El Foro Minería y Petróleo: retos, mitos y realidades, organizado por EL PILÓN, reunió a distintos sectores de la industria, además de la academia, que hablaron especialmente sobre las incidencias de la minería y el petróleo en la economía.
Diversas posiciones, explicaciones, cifras, conceptos y conclusiones se escucharon durante el Foro Minería y Petróleo: retos, mitos y realidades, organizado por EL PILÓN, que reunió a distintos actores del sector minero-ambiental del país.
El encuentro empresarial-académico fue abierto por el director de EL PILÓN, Martín Mendoza, quien advirtió que ese sería un escenario “necesario para que fluya la comunicación entre comunidades, autoridades y el sector minero- energético”.
Esta iniciativa fue acompañada por empresas como Drummond, ConocoPhillips y la Fundación Universitaria del Área Andina, siendo la explotación de carbón a cielo abierto, la fracturación del suelo con técnicas de explotación de yacimientos no convencionales, los principales temas evidenciados a través de panelistas y académicos especializados en el Cesar y otras zonas del país.
El secretario de Ambiente, Andrés Arturo Fernández, dijo en representación del Gobierno departamental que el foro era un “espacio de aprendizaje para conocer uno de los sectores que más ha cobrado importancia en el Cesar”. Recalcó que los cesarenses son “apáticos” a los temas medioambientales y especialmente los mineros.
“Cuando llegamos a los sectores cesarenses encontramos gente apática a los temas medioambientales y mineros. Esto nos obliga a hablar de los hechos mineros, de que el país tiene como responsabilidad asumir la posición de como la minería es una realidad y como la llevamos en todo lo que nos indica sobre los efectos del cambio climático”, dijo Fernández.
La rectora de Areandina Valledupar, Gelca Gutiérrez, manifestó que esta institución de educación superior “promueve la minería bien hecha. Esta es una oportunidad de oro para abordar un tema que genera diversas opiniones. Estudiantes: aprovechen al máximo lo que aquí va a suceder”.
La pequeña minería
Uno de los frentes intervenidos por la Gobernación del Cesar, a través de la Secretaría de Minas, son los pequeños productores de este sector especialmente en la vereda El Cielo, así como los paleros de Guacoche y los ladrilleros de Las Casitas. Todo esto zona rural de Valledupar.
Hasta ahora, hay registrados 1.562 pequeños mineros conformados en 11 asociaciones y cuatro cooperativas, ubicadas en Valledupar, Aguachica, Chiriguaná, San Alberto, El Copey, Pailitas, entre otros.
“Estos eran mineros maltratados, creamos veedurías ciudadanas, no para perseguirlos sino para acompañarlos en sus procesos; hoy brindamos asistencia técnica y jurídica, capacitaciones en temas relevantes como fortalecimiento empresarial, competitividad y productividad, seguridad y salud en el trabajo”, declaró Galvis, quien además dijo que junto a la Policía de Infancia y Adolescencia retiraron a menores que ejercían labores en las minas.
La funcionaria entregó los datos de la minería en el Cesar, donde existe un área total de 2.237.476.63 hectáreas, de ellas existe un área titulada de 308.895.179 hectáreas (equivale al 13.8 % del departamento). Hay 291 títulos mineros vigentes; exploración (10), construcción y montaje (29), explotación (262). Y los minerales con mayor título son materiales de construcción (215), seguidos del carbón (49), oro y metales preciosos (11), entre otros (16).
Entorno académico
La academia frente a los retos de la producción minera y de hidrocarburos fue lo tocado por el docente investigador y geólogo Amat Zuluaga, integrante de la Fundación Universitaria del Área Andina.
Advirtió que satisfacer las necesidades que implica el incremento poblacional en el mundo desde la industria es una de las tesis para temas como la generación de nuevas alternativas, por eso cree “debe existir cohesión entre industria, Gobierno, academia y comunidades, para poder desarrollar los proyectos de yacimientos no convencionales”, manifestó Zuluaga.
“Se tienen muchos mitos referente a la propagación de fracturas, pero cuando haces perforaciones a profundidades de cuatro kilómetros, matemáticamente es imposible que una fractura alcance las fuentes de aguas aprovechables”, agregó el docente universitario.
