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Editorial - 8 enero, 2017

Después de la tempestad…

Vuelve y juega, después de la lluvia llega la sequía. La pasado ola invernal causó estragos y el verano que apenas empieza también ha hecho lo propio. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología Estudios Ambientales, Ideam, once departamentos están en alerta roja, con riesgo de incendios forestales, entre esos el departamento del Cesar. Tradicionalmente los […]

Vuelve y juega, después de la lluvia llega la sequía. La pasado ola invernal causó estragos y el verano que apenas empieza también ha hecho lo propio. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología Estudios Ambientales, Ideam, once departamentos están en alerta roja, con riesgo de incendios forestales, entre esos el departamento del Cesar.

Tradicionalmente los primeros tres meses del año son secos, por lo que desde ya la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar, y la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, socializan estrategias de mitigación de riesgos. La primera entidad es responsable del suministro de agua en la ciudad, que el año pasado padeció por el bajo caudal del río Guatapurí, que no era suficiente para abastecer la bocatoma del acueducto; en este asunto también tiene responsabilidad la autoridad ambiental por no hacer los controles estrictos a las concesiones de agua destinadas a la producción agropecuaria, las cuales debilitan el río.

Para el uso responsable y eficiente del agua en el casco urbano, Emdupar recomienda: regar jardines y zonas verdes, únicamente, los días lunes y viernes de cada semana en el horario comprendido entre las 6:00 y 10:00 de la noche; no lavar vehículos con mangueras, hacerlo con baldes o utilizar los lavaderos legales; evitar el lavado de fachadas, pisos, andenes, parqueaderos y demás actividades que causen desperdicio  del recurso hídrico.

Estas son más que recomendaciones, puesto que están contempladas en la resolución N° 0744 de junio de 2014 de Corpocesar y el Decreto N° 233 del 25 de julio de 2014 de la Alcaldía de Valledupar, con las cuales se promueve el consumo responsable y eficiente de agua y sancionan a quienes la despilfarren.

En las zonas rurales con riesgo de incendios forestales la recomendación de Corpocesar se centra en evitar las socolas, quemas controladas en fincas para adecuar los terrenos para cultivos.

La autoridad ambiental ha establecido que el 90 por ciento de las conflagraciones son generadas por los seres humanos. Un simple paseo olla puede convertirse en una tragedia ambiental, debido a un fogón mal manipulado o por el hecho de que uno de los comensales arroje un cigarrillo o deje vidrios sobre la cobertura vegetal.

Aunque las intenciones de estas entidades son buenas, en la implementación de las estrategias de prevención es clave el trabajo de las administraciones municipales, la Policía, los cuerpos de bombero y la ciudadanía, para hacer un completo monitoreo y ante cualquier calamidad haya una pronta atención.

Paradójicamente, el departamento del Cesar es uno de los departamentos más ricos en biodiversidad debido a sus innumerables fuentes de agua, pero padecen sus habitantes en época de sequía debido al cambio climático que ocasiona radicales temporadas de lluvia e intensos veranos.

Los pronósticos ambientales a largo plazo con apocalípticos, desglaciación por recalentamiento global y sequías, entre otros fenómenos que ya son evidentes y que no son capricho de la naturaleza, se deben a una reacción derivada los comportamientos humanos.

Una y otra vez se ha dicho que cuidamos nuestros recursos hídricos o de lo contrario vamos  quedar sin ellos; la pérdida ya es evidente, lo hemos registrado en este medio, ya está ocurriendo. Sigamos las recomendaciones para sobrellevar el caótico presente y disminuir los impactos del apocalíptico futuro.

Editorial
8 enero, 2017

Después de la tempestad…

Vuelve y juega, después de la lluvia llega la sequía. La pasado ola invernal causó estragos y el verano que apenas empieza también ha hecho lo propio. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología Estudios Ambientales, Ideam, once departamentos están en alerta roja, con riesgo de incendios forestales, entre esos el departamento del Cesar. Tradicionalmente los […]


Vuelve y juega, después de la lluvia llega la sequía. La pasado ola invernal causó estragos y el verano que apenas empieza también ha hecho lo propio. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología Estudios Ambientales, Ideam, once departamentos están en alerta roja, con riesgo de incendios forestales, entre esos el departamento del Cesar.

Tradicionalmente los primeros tres meses del año son secos, por lo que desde ya la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar, y la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, socializan estrategias de mitigación de riesgos. La primera entidad es responsable del suministro de agua en la ciudad, que el año pasado padeció por el bajo caudal del río Guatapurí, que no era suficiente para abastecer la bocatoma del acueducto; en este asunto también tiene responsabilidad la autoridad ambiental por no hacer los controles estrictos a las concesiones de agua destinadas a la producción agropecuaria, las cuales debilitan el río.

Para el uso responsable y eficiente del agua en el casco urbano, Emdupar recomienda: regar jardines y zonas verdes, únicamente, los días lunes y viernes de cada semana en el horario comprendido entre las 6:00 y 10:00 de la noche; no lavar vehículos con mangueras, hacerlo con baldes o utilizar los lavaderos legales; evitar el lavado de fachadas, pisos, andenes, parqueaderos y demás actividades que causen desperdicio  del recurso hídrico.

Estas son más que recomendaciones, puesto que están contempladas en la resolución N° 0744 de junio de 2014 de Corpocesar y el Decreto N° 233 del 25 de julio de 2014 de la Alcaldía de Valledupar, con las cuales se promueve el consumo responsable y eficiente de agua y sancionan a quienes la despilfarren.

En las zonas rurales con riesgo de incendios forestales la recomendación de Corpocesar se centra en evitar las socolas, quemas controladas en fincas para adecuar los terrenos para cultivos.

La autoridad ambiental ha establecido que el 90 por ciento de las conflagraciones son generadas por los seres humanos. Un simple paseo olla puede convertirse en una tragedia ambiental, debido a un fogón mal manipulado o por el hecho de que uno de los comensales arroje un cigarrillo o deje vidrios sobre la cobertura vegetal.

Aunque las intenciones de estas entidades son buenas, en la implementación de las estrategias de prevención es clave el trabajo de las administraciones municipales, la Policía, los cuerpos de bombero y la ciudadanía, para hacer un completo monitoreo y ante cualquier calamidad haya una pronta atención.

Paradójicamente, el departamento del Cesar es uno de los departamentos más ricos en biodiversidad debido a sus innumerables fuentes de agua, pero padecen sus habitantes en época de sequía debido al cambio climático que ocasiona radicales temporadas de lluvia e intensos veranos.

Los pronósticos ambientales a largo plazo con apocalípticos, desglaciación por recalentamiento global y sequías, entre otros fenómenos que ya son evidentes y que no son capricho de la naturaleza, se deben a una reacción derivada los comportamientos humanos.

Una y otra vez se ha dicho que cuidamos nuestros recursos hídricos o de lo contrario vamos  quedar sin ellos; la pérdida ya es evidente, lo hemos registrado en este medio, ya está ocurriendo. Sigamos las recomendaciones para sobrellevar el caótico presente y disminuir los impactos del apocalíptico futuro.