo a Francia y que ahora hace parte del Atlético Nacional y la Selección Colombia Sub 20.
A propósito de Rovira, en la programación emitieron un saludo que grabó desde Uruguay para todos los niños que hacen parte de la Selección Valledupar, les dijo que creyeran en sí y que después del Torneo de Pascuas pase lo que pase, no se alejen de sus sueños.

Régulo Pineda, jefe de misión de la delegación habló sobre el proyecto que busca hacer una obra social mediante el deporte y se refirió a un chico que como Rovira fue a Francia con el primer conjunto pero tomó otro camino y ahora está recluido en un centro carcelario.

Después de varias intervenciones, se entregó el uniforme a cada jugador, era el tiempo de Julio Andrés, se puso de pie sonrió y recibió su tesoro más preciado.

“Me siento muy feliz y contento, es mi primera vez de viajar en un avión y conocer otro país”, afirmó con una gran sonrisa, el delantero de 12 años que no pudo contener su emoción.
Junto con él, los demás niños viajarán el 25 de marzo a Bogotá y cinco días más tarde partirán hacia París.

Opiniones

Jesús David Gómez, jugador: Muchas gracias por el apoyo, les aseguro que nos traeremos ese trofeo de Francia.

Belkis Gámez, madre de familia: En representación de todos los padres de familia, le doy las gracias por apoyarnos en este proyecto, porque no son trece niños que van por un sueño sino trece familias.