Otro punto de vista entregó el vicepresidente de Seguimiento, Control y Seguridad Minera de la Agencia Nacional de Minería, Javier García Granados, quien reiteró el llamado a desmitificar la actividad minera en Colombia y habló sobre los retos del sector.
“Debemos sacar de la mente de la gente que la minería es nociva. La minería en cambio es una actividad que, si se hace bien hecha y con todos los estándares de calidad y legalidad, dará las herramientas necesarias para construir país”, sostuvo el alto funcionario.
García Granados recordó en su intervención que no se hace minería en cualquier lugar del país, sino donde la autoridad ambiental lo permita. En el país hay solo el 3 % del territorio nacional (3.7 millones de hectáreas), ya sea para autorizaciones temporales o como contratos de concesión. A su vez explicó que el 28 % del territorio está declarado como áreas protegidas, es decir que en 32 millones de hectáreas está prohibido realizar cualquier actividad minera.
Del total de la actividad extractiva del país el 52 % es de materiales de construcción y 6 % de calizas; oro y metales preciosos el 17 %, el carbón el 16 % y otros minerales el 7 %.
Uno de los retos es la creación del catastro minero, donde se tienen las áreas dibujadas y la información de cada una de las concesiones; “el catastro que tiene hoy en día el país no es suficiente para satisfacer esas necesidades. El Gobierno y la Agencia Nacional de Minería han venido trabajando en cómo disponer de un catastro minero que nos permita suplir todas esas necesidades; el proyecto arrancó el año pasado, a través de un convenio con el Gobierno canadiense, y la apuesta es que lo tengamos en aproximadamente un año, funcionando totalmente”, aseveró García Granados.
También entregó su concepto Yesica Prieto, coordinadora de proyectos de la ONG Crudo Transparente, una organización civil dedicada a analizar, socializar e informar los impactos socioeconómicos del sector de hidrocarburos del país.
Momento crucial
El fracking30, uno de los temas polémicos en los últimos años en Colombia, por la intervención de ConocoPhillips en municipios como San Martín, Aguachica y Río de Oro, sur del Cesar, fue analizado y explicado por integrantes del sector petrolero.
Uno de ellos fue Julio César Vera, presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleo, quien considera posible una explotación sostenible de los recursos.
“Existen unos riesgos, como cualquier actividad productiva en el mundo, pero con el uso de unos altos estándares y aplicación de las mejores prácticas disponibles, no habrá afectación de acuíferos, ni sismos, ni mucho menos contaminación atmosférica”, manifestó Vera.
Solo hace un día, el contralor Edgardo Maya Villazón fijó su posición frente a los licenciamientos que estudia el Gobierno Nacional para la puesta en marcha del fracking.
Señaló que el país no está suficientemente preparado para mitigar los riesgos y afectaciones de técnicas de explotación de yacimientos no convencionales de hidrocarburos, esperanzado en que el gobierno de Iván Duque establezca como mínimo una moratoria (o suspensión) en la aplicación de la misma.
Por esta razón, Rafael Hertz, vicepresidente de la Asociación Colombiana de Petróleo, advirtió que este sector de hidrocarburos es un aliado estratégico para el desarrollo del país, pero invitó a aplicar una estrategia conjunta de comunicación desde las empresas, el Gobierno y las comunidades: “Nadie quiere cambiar agua por petróleo, ni agricultura por petróleo”.
Claramente ConocoPhillips recibe las críticas de los organismos de control y también de las entidades opositoras a esta práctica, específicamente en el Magdalena Medio. Por eso Fernando Ávila, gerente para Latinoamérica de ConocoPhillips, llegó al foro y pidió “el chance de tener nuevos horizontes (…) ConocoPhillips atendió el llamado del Gobierno Nacional y hemos obtenido dos contratos, ubicados en el Cesar, en la zona sur”, dichos contratos fueron suscritos en 2015 para San Martín y otro para Aguachica, donde no han realizado actividad alguna.
ConocoPhillips actualmente está a la espera del resultado del proceso evaluativo aplicado por el Gobierno colombiano, para la obtención de la licencia ambiental.
