Publicidad
Categorías
Categorías
General - 28 julio, 2015

En Sempegua sin institución educativa adecuada

La ausencia de aulas de clases y la falta de atención de los gobiernos de turno conllevaron a los estudiantes de la improvisada escuela del corregimiento de Sempegua, jurisdicción de Chimichagua, a realizar un plantón.

La comunidad educativa recorrió las calles de la población con el fin de exigir a los gobernantes urgente ayuda para su institución. EL PILÓN/Cortesía.
La comunidad educativa recorrió las calles de la población con el fin de exigir a los gobernantes urgente ayuda para su institución. EL PILÓN/Cortesía.

A orillas de la ciénaga de Zapatosa está ubicado el corregimiento de Sempegua, municipio de Chimichagua, Cesar, afectado entre los años 2005-2011 por el fenómeno de La Niña, impidiendo el acceso a las instalaciones de la institución educativa Nuestra Señora del Carmen, única en ese pueblo y de donde fueron evacuados los estudiantes.

Sin recibir ayuda de ninguna entidad municipal, departamental o nacional y con un total de 300 estudiantes, 15 docentes y 150 padres de familia, los directivos del centro educativo decidieron apropiarse de un lote de 4.800 metros cuadrados y construir seis enramadas para laborar con los estudiantes de educación básica secundaria de los grados 6 a 9, siendo estas condiciones inadecuadas para el fortalecimiento de aprendizaje de los alumnos
La estudiante de Trabajo Social, Kellis Lorena Ortiz manifestó a EL PILÓN que tiempo después de esa decisión de la comunidad, el programa Colombia Humanitaria de la Presidencia de la República para afrontar la crisis presentada a nivel de riesgo por el fenómeno de la Niña, favoreció al centro educativo con un proyecto para la realización de una nueva planta física, luego se hizo responsable del proyecto Fondo de Adaptación y en ese momento llegó una comisión de ingenieros y arquitectos para evaluar el sitio y así determinar si se podían instalar las nuevas aulas, se realizó la contratación con una empresa constructora pero esta última quedó mal.

Han pasado cuatro años y la comunidad educativa continúa a la espera de que inicie la obra y hasta la presente no se sabe nada del proyecto, mientras los estudiantes  y docentes siguen compartiendo conocimientos bajo enramadas, en las que debido  a las altas temperaturas del corregimiento, se hace casi que imposible dictar clases.
“No hay  un buen servicio de baterías sanitaria, biblioteca y otros espacios que son importantes para el proceso de formación de los estudiantes, arriesgando así la integridad física, mental y salud de   los mismos”, aseguró Kelly.
Esos factores negativos y preocupantes conllevó a esta estudiante universitaria a convocar y apoyar a padres de familia y estudiantes para la realización de un plantón que inició ayer a las 8:00 de la mañana y finalizará dentro de tres días, siempre y cuando sus voces sean escuchadas ante los diferentes gobiernos a los que la comunidad exige la pronta construcción de aulas de clases y batería sanitaria para una educación digna y de calidad. De lo contrario el paro educativo será indefinido, según indicaron los manifestantes.

Puntos de vista:

Melba Patricia Hernández, madre de familia
Exigimos la construcción de una planta física adecuada, que respalde la educación de nuestros hijos. Me preocupa porque ellos a mediodía están bajo el resplandor.

José Miguel Hernández, padre de familia
Es lamentable la situación del colegio, se está trabajando en un sitio inadecuado para los menores. Queremos que la planta física sea una realidad y no sólo en fotos y mediciones que se han venido haciendo.

Samia Quevedo, personera de la institución
Exigimos una estructura física, porque recibimos clases en condiciones infrahumanas donde a veces nos acompañan animales y los estudiantes tienen que moverse de un lado a otro para poder evadir el sol”.

