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Columnista - 18 agosto, 2017

Crispín Villazón De Armas

Uno de los hombres más importantes que ha tenido el Cesar, de históricas batallas políticas al lado de José Antonio Murgas y Clemente Quintero Araujo fue el doctor Crispín Villazón de Armas, que le dieron la oportunidad de ser Senador, Representante, Ministro, Embajador y Alcalde de Valledupar, no sé por qué no fue Gobernador a […]

Uno de los hombres más importantes que ha tenido el Cesar, de históricas batallas políticas al lado de José Antonio Murgas y Clemente Quintero Araujo fue el doctor Crispín Villazón de Armas, que le dieron la oportunidad de ser Senador, Representante, Ministro, Embajador y Alcalde de Valledupar, no sé por qué no fue Gobernador a donde llegaron muchos sin tener las cualidades y calidades que lo adornaron a él. “El Cid Campeador de las nuevas generaciones liberales” lo llamó el magnífico escritor y exquisita pluma Juan Lozano y Lozano y fue catalogado como el mejor orador del país en donde garganta a garganta e ideas tras ideas en un concurso le ganó a Carlos Holmes Trujillo, quien fue posteriormente galardonado como el mejor Tribuno y Orador de América Latina. Crispín le dio sopa y seco, pues cuando pisaba un escenario político se volvía un torbellino arrasador de ideas que deleitaban al mejor estilo de Jorge Eliécer Gaitán, Laureano Gómez o Gilberto Alzate Avendaño; le sirvió como era el estilo de la época desinteresadamente al Cesar y ahí están el desaparecido ISS, el Sena y las instalaciones de la Policía Nacional gestionadas y traídas por él.

Bueno ¿y por qué hoy estoy escribiendo sobre Crispín, si nunca lo había hecho? Sencillamente porque en días pasados el doctor Miguel Villazón Quintero me sorprendió y me llevó a conocer una “estaca”, suntuosa, cómoda y bella obra que adelanta Comfacesar en predios de La Pedregosa que lleva el nombre de tan emérito ciudadano: se trata de un auditorio con un amplio salón de conferencias, con capacidad para 800 personas sentadas cómodamente y con espacio para unas 200 más de pies o en sillas Rimax si es necesario, tiene amplio restaurante y cómoda cafetería, grandes espacios para circular, aire acondicionado por todas partes y comodidades por doquier e inexplicablemente no vi un sitio adecuado para la prensa y otro especial para ilustres personalidades, estando el espacio ahí y por ello se lo sugerí al doctor Lole Maya, solícito, atento y locuaz que funge como Interventor, quien tomó nota y ojalá lo tengan en cuenta.

No queda otra alternativa, sino felicitar al doctor Luis Ernesto Orozco, el eficiente Director de Comfacesar y a su Junta Directiva presidida por el doctor Miguel Villazón Quintero por esta feliz iniciativa que acaba con la incertidumbre de la falta que le hacía a Valledupar esta magna e importante obra que será inaugurada en diciembre, quizás con un costo final cercano a los 10 mil millones de pesos, con un bello concierto musical, que desde ya y en forma gratuita deberá brindar el hijo mayor de Villazón de Armas, Iván Villazón.

De parte de la familia Aponte, de la cual hizo parte Crispín Villazón de Armas, pues se llevó la flor más linda que tenía Urumita, la bella y siempre recordada Clarita, nuestros agradecimientos por perpetuar y eternizar su presencia al distinguir esa magnífica obra con su nombre: Crispín Villazón de Armas. Gracias, repito, a los doctores Luis Ernesto Orozco, eficiente y capaz director de Comfacesar y a Miguel Villazón como digno Presidente de su Junta.

En La Guajira existe Comfaguajira con una EPS envidiable, ¿por qué Comfacesar no hace lo mismo con sus afiliados aquí?

Alcalde, la vía a La Pedregosa y quizás de ahora en adelante la de Crispín Villazón de Armas necesita arreglo, como también la que conduce hasta el puente de Hurtado. Ojalá esta petición no caiga en saco roto como han caído todas las sugerencias que en esta columna se le han hecho por el bienestar de la ciudad y sino que lo