Álex Martínez, gerente general de Operaciones en Colombia de la entidad, le dijo al público asistente al foro que la implementación del fracking es una práctica desde 1947 y desde entonces han sido fracturados más de un millón de pozos en Estados Unidos.
“Colombia tiene los estándares más altos en el mundo. No sé si será económico trabajar con lo que me están pidiendo con este reglamento. Pero si no es rentable no podemos ingresar al negocio (…) la ingeniería que usamos para la construcción del pozo es la misma que usamos para ir a la luna, por eso necesitamos ingenieros petroleros, civiles y geológicos, que van a la construcción. Se tarda casi un año para hacer los diseños y todo para protección”, señaló
Martínez, que destacó también la utilización de 13 a 15 químicos durante el proceso.
“No vamos a competir por el agua de las comunidades”, afirmó el directivo.
La parte ambiental de ConocoPhillips está en manos de Juanita Gil. Se refirió a los aspectos de los proyectos VMM2 y VMM3, el primero de 26.000 hectáreas y el segundo de 33.000, como áreas contratadas.
“Queremos explorar y evaluar parte del potencial de los yacimientos en los bloques”, manifestó Gil, quien dijo que proponen alternativas de suministro de agua como compra a terceros autorizados, captación superficial y hasta explotación de pozos subterráneos.
“Revisamos que fueran ya áreas intervenidas por actividades productivas como la ganadería, también este diseño de proyectos tan pequeños nos permite reducir la incertidumbre de los impactos”, aclaró Juanita Gil.
La especialista ambiental de la multinacional aclaró que las licencias ambientales, solicitadas al Gobierno Nacional, son para seis y nueve años respectivamente para cada proyecto, y en caso de no tener los resultados esperados pasarían a una fase de abandono.
Finalmente Davier Tarazona de la zona Pita Limón, Luis Tarazona de Sabana de Buenavista, Stevenson Estrada de San Martín y Karen Sarabia Trillos de Sabana de San Lorenzo, expusieron su experiencia desde la parte social con ConocoPhillips.
Como compromiso, los invitados y directivos de ConocoPhillips acordaron que un nuevo debate académico debe realizarse en San Martín y en las áreas de influencia del proyecto de fracking.
El Foro Minería y Petróleo: retos, mitos y realidades, organizado por EL PILÓN, reunió a distintos sectores de la industria, además de la academia, que hablaron especialmente sobre las incidencias de la minería y el petróleo en la economía.
Diversas posiciones, explicaciones, cifras, conceptos y conclusiones se escucharon durante el Foro Minería y Petróleo: retos, mitos y realidades, organizado por EL PILÓN, que reunió a distintos actores del sector minero-ambiental del país.
El encuentro empresarial-académico fue abierto por el director de EL PILÓN, Martín Mendoza, quien advirtió que ese sería un escenario “necesario para que fluya la comunicación entre comunidades, autoridades y el sector minero- energético”.
Esta iniciativa fue acompañada por empresas como Drummond, ConocoPhillips y la Fundación Universitaria del Área Andina, siendo la explotación de carbón a cielo abierto, la fracturación del suelo con técnicas de explotación de yacimientos no convencionales, los principales temas evidenciados a través de panelistas y académicos especializados en el Cesar y otras zonas del país.
El secretario de Ambiente, Andrés Arturo Fernández, dijo en representación del Gobierno departamental que el foro era un “espacio de aprendizaje para conocer uno de los sectores que más ha cobrado importancia en el Cesar”. Recalcó que los cesarenses son “apáticos” a los temas medioambientales y especialmente los mineros.
“Cuando llegamos a los sectores cesarenses encontramos gente apática a los temas medioambientales y mineros. Esto nos obliga a hablar de los hechos mineros, de que el país tiene como responsabilidad asumir la posición de como la minería es una realidad y como la llevamos en todo lo que nos indica sobre los efectos del cambio climático”, dijo Fernández.
La rectora de Areandina Valledupar, Gelca Gutiérrez, manifestó que esta institución de educación superior “promueve la minería bien hecha. Esta es una oportunidad de oro para abordar un tema que genera diversas opiniones. Estudiantes: aprovechen al máximo lo que aquí va a suceder”.