Paula Andrea Serpa, estudiante
Un día normal de clase es caluroso. A veces tenemos que salir de clases temprano porque el calor nos fastidia. No tenemos el servicio de agua en la institución y a veces perdemos una hora de clases.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]

General
28 julio, 2015

En Sempegua sin institución educativa adecuada

La ausencia de aulas de clases y la falta de atención de los gobiernos de turno conllevaron a los estudiantes de la improvisada escuela del corregimiento de Sempegua, jurisdicción de Chimichagua, a realizar un plantón.


La comunidad educativa recorrió las calles de la población con el fin de exigir a los gobernantes urgente ayuda para su institución. EL PILÓN/Cortesía.
La comunidad educativa recorrió las calles de la población con el fin de exigir a los gobernantes urgente ayuda para su institución. EL PILÓN/Cortesía.

A orillas de la ciénaga de Zapatosa está ubicado el corregimiento de Sempegua, municipio de Chimichagua, Cesar, afectado entre los años 2005-2011 por el fenómeno de La Niña, impidiendo el acceso a las instalaciones de la institución educativa Nuestra Señora del Carmen, única en ese pueblo y de donde fueron evacuados los estudiantes.

Sin recibir ayuda de ninguna entidad municipal, departamental o nacional y con un total de 300 estudiantes, 15 docentes y 150 padres de familia, los directivos del centro educativo decidieron apropiarse de un lote de 4.800 metros cuadrados y construir seis enramadas para laborar con los estudiantes de educación básica secundaria de los grados 6 a 9, siendo estas condiciones inadecuadas para el fortalecimiento de aprendizaje de los alumnos
La estudiante de Trabajo Social, Kellis Lorena Ortiz manifestó a EL PILÓN que tiempo después de esa decisión de la comunidad, el programa Colombia Humanitaria de la Presidencia de la República para afrontar la crisis presentada a nivel de riesgo por el fenómeno de la Niña, favoreció al centro educativo con un proyecto para la realización de una nueva planta física, luego se hizo responsable del proyecto Fondo de Adaptación y en ese momento llegó una comisión de ingenieros y arquitectos para evaluar el sitio y así determinar si se podían instalar las nuevas aulas, se realizó la contratación con una empresa constructora pero esta última quedó mal.

Han pasado cuatro años y la comunidad educativa continúa a la espera de que inicie la obra y hasta la presente no se sabe nada del proyecto, mientras los estudiantes  y docentes siguen compartiendo conocimientos bajo enramadas, en las que debido  a las altas temperaturas del corregimiento, se hace casi que imposible dictar clases.
“No hay  un buen servicio de baterías sanitaria, biblioteca y otros espacios que son importantes para el proceso de formación de los estudiantes, arriesgando así la integridad física, mental y salud de   los mismos”, aseguró Kelly.
Esos factores negativos y preocupantes conllevó a esta estudiante universitaria a convocar y apoyar a padres de familia y estudiantes para la realización de un plantón que inició ayer a las 8:00 de la mañana y finalizará dentro de tres días, siempre y cuando sus voces sean escuchadas ante los diferentes gobiernos a los que la comunidad exige la pronta construcción de aulas de clases y batería sanitaria para una educación digna y de calidad. De lo contrario el paro educativo será indefinido, según indicaron los manifestantes.

Puntos de vista:

Melba Patricia Hernández, madre de familia
Exigimos la construcción de una planta física adecuada, que respalde la educación de nuestros hijos. Me preocupa porque ellos a mediodía están bajo el resplandor.

José Miguel Hernández, padre de familia
Es lamentable la situación del colegio, se está trabajando en un sitio inadecuado para los menores. Queremos que la planta física sea una realidad y no sólo en fotos y mediciones que se han venido haciendo.

Samia Quevedo, personera de la institución
Exigimos una estructura física, porque recibimos clases en condiciones infrahumanas donde a veces nos acompañan animales y los estudiantes tienen que moverse de un lado a otro para poder evadir el sol”.

Paula Andrea Serpa, estudiante
Un día normal de clase es caluroso. A veces tenemos que salir de clases temprano porque el calor nos fastidia. No tenemos el servicio de agua en la institución y a veces perdemos una hora de clases.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]