“Si disparé pero no acepto el cargo”, dijo ayer el hombre que el pasado sábado le disparó en la cabeza con su arma de protección personal a Deiver Alfonso Escorcia Mora, de 25 años, cuando este, presuntamente cometía un atraco.

(Leer: Matan a presunto atracador en el barrio Dangond)

En la diligencia de imputación de cargos, se conoció por versión del sindicado que Escorcia Mora habría llegado a la calle 16 con carrera 21 del barrio Dangond de Valledupar, junto a otro sujeto a bordo de dos motocicletas e intimidaron con un arma a varias personas que estaban departiendo en la terraza de una vivienda.

“Apuntó a la cabeza de la hija y el hoy imputado reaccionó en legítima defensa”, contó en la audiencia el abogado defensor del hombre de 37 años de edad, que trabajo como escolta privado.

A su turno, la Fiscalía señaló que el escolta había llegado a su casa, minutos antes que se presentara el hecho, pero no se quedó en la terraza, sino que se fue a una de las habitaciones, donde luego escuchó una algarabía y al asomarse vio que Deiver Alfonso apuntaba con un arma a su hija para quitarle las pertenencias.

“Apuntó con un arma hacía el imputado y, este hizo lo mismo disparándole en la cabeza”, indicó el fiscal.

Agregó que luego del hecho el hombre se presentó en compañía de un abogado al Comando de la Policía Cesar, donde rindió las versiones de lo sucedido.   Otra de las pruebas de la Fiscalía fueron los relatos de los testigos presenciales del hecho, estos indicaron que Escorcia Mora, si los había amenazado con una arma para que le entregara las pertenencias, pero el arma al final resultó ser de fogueo.

Por lo anterior, en la diligencia de judicialización no se realizó legalización de captura porque la entrega fue voluntaria y tampoco se solicitó medida de aseguramiento. Aunque el sindicado quedó en libertad seguirá vinculado en la investigación que está a cargo de la Fiscalía.

“En este caso concreto hay unas declaraciones de los testigos directos de las cuales se desprende claramente que el imputado actuó en legítima defensa, es decir, él estaba protegiendo su vida toda vez que, al parecer, también la víctima sacó un arma de fuego con la que le apuntó y es cuando él reacciona y hace el disparo mortal, esto el Estado de derecho lo patrocina incluso el Estado autoriza a accionar las armas antes que vengan disparos del otro lado; protegió la vida propia y la de su hija que estaba cerca a la del lugar del hecho”, explicó el fiscal.

Por Redacción Judicial / EL PILÓN