La pequeña minería
Uno de los frentes intervenidos por la Gobernación del Cesar, a través de la Secretaría de Minas, son los pequeños productores de este sector especialmente en la vereda El Cielo, así como los paleros de Guacoche y los ladrilleros de Las Casitas. Todo esto zona rural de Valledupar.
Hasta ahora, hay registrados 1.562 pequeños mineros conformados en 11 asociaciones y cuatro cooperativas, ubicadas en Valledupar, Aguachica, Chiriguaná, San Alberto, El Copey, Pailitas, entre otros.
“Estos eran mineros maltratados, creamos veedurías ciudadanas, no para perseguirlos sino para acompañarlos en sus procesos; hoy brindamos asistencia técnica y jurídica, capacitaciones en temas relevantes como fortalecimiento empresarial, competitividad y productividad, seguridad y salud en el trabajo”, declaró Galvis, quien además dijo que junto a la Policía de Infancia y Adolescencia retiraron a menores que ejercían labores en las minas.
La funcionaria entregó los datos de la minería en el Cesar, donde existe un área total de 2.237.476.63 hectáreas, de ellas existe un área titulada de 308.895.179 hectáreas (equivale al 13.8 % del departamento). Hay 291 títulos mineros vigentes; exploración (10), construcción y montaje (29), explotación (262). Y los minerales con mayor título son materiales de construcción (215), seguidos del carbón (49), oro y metales preciosos (11), entre otros (16).
Entorno académico
La academia frente a los retos de la producción minera y de hidrocarburos fue lo tocado por el docente investigador y geólogo Amat Zuluaga, integrante de la Fundación Universitaria del Área Andina.
Advirtió que satisfacer las necesidades que implica el incremento poblacional en el mundo desde la industria es una de las tesis para temas como la generación de nuevas alternativas, por eso cree “debe existir cohesión entre industria, Gobierno, academia y comunidades, para poder desarrollar los proyectos de yacimientos no convencionales”, manifestó Zuluaga.
“Se tienen muchos mitos referente a la propagación de fracturas, pero cuando haces perforaciones a profundidades de cuatro kilómetros, matemáticamente es imposible que una fractura alcance las fuentes de aguas aprovechables”, agregó el docente universitario.
Otro punto de vista entregó el vicepresidente de Seguimiento, Control y Seguridad Minera de la Agencia Nacional de Minería, Javier García Granados, quien reiteró el llamado a desmitificar la actividad minera en Colombia y habló sobre los retos del sector.
“Debemos sacar de la mente de la gente que la minería es nociva. La minería en cambio es una actividad que, si se hace bien hecha y con todos los estándares de calidad y legalidad, dará las herramientas necesarias para construir país”, sostuvo el alto funcionario.
García Granados recordó en su intervención que no se hace minería en cualquier lugar del país, sino donde la autoridad ambiental lo permita. En el país hay solo el 3 % del territorio nacional (3.7 millones de hectáreas), ya sea para autorizaciones temporales o como contratos de concesión. A su vez explicó que el 28 % del territorio está declarado como áreas protegidas, es decir que en 32 millones de hectáreas está prohibido realizar cualquier actividad minera.
Del total de la actividad extractiva del país el 52 % es de materiales de construcción y 6 % de calizas; oro y metales preciosos el 17 %, el carbón el 16 % y otros minerales el 7 %.
Uno de los retos es la creación del catastro minero, donde se tienen las áreas dibujadas y la información de cada una de las concesiones; “el catastro que tiene hoy en día el país no es suficiente para satisfacer esas necesidades. El Gobierno y la Agencia Nacional de Minería han venido trabajando en cómo disponer de un catastro minero que nos permita suplir todas esas necesidades; el proyecto arrancó el año pasado, a través de un convenio con el Gobierno canadiense, y la apuesta es que lo tengamos en aproximadamente un año, funcionando totalmente”, aseveró García Granados.
También entregó su concepto Yesica Prieto, coordinadora de proyectos de la ONG Crudo Transparente, una organización civil dedicada a analizar, socializar e informar los impactos socioeconómicos del sector de hidrocarburos del país.
Momento crucial
El fracking30, uno de los temas polémicos en los últimos años en Colombia, por la intervención de ConocoPhillips en municipios como San Martín, Aguachica y Río de Oro, sur del Cesar, fue analizado y explicado por integrantes del sector petrolero.
