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Judicial - 21 octubre, 2016

“A mi hijo lo desaparecieron dos tipos en una motocicleta”

La madre del menor de 15 años, asesinado en el sur de Valledupar, Cristina Isabel Granados Bossio, pide a las autoridades celeridad en las investigaciones para esclarecer el caso.

Brayan Kaleth Granados Bossio.
Brayan Kaleth Granados Bossio.

Mediante el cotejo de las huellas dactilares fue identificado plenamente el cuerpo de Brayan Kaleth Granados Bossio, de 15 años, hallado muerto la tarde del pasado martes en un lote enmontado de los barrios Chiriquí y El Edén, al sur de Valledupar.

De acuerdo con el reporte de las autoridades, el resultado de las pruebas enviadas a Bucaramanga serán entregadas entre quince días, para conocer las causas de la muerte del adolescente.

Sin conocer las investigaciones de las autoridades, Cristina Isabel Granados Bossio reconoció el cadáver de su hijo el mismo día del hallazgo y ayer narró cómo se presentó la desaparición del joven.

“Eran las 9:00 de la noche del pasado, mi hijo me dijo que le diera para comprar una salchipapa que tenía que comprar en la urbanización Nando Marín. Yo le di los 4.500 pesos y salió a comprarla, quince minutos después me vinieron a avisar que a mi hijo lo habían abordado dos tipos en una motocicleta mientras esperaba la salchipapa; que lo habían privado de un golpe en la cabeza con la cacha de un revólver y de esa manera lo montaron en la moto y se lo llevaron. Antes de que los asesinos se fueran, uno de ellos hizo un tiro al aire, para que no fueran perseguidos. Una vez me enteré seguí el rastro de la motocicleta, lo busqué por todas partes en compañía de la Policía, pero no lo encontramos. Parece que a él no lo mataron esa misma noche, sino horas después y el cadáver arrojado en el pajal, porque el día que encontraron el cuerpo, aún estaba fresco. Parece que le rociaron un ácido en la cabeza y en otras partes del cuerpo que le causaron la pérdida de su tejido blanco. No creo que haya sido devorado por aves de rapiña, animales del campo y perros”, explicó la inconsolable madre.

¿Qué dice la Policía?

El comandante de la Policía Cesar, coronel Diego Rosero Giraldo, anunció que avanzan las investigaciones para esclarecer los hechos, que trabajan sobre algunas características de los posibles asesinos que entregaron testigos del momento de la desaparición.

¿Quién era la víctima?

Brayan Kaleth nació en Maicao, La Guajira, el 16 de marzo del año 1992, era el mayor de cuatro hermanos; validaba el bachillerato. Hace dos años llegó a Valledupar con su familia desplazados por amenazas en Maicao. EL PILÓN conoció que tres días antes de su muerte, el joven había salido del Centro de Formación Juvenil, antes conocido como Centro de Recepción y Observación del Menor Infractor a la Ley, Cromi, de Valledupar, donde pagó una condena de tres meses por el delito de lesiones personales.

“Yo atribuyo la muerte de mi hijo a la persona con quien él tuvo problemas, porque querían dominar al barrio. Admito que mi hijo se ‘enroló’ con jóvenes que no debía hacerlo, pero los pelaos son así”, indicó Cristina Granados.
La angustiosa mujer pidió a las autoridades celeridad en la investigación y que se establezcan plenamente quienes fueron los asesinos.

El cadáver fue entregado a sus familiares la tarde de ayer, en la morgue del Cementerio Nuevo y ahí lo sepultaron, debido a su avanzado estado de descomposición.

Por Abdel Martínez Pérez

 

 

Judicial
21 octubre, 2016

“A mi hijo lo desaparecieron dos tipos en una motocicleta”

La madre del menor de 15 años, asesinado en el sur de Valledupar, Cristina Isabel Granados Bossio, pide a las autoridades celeridad en las investigaciones para esclarecer el caso.


Brayan Kaleth Granados Bossio.
Brayan Kaleth Granados Bossio.

Mediante el cotejo de las huellas dactilares fue identificado plenamente el cuerpo de Brayan Kaleth Granados Bossio, de 15 años, hallado muerto la tarde del pasado martes en un lote enmontado de los barrios Chiriquí y El Edén, al sur de Valledupar.

De acuerdo con el reporte de las autoridades, el resultado de las pruebas enviadas a Bucaramanga serán entregadas entre quince días, para conocer las causas de la muerte del adolescente.

Sin conocer las investigaciones de las autoridades, Cristina Isabel Granados Bossio reconoció el cadáver de su hijo el mismo día del hallazgo y ayer narró cómo se presentó la desaparición del joven.

“Eran las 9:00 de la noche del pasado, mi hijo me dijo que le diera para comprar una salchipapa que tenía que comprar en la urbanización Nando Marín. Yo le di los 4.500 pesos y salió a comprarla, quince minutos después me vinieron a avisar que a mi hijo lo habían abordado dos tipos en una motocicleta mientras esperaba la salchipapa; que lo habían privado de un golpe en la cabeza con la cacha de un revólver y de esa manera lo montaron en la moto y se lo llevaron. Antes de que los asesinos se fueran, uno de ellos hizo un tiro al aire, para que no fueran perseguidos. Una vez me enteré seguí el rastro de la motocicleta, lo busqué por todas partes en compañía de la Policía, pero no lo encontramos. Parece que a él no lo mataron esa misma noche, sino horas después y el cadáver arrojado en el pajal, porque el día que encontraron el cuerpo, aún estaba fresco. Parece que le rociaron un ácido en la cabeza y en otras partes del cuerpo que le causaron la pérdida de su tejido blanco. No creo que haya sido devorado por aves de rapiña, animales del campo y perros”, explicó la inconsolable madre.

¿Qué dice la Policía?

El comandante de la Policía Cesar, coronel Diego Rosero Giraldo, anunció que avanzan las investigaciones para esclarecer los hechos, que trabajan sobre algunas características de los posibles asesinos que entregaron testigos del momento de la desaparición.

¿Quién era la víctima?

Brayan Kaleth nació en Maicao, La Guajira, el 16 de marzo del año 1992, era el mayor de cuatro hermanos; validaba el bachillerato. Hace dos años llegó a Valledupar con su familia desplazados por amenazas en Maicao. EL PILÓN conoció que tres días antes de su muerte, el joven había salido del Centro de Formación Juvenil, antes conocido como Centro de Recepción y Observación del Menor Infractor a la Ley, Cromi, de Valledupar, donde pagó una condena de tres meses por el delito de lesiones personales.

“Yo atribuyo la muerte de mi hijo a la persona con quien él tuvo problemas, porque querían dominar al barrio. Admito que mi hijo se ‘enroló’ con jóvenes que no debía hacerlo, pero los pelaos son así”, indicó Cristina Granados.
La angustiosa mujer pidió a las autoridades celeridad en la investigación y que se establezcan plenamente quienes fueron los asesinos.

El cadáver fue entregado a sus familiares la tarde de ayer, en la morgue del Cementerio Nuevo y ahí lo sepultaron, debido a su avanzado estado de descomposición.

Por Abdel Martínez Pérez