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Columnista - 28 marzo, 2018

Fanáticos del pito

Definitivamente no hay espacio para comentar todos los problemas de la ciudad. Hoy me voy a referir a todas aquellas personas (llámense conductores) que por falta de educación son fanáticos del pito. Pero además podríamos decir que estos mismos conductores tampoco respetan las señales de tránsito, ni respetan las cebras, ni la marcha de vehículos […]

Definitivamente no hay espacio para comentar todos los problemas de la ciudad. Hoy me voy a referir a todas aquellas personas (llámense conductores) que por falta de educación son fanáticos del pito.

Pero además podríamos decir que estos mismos conductores tampoco respetan las señales de tránsito, ni respetan las cebras, ni la marcha de vehículos cuando el semáforo está en amarillo o rojo. Los vallenatos estamos condenados a la sordera y no por cuenta de los gritos de los vendedores ambulantes, que aun proliferan en todos los andenes de la ciudad, ni por el sonido de los altos parlantes de los almacenes situados en el centro, ni siquiera de los aviones que salen o parten para otros lugares. No, los vallenatos nos estamos quedando sordos por cuenta del afán, de la intolerancia y de la incultura de los conductores que se pegan al pito de su buseta, camioneta, automóvil o las irresponsables motos que circulan en todas las calles, frente a los almacenes éxito, en todos los semáforos, en todas las calles, frente a los paraderos.

Nos estamos quedando sordos por usted conductor acelerado, que ahora está leyendo esta columna muy bien sentado en el sofá de su casa, pero dentro de un rato, cuando arranque en su vehículo o moto por las calles de Valledupar muy veloz y muy majo, no se acordará de esta nota y de las normas de urbanidad y se pegará al pito.

Nos estamos quedando sordos por física pereza: porque cuando vamos a recoger a alguien en la puerta de su casa y no sale a tiempo no nos tomamos el trabajo de apagar el carro, bajarnos, caminar hacia la puerta y tocar el timbre, sino que comenzamos con la pitadera.

Supongo que si en esta ciudad no han sido capaces de establecer paraderos para el servicio público, ni castigar ejemplarmente a los descarados que se pasan el semáforo en rojo, y no exactamente porque sufran de daltonismo, menos aún han pensado en reprender a los conductores que tienen la manía de pitar apenas el semáforo se pone en amarillo.

Ahora que estamos en época de reajuste, apretadas de cinturón y reducción de gastos, también deberíamos pensar en un mecanismo efectivo para reducir el pito. Señor alcalde, en sus manos encomendamos nuestros oídos.

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: La semana pasada se llevó a cabo dos audiencias públicas de rendición de cuentas vigencia 2017, por parte del gobernador Franco Ovalle, y del actual comandante de la Policía Cesar, coronel Mauricio Pedraza, donde dieron a conocer las gestiones y resultados logrados por ambos. Muy concurridos los actos. Felicitaciones al gobernador y al coronel. Y finalmente, otro importante acontecimiento “La Semana Santa”, semana de mucha meditación, oración y reflexión. Pido asistir a los actos religiosos.

Columnista
28 marzo, 2018

Fanáticos del pito

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

Definitivamente no hay espacio para comentar todos los problemas de la ciudad. Hoy me voy a referir a todas aquellas personas (llámense conductores) que por falta de educación son fanáticos del pito. Pero además podríamos decir que estos mismos conductores tampoco respetan las señales de tránsito, ni respetan las cebras, ni la marcha de vehículos […]


Definitivamente no hay espacio para comentar todos los problemas de la ciudad. Hoy me voy a referir a todas aquellas personas (llámense conductores) que por falta de educación son fanáticos del pito.

Pero además podríamos decir que estos mismos conductores tampoco respetan las señales de tránsito, ni respetan las cebras, ni la marcha de vehículos cuando el semáforo está en amarillo o rojo. Los vallenatos estamos condenados a la sordera y no por cuenta de los gritos de los vendedores ambulantes, que aun proliferan en todos los andenes de la ciudad, ni por el sonido de los altos parlantes de los almacenes situados en el centro, ni siquiera de los aviones que salen o parten para otros lugares. No, los vallenatos nos estamos quedando sordos por cuenta del afán, de la intolerancia y de la incultura de los conductores que se pegan al pito de su buseta, camioneta, automóvil o las irresponsables motos que circulan en todas las calles, frente a los almacenes éxito, en todos los semáforos, en todas las calles, frente a los paraderos.

Nos estamos quedando sordos por usted conductor acelerado, que ahora está leyendo esta columna muy bien sentado en el sofá de su casa, pero dentro de un rato, cuando arranque en su vehículo o moto por las calles de Valledupar muy veloz y muy majo, no se acordará de esta nota y de las normas de urbanidad y se pegará al pito.

Nos estamos quedando sordos por física pereza: porque cuando vamos a recoger a alguien en la puerta de su casa y no sale a tiempo no nos tomamos el trabajo de apagar el carro, bajarnos, caminar hacia la puerta y tocar el timbre, sino que comenzamos con la pitadera.

Supongo que si en esta ciudad no han sido capaces de establecer paraderos para el servicio público, ni castigar ejemplarmente a los descarados que se pasan el semáforo en rojo, y no exactamente porque sufran de daltonismo, menos aún han pensado en reprender a los conductores que tienen la manía de pitar apenas el semáforo se pone en amarillo.

Ahora que estamos en época de reajuste, apretadas de cinturón y reducción de gastos, también deberíamos pensar en un mecanismo efectivo para reducir el pito. Señor alcalde, en sus manos encomendamos nuestros oídos.

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: La semana pasada se llevó a cabo dos audiencias públicas de rendición de cuentas vigencia 2017, por parte del gobernador Franco Ovalle, y del actual comandante de la Policía Cesar, coronel Mauricio Pedraza, donde dieron a conocer las gestiones y resultados logrados por ambos. Muy concurridos los actos. Felicitaciones al gobernador y al coronel. Y finalmente, otro importante acontecimiento “La Semana Santa”, semana de mucha meditación, oración y reflexión. Pido asistir a los actos religiosos.