Tristeza y orgulloso son los sentimientos que embargan a los colombianos luego de la presentación que hizo nuestra selección de fútbol en el Mundial de Rusia 2018. Aunque no se tuvo un buen arranque, los jugadores y el cuerpo técnico demostraron que en este deporte aplica la resiliencia, teniendo en cuenta que luego de la […]
Tristeza y orgulloso son los sentimientos que embargan a los colombianos luego de la presentación que hizo nuestra selección de fútbol en el Mundial de Rusia 2018. Aunque no se tuvo un buen arranque, los jugadores y el cuerpo técnico demostraron que en este deporte aplica la resiliencia, teniendo en cuenta que luego de la derrota nos alegraron con dos victorias y ayer nos enorgullecieron con su entrega en el juego ante los ingleses, quienes nos quitaron el pase a cuartos de final en lo que muchos expertos llaman “la ruleta de los penales”.
El fútbol tiene la capacidad de despertar sentimientos que ninguna otra disciplina logra; quedó demostrado con nuestra Selección que en este mundial generó lágrimas de tristeza y de felicidad. Además, con sus goles hicieron celebrar juntos a quienes ni siquiera se conocían, pero que estaban unidos en los centros comerciales y otros sitios de aglomeración en frente de una pantalla de televisión, a través de la cual se transmitió una pasión despertada por el equipo de 23 convocados.
En cuatro partidos, los jugadores demostraron que no hay que rendirse mientras haya tiempo de lograr los propósitos, enseñaron a darlo todo hasta el último minuto.
Indudablemente un jugador logró robarse el corazón de los colombianos, el gran Yerry Mina, quien hasta hace poco era menoscabado por la prensa española y hoy es una verdadera mina de oro para su club, Barcelona, porque en Rusia logró demostrar todo su potencial defensivo y goleador. Con su humildad le ha enseñado a Colombia que los sueños se hacen realidad, sin importar que seamos oriundos de territorios recónditos, como en su caso: Guachené, en el departamento de Cauca.
También hay un agradecimiento especial a Falcao, otro soñador que por fin logró anotar en un Mundial; a Juan Fernando Quintero, quien tiene mucho futuro por delante; a Juan Guillermo Cuadrado por deslumbrarnos con sus gambetas; y a David Ospina por ser ese cerrojo que quisiéramos que nunca envejeciera y cuidará por siempre nuestra portería.
De igual forma gracias a Camilo Vargas, José Cuadrado, Cristian Zapata, Oscar Murillo, Dávinson Sánchez, Santiago Arias, Johan Mojica, Farid Díaz, Wilmar Barrios, Carlos Sánchez, Mateus Uribe, Abel Aguilar, James Rodríguez, Jefferson Lerma, José Izquierdo, Carlos Bacca, Luis Muriel y Miguel Borja.
El sentimiento de Colombia trasciende fronteras, y tiene gran parte de su corazón con el técnico argentino José Néstor Pékerman, quien ha sabido aprovechar las capacidades de nuestros jugadores y ha ayudado a posicionar el nombre de la Selección, que hoy es mirada y admirada con otros ojos, porque se cuenta con el nivel para enfrentar a los mejores del fútbol mundial. Gracias profe.
Gracias a nuestra Selección Colombia porque una vez más nos unieron para hacer fuerza por un solo objetivo, la felicidad del país.
Tristeza y orgulloso son los sentimientos que embargan a los colombianos luego de la presentación que hizo nuestra selección de fútbol en el Mundial de Rusia 2018. Aunque no se tuvo un buen arranque, los jugadores y el cuerpo técnico demostraron que en este deporte aplica la resiliencia, teniendo en cuenta que luego de la […]
Tristeza y orgulloso son los sentimientos que embargan a los colombianos luego de la presentación que hizo nuestra selección de fútbol en el Mundial de Rusia 2018. Aunque no se tuvo un buen arranque, los jugadores y el cuerpo técnico demostraron que en este deporte aplica la resiliencia, teniendo en cuenta que luego de la derrota nos alegraron con dos victorias y ayer nos enorgullecieron con su entrega en el juego ante los ingleses, quienes nos quitaron el pase a cuartos de final en lo que muchos expertos llaman “la ruleta de los penales”.
El fútbol tiene la capacidad de despertar sentimientos que ninguna otra disciplina logra; quedó demostrado con nuestra Selección que en este mundial generó lágrimas de tristeza y de felicidad. Además, con sus goles hicieron celebrar juntos a quienes ni siquiera se conocían, pero que estaban unidos en los centros comerciales y otros sitios de aglomeración en frente de una pantalla de televisión, a través de la cual se transmitió una pasión despertada por el equipo de 23 convocados.
En cuatro partidos, los jugadores demostraron que no hay que rendirse mientras haya tiempo de lograr los propósitos, enseñaron a darlo todo hasta el último minuto.
Indudablemente un jugador logró robarse el corazón de los colombianos, el gran Yerry Mina, quien hasta hace poco era menoscabado por la prensa española y hoy es una verdadera mina de oro para su club, Barcelona, porque en Rusia logró demostrar todo su potencial defensivo y goleador. Con su humildad le ha enseñado a Colombia que los sueños se hacen realidad, sin importar que seamos oriundos de territorios recónditos, como en su caso: Guachené, en el departamento de Cauca.
También hay un agradecimiento especial a Falcao, otro soñador que por fin logró anotar en un Mundial; a Juan Fernando Quintero, quien tiene mucho futuro por delante; a Juan Guillermo Cuadrado por deslumbrarnos con sus gambetas; y a David Ospina por ser ese cerrojo que quisiéramos que nunca envejeciera y cuidará por siempre nuestra portería.
De igual forma gracias a Camilo Vargas, José Cuadrado, Cristian Zapata, Oscar Murillo, Dávinson Sánchez, Santiago Arias, Johan Mojica, Farid Díaz, Wilmar Barrios, Carlos Sánchez, Mateus Uribe, Abel Aguilar, James Rodríguez, Jefferson Lerma, José Izquierdo, Carlos Bacca, Luis Muriel y Miguel Borja.
El sentimiento de Colombia trasciende fronteras, y tiene gran parte de su corazón con el técnico argentino José Néstor Pékerman, quien ha sabido aprovechar las capacidades de nuestros jugadores y ha ayudado a posicionar el nombre de la Selección, que hoy es mirada y admirada con otros ojos, porque se cuenta con el nivel para enfrentar a los mejores del fútbol mundial. Gracias profe.
Gracias a nuestra Selección Colombia porque una vez más nos unieron para hacer fuerza por un solo objetivo, la felicidad del país.