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Columnista - 17 octubre, 2013

En Valledupar

“Y a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios,…” Hechos 13,26

Por Valerio Mejía Araújo

“Y a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios,…” Hechos 13,26

En ocasión de nuestra reciente decisión de mudarnos de manera definitiva a Valledupar, muchos me han preguntado: ¿Qué vienen a hacer ustedes aquí? ¡Quédense donde están! No dudo de la buena intención, pero tampoco del mal consejo.

Después de haber servido a Dios en diferentes partes, queremos pasar nuestros mejores años, sirviendo a nuestra región y a nuestra gente, al igual que raizales y foráneos también un día lo decidieron. 

Nuestros días en la provincia, tienen la penosa necesidad de una generación de personas de oración, un grupo de personas a través de los cuales Dios pueda traer alivio y reposo, y sus más grandes movimientos con una mayor plenitud. Personas que ayuden a traer la primavera del Espíritu a nuestra tierra.

Dios no está restringido en sí mismo, lo está por nosotros, por causa de nuestra poca fe y de nuestra débil oración. La provincia tiene la gran necesidad de personas que busquen incansablemente a Dios, que no tomen descanso, ni de día ni de noche, hasta que su clamor sea escuchado.

Los tiempos demandan personas de oración que estén sedientos de la gloria de Dios, que sean abiertos y generosos en sus deseos, que busquen incansablemente a Dios, que lo busquen tarde y temprano, y quienes no descansaran hasta que todo Valledupar y el Cesar sea lleno de su Gloria.

Se necesitan personas cuyas oraciones muestren al mundo el poder supremo de Dios; quienes hagan florecer sus promesas con grandes y plenos resultados.  

Esa es la verdadera razón de nuestra mudanza, con Maríamercedes hemos decidido ser parte del mover de Dios en la región. 

Queremos unir nuestra oración y nuestra voz a la de todos los cristianos verdaderos, para clamar a Dios por la sanidad y prosperidad de nuestros pueblos. 

En todas las edades, Dios ha gobernado a través de personas de oración. Cuando la oración fracasa el gobierno divino se cae. Abraham, era un príncipe y un sacerdote en la oración. Tenía una notable influencia en Dios.

Esa virtuosa devoción le permite conocer los secretos del consejo de Dios, su misericordia está suspendida y condicionada a la oración de Abraham. Dios le dijo a Abimelec sobre Abraham: “Él es profeta y va a interceder por ti para que vivas”.

En una ocasión Samuel dijo al pueblo: “En cuanto a mí, que el Señor me libre de pecar contra él dejando de orar por ustedes. Yo seguiré enseñando el camino bueno y recto”.

Orar por las personas es una propuesta divina, y representa la mayor altura del ministerio cristiano. Por supuesto que debemos orar por las cosas, pero las oraciones por las personas son infinitamente más importantes.

Todo esto hace del servicio cristiano un asunto verdadero, no un juego de niños, no una cuestión secundaria, no un asunto trivial; sino una cuestión seria.

Las personas que obedecen a esta vocación, han hecho de su servicio una responsabilidad, esto demanda el tiempo, el pensamiento, la energía y las ganas. Es una ocupación para el momento y para la eternidad.   

Amados amigos lectores, por todo lo anterior, me gozo en anunciarles que somos parte de los miles de creyentes que anhelan un cambio y un futuro mejor y promisorio para las generaciones futuras, por eso sembraremos con alegría en la generación presente desde nuestra querida ciudad. 

Todos aquellos que tengan necesidad de oración, estaremos cada domingo a las nueve de la mañana en la calle 13A número 11-18 antigua sede política de ALAS.

Como diría uno de nuestros merengues más famosos: “Ahí podrá encontrarnos para hacerle el regalito…”

Abrazos y bendiciones…

 

Columnista
17 octubre, 2013

En Valledupar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Valerio Mejía Araújo

“Y a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios,…” Hechos 13,26


Por Valerio Mejía Araújo

“Y a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios,…” Hechos 13,26

En ocasión de nuestra reciente decisión de mudarnos de manera definitiva a Valledupar, muchos me han preguntado: ¿Qué vienen a hacer ustedes aquí? ¡Quédense donde están! No dudo de la buena intención, pero tampoco del mal consejo.

Después de haber servido a Dios en diferentes partes, queremos pasar nuestros mejores años, sirviendo a nuestra región y a nuestra gente, al igual que raizales y foráneos también un día lo decidieron. 

Nuestros días en la provincia, tienen la penosa necesidad de una generación de personas de oración, un grupo de personas a través de los cuales Dios pueda traer alivio y reposo, y sus más grandes movimientos con una mayor plenitud. Personas que ayuden a traer la primavera del Espíritu a nuestra tierra.

Dios no está restringido en sí mismo, lo está por nosotros, por causa de nuestra poca fe y de nuestra débil oración. La provincia tiene la gran necesidad de personas que busquen incansablemente a Dios, que no tomen descanso, ni de día ni de noche, hasta que su clamor sea escuchado.

Los tiempos demandan personas de oración que estén sedientos de la gloria de Dios, que sean abiertos y generosos en sus deseos, que busquen incansablemente a Dios, que lo busquen tarde y temprano, y quienes no descansaran hasta que todo Valledupar y el Cesar sea lleno de su Gloria.

Se necesitan personas cuyas oraciones muestren al mundo el poder supremo de Dios; quienes hagan florecer sus promesas con grandes y plenos resultados.  

Esa es la verdadera razón de nuestra mudanza, con Maríamercedes hemos decidido ser parte del mover de Dios en la región. 

Queremos unir nuestra oración y nuestra voz a la de todos los cristianos verdaderos, para clamar a Dios por la sanidad y prosperidad de nuestros pueblos. 

En todas las edades, Dios ha gobernado a través de personas de oración. Cuando la oración fracasa el gobierno divino se cae. Abraham, era un príncipe y un sacerdote en la oración. Tenía una notable influencia en Dios.

Esa virtuosa devoción le permite conocer los secretos del consejo de Dios, su misericordia está suspendida y condicionada a la oración de Abraham. Dios le dijo a Abimelec sobre Abraham: “Él es profeta y va a interceder por ti para que vivas”.

En una ocasión Samuel dijo al pueblo: “En cuanto a mí, que el Señor me libre de pecar contra él dejando de orar por ustedes. Yo seguiré enseñando el camino bueno y recto”.

Orar por las personas es una propuesta divina, y representa la mayor altura del ministerio cristiano. Por supuesto que debemos orar por las cosas, pero las oraciones por las personas son infinitamente más importantes.

Todo esto hace del servicio cristiano un asunto verdadero, no un juego de niños, no una cuestión secundaria, no un asunto trivial; sino una cuestión seria.

Las personas que obedecen a esta vocación, han hecho de su servicio una responsabilidad, esto demanda el tiempo, el pensamiento, la energía y las ganas. Es una ocupación para el momento y para la eternidad.   

Amados amigos lectores, por todo lo anterior, me gozo en anunciarles que somos parte de los miles de creyentes que anhelan un cambio y un futuro mejor y promisorio para las generaciones futuras, por eso sembraremos con alegría en la generación presente desde nuestra querida ciudad. 

Todos aquellos que tengan necesidad de oración, estaremos cada domingo a las nueve de la mañana en la calle 13A número 11-18 antigua sede política de ALAS.

Como diría uno de nuestros merengues más famosos: “Ahí podrá encontrarnos para hacerle el regalito…”

Abrazos y bendiciones…