Uno de ellos fue Julio César Vera, presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleo, quien considera posible una explotación sostenible de los recursos.
“Existen unos riesgos, como cualquier actividad productiva en el mundo, pero con el uso de unos altos estándares y aplicación de las mejores prácticas disponibles, no habrá afectación de acuíferos, ni sismos, ni mucho menos contaminación atmosférica”, manifestó Vera.
Solo hace un día, el contralor Edgardo Maya Villazón fijó su posición frente a los licenciamientos que estudia el Gobierno Nacional para la puesta en marcha del fracking.
Señaló que el país no está suficientemente preparado para mitigar los riesgos y afectaciones de técnicas de explotación de yacimientos no convencionales de hidrocarburos, esperanzado en que el gobierno de Iván Duque establezca como mínimo una moratoria (o suspensión) en la aplicación de la misma.
Por esta razón, Rafael Hertz, vicepresidente de la Asociación Colombiana de Petróleo, advirtió que este sector de hidrocarburos es un aliado estratégico para el desarrollo del país, pero invitó a aplicar una estrategia conjunta de comunicación desde las empresas, el Gobierno y las comunidades: “Nadie quiere cambiar agua por petróleo, ni agricultura por petróleo”.
Claramente ConocoPhillips recibe las críticas de los organismos de control y también de las entidades opositoras a esta práctica, específicamente en el Magdalena Medio. Por eso Fernando Ávila, gerente para Latinoamérica de ConocoPhillips, llegó al foro y pidió “el chance de tener nuevos horizontes (…) ConocoPhillips atendió el llamado del Gobierno Nacional y hemos obtenido dos contratos, ubicados en el Cesar, en la zona sur”, dichos contratos fueron suscritos en 2015 para San Martín y otro para Aguachica, donde no han realizado actividad alguna.
ConocoPhillips actualmente está a la espera del resultado del proceso evaluativo aplicado por el Gobierno colombiano, para la obtención de la licencia ambiental.
Álex Martínez, gerente general de Operaciones en Colombia de la entidad, le dijo al público asistente al foro que la implementación del fracking es una práctica desde 1947 y desde entonces han sido fracturados más de un millón de pozos en Estados Unidos.
“Colombia tiene los estándares más altos en el mundo. No sé si será económico trabajar con lo que me están pidiendo con este reglamento. Pero si no es rentable no podemos ingresar al negocio (…) la ingeniería que usamos para la construcción del pozo es la misma que usamos para ir a la luna, por eso necesitamos ingenieros petroleros, civiles y geológicos, que van a la construcción. Se tarda casi un año para hacer los diseños y todo para protección”, señaló
Martínez, que destacó también la utilización de 13 a 15 químicos durante el proceso.
“No vamos a competir por el agua de las comunidades”, afirmó el directivo.
La parte ambiental de ConocoPhillips está en manos de Juanita Gil. Se refirió a los aspectos de los proyectos VMM2 y VMM3, el primero de 26.000 hectáreas y el segundo de 33.000, como áreas contratadas.
“Queremos explorar y evaluar parte del potencial de los yacimientos en los bloques”, manifestó Gil, quien dijo que proponen alternativas de suministro de agua como compra a terceros autorizados, captación superficial y hasta explotación de pozos subterráneos.
“Revisamos que fueran ya áreas intervenidas por actividades productivas como la ganadería, también este diseño de proyectos tan pequeños nos permite reducir la incertidumbre de los impactos”, aclaró Juanita Gil.
La especialista ambiental de la multinacional aclaró que las licencias ambientales, solicitadas al Gobierno Nacional, son para seis y nueve años respectivamente para cada proyecto, y en caso de no tener los resultados esperados pasarían a una fase de abandono.
Finalmente Davier Tarazona de la zona Pita Limón, Luis Tarazona de Sabana de Buenavista, Stevenson Estrada de San Martín y Karen Sarabia Trillos de Sabana de San Lorenzo, expusieron su experiencia desde la parte social con ConocoPhillips.
Como compromiso, los invitados y directivos de ConocoPhillips acordaron que un nuevo debate académico debe realizarse en San Martín y en las áreas de influencia del proyecto de fracking.