Desde esta columna en EL PILÓN celebramos complacidos que la película ‘El abrazo de la serpiente’, dirigida por el cesarense Ciro Guerra, esté preseleccionada, con otras ocho cintas, para el Óscar a mejor producción extranjera, cerrando así el mejor año del cine colombiano en toda su historia. Es una cinta mágica, es un ritual del cine.

“El blanco y negro activa la imaginación para que toda la majestuosidad del Amazonas sea más verde”, a través de la mirada de los pueblos indígenas con la intención de explicar la gran incógnita que supone este inmenso mar del Amazonas para Colombia. El próximo 14 de enero se conocerán las cinco nominadas a la mejor producción extranjera. ¡‘El abrazo de la serpiente’ es el fenómeno cinematográfico más importante del año en nuestro país!

Es la única cinta latinoamericana preseleccionada para el ansiado premio. Los comentarios de la buena crítica especializada nos alientan a esperar opciones reales para la selección final. Ciro Guerra con su imaginación y su equipo de trabajo, se lo merecen. Este año ha sido brillante para nuestro cine, los sueños y las ilusiones de los pioneros están subiendo a su más alto nivel y sus esfuerzos constantes reciben el reconocimiento general.

Ciro Guerra es un joven y talentoso cineasta oriundo de Río de Oro, uno de los municipios más acogedores del departamento del Cesar, caracterizado por su clima templado en gran parte del territorio, la hospitalidad de su gente, la belleza de sus mujeres, sus atractivos turísticos, la arquitectura colonial y su muy bajo analfabetismo.

El trabajo artesanal le agrega valor a la laboriosidad de sus habitantes con la vigilancia y apoyo de la Virgen del Rosario, su patrona. El 6 de enero celebra el festival de la Matanza del Tigre, un derroche de creatividad e ingenio.

‘El abrazo de la serpiente’ es una fábula sencilla que habla de la sabiduría ancestral, el intercambio cultural y el respeto a la naturaleza que devuelve la mirada hacia el Amazonas, un exótico lugar al que hemos crecido de espalda. El desarrollo de la cinta estremece la sensibilidad que obliga y dirige al espectador en la construcción de identidad y al autorreconocimiento cultural. Hoy se están recogiendo los frutos de la Ley de Cine estimulando así las producciones audiovisuales, el talento y el potencial que tienen los creadores de la Costa Caribe. ¡Un abrazo para Ciro Guerra por haberle apostado al cine en el país. De ahora en adelante todo es ganancia!