La Superintendencia Nacional de Salud retrasó la medida cautelar de vigilancia especial al centro asistencial por un año más, que había comenzado en diciembre de 2016.
Pasaron cerca de 365 días para que el Hospital San Andrés, en el municipio de Chiriguaná, reabriera sus puertas después de que en junio del año anterior, al no contar con presupuesto para la continuidad del segundo nivel, sus directivas decidieron suspenderlo y dejarlo en otras palabras como centro de salud.
En la mañana de ayer, el gobernador Francisco Ovalle Angarita dio apertura a un plan especial que permitió la reapertura del segundo nivel por etapas, además de la consulta ambulatoria de las especialidades básicas: pediatría, ginecología, medicina interna, cirugía general y anestesiología, así como las cirugías programadas de ginecología y cirugía general.
“Esta medida también permitió que con la depuración de cartera y pasivos el hospital quedará en riesgo alto, en la clasificación que anualmente hacen los ministerios de Salud y Hacienda, lo cual le permite entrar en un programa de saneamiento fiscal y financiero donde el departamento y la nación concurren con recursos para cubrir los pasivos del hospital que hoy están calculados en $13.000 millones”, declaró la secretaria de Salud Departamental, Carmen Sofía Daza.
Según explicó Daza, el gobierno departamental conoció la realidad del centro hospitalario a partir del mes de abril, cuando inició acciones de recuperación como fue suscribir convenios de salud pública, hacer asistencia técnica permanente con el grupo de reorganización, apoyarlo para mejorar la contratación con las EPS, hacer cesiones de crédito con las mismas para que recibiera los recursos adeudados, entre otros.
“En diciembre, luego de un minucioso análisis se pide a la Superintendencia Nacional de Salud una medida de vigilancia especial al hospital que durante el primer trimestre permitió tener claridad sobre la cartera, los pasivos y mejorar los procesos administrativos y asistenciales, especialmente en lo relacionado con la calidad de la atención”, advirtió la Secretaria de Salud.
EL PILÓN conoció que la Superintendencia Nacional de Salud retrasó la medida cautelar de vigilancia especial por un año más, que había comenzado en diciembre de 2016, después de un requerimiento hecho por el gobernador Francisco Ovalle Angarita.
“Para enero de 2018 se espera la apertura de la urgencia y hospitalización de segundo nivel; también iniciar la tercerización de la UCI para dar este servicio a todo el centro del departamento”, aclaró Carmen Sofía Daza.
En 2016, el Ministerio de Salud y Protección Social, a través de la Resolución 2184 de 2016, categorizó por departamentos el riesgo de las Empresas Sociales del Estado (ESE), para que cada región tuviera conocimiento de la magnitud de la crisis y de esta manera las ESE pudieran presentar un programa de saneamiento fiscal y financiero ante el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
En el Cesar evidenciaron que 11 de los 28 hospitales e instituciones de rehabilitación se encontraban los rangos de riesgo alto y bajo a nivel financiero: San José de Becerril, el de Tamalameque, el Lázaro Alfonso Hernández Lara de San Alberto y el San José de La Gloria, con riesgo alto.
En este sentido, los demás centros hospitalarios que se encuentran en riesgo, según la calificación del Ministerio son: Inmaculada Concepción de Chimichagua, Regional San Andrés de Chiriguaná, Olaya Herrera de Gamarra, así como el Instituto Departamental de Rehabilitación y Educación Especial, Idreec, y otros más.
Por medio de la resolución 3927 del 12 de diciembre 2016, la Superintendencia Nacional de Salud ordenó la medida cautelar de vigilancia especial por un término de seis meses al Hospital Regional San Andrés de Chiriguaná. Entre los principales indicadores que motivaron la decisión estaban: deudas por concepto de salarios o prestaciones con personal de planta por $783 millones, equivalentes a seis meses de salario en promedio; deudas acumuladas con contratistas por valor de $3.382 millones; entre otras.
En el Hospital San Andrés de Chiriguaná se reabrieron los servicios de atención de medicina interna, ginecología, pediatría, anestesiología y cirugía general.
Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]
La Superintendencia Nacional de Salud retrasó la medida cautelar de vigilancia especial al centro asistencial por un año más, que había comenzado en diciembre de 2016.
Pasaron cerca de 365 días para que el Hospital San Andrés, en el municipio de Chiriguaná, reabriera sus puertas después de que en junio del año anterior, al no contar con presupuesto para la continuidad del segundo nivel, sus directivas decidieron suspenderlo y dejarlo en otras palabras como centro de salud.
En la mañana de ayer, el gobernador Francisco Ovalle Angarita dio apertura a un plan especial que permitió la reapertura del segundo nivel por etapas, además de la consulta ambulatoria de las especialidades básicas: pediatría, ginecología, medicina interna, cirugía general y anestesiología, así como las cirugías programadas de ginecología y cirugía general.
“Esta medida también permitió que con la depuración de cartera y pasivos el hospital quedará en riesgo alto, en la clasificación que anualmente hacen los ministerios de Salud y Hacienda, lo cual le permite entrar en un programa de saneamiento fiscal y financiero donde el departamento y la nación concurren con recursos para cubrir los pasivos del hospital que hoy están calculados en $13.000 millones”, declaró la secretaria de Salud Departamental, Carmen Sofía Daza.
Según explicó Daza, el gobierno departamental conoció la realidad del centro hospitalario a partir del mes de abril, cuando inició acciones de recuperación como fue suscribir convenios de salud pública, hacer asistencia técnica permanente con el grupo de reorganización, apoyarlo para mejorar la contratación con las EPS, hacer cesiones de crédito con las mismas para que recibiera los recursos adeudados, entre otros.
“En diciembre, luego de un minucioso análisis se pide a la Superintendencia Nacional de Salud una medida de vigilancia especial al hospital que durante el primer trimestre permitió tener claridad sobre la cartera, los pasivos y mejorar los procesos administrativos y asistenciales, especialmente en lo relacionado con la calidad de la atención”, advirtió la Secretaria de Salud.
EL PILÓN conoció que la Superintendencia Nacional de Salud retrasó la medida cautelar de vigilancia especial por un año más, que había comenzado en diciembre de 2016, después de un requerimiento hecho por el gobernador Francisco Ovalle Angarita.
“Para enero de 2018 se espera la apertura de la urgencia y hospitalización de segundo nivel; también iniciar la tercerización de la UCI para dar este servicio a todo el centro del departamento”, aclaró Carmen Sofía Daza.
En 2016, el Ministerio de Salud y Protección Social, a través de la Resolución 2184 de 2016, categorizó por departamentos el riesgo de las Empresas Sociales del Estado (ESE), para que cada región tuviera conocimiento de la magnitud de la crisis y de esta manera las ESE pudieran presentar un programa de saneamiento fiscal y financiero ante el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
En el Cesar evidenciaron que 11 de los 28 hospitales e instituciones de rehabilitación se encontraban los rangos de riesgo alto y bajo a nivel financiero: San José de Becerril, el de Tamalameque, el Lázaro Alfonso Hernández Lara de San Alberto y el San José de La Gloria, con riesgo alto.
En este sentido, los demás centros hospitalarios que se encuentran en riesgo, según la calificación del Ministerio son: Inmaculada Concepción de Chimichagua, Regional San Andrés de Chiriguaná, Olaya Herrera de Gamarra, así como el Instituto Departamental de Rehabilitación y Educación Especial, Idreec, y otros más.
Por medio de la resolución 3927 del 12 de diciembre 2016, la Superintendencia Nacional de Salud ordenó la medida cautelar de vigilancia especial por un término de seis meses al Hospital Regional San Andrés de Chiriguaná. Entre los principales indicadores que motivaron la decisión estaban: deudas por concepto de salarios o prestaciones con personal de planta por $783 millones, equivalentes a seis meses de salario en promedio; deudas acumuladas con contratistas por valor de $3.382 millones; entre otras.
En el Hospital San Andrés de Chiriguaná se reabrieron los servicios de atención de medicina interna, ginecología, pediatría, anestesiología y cirugía general.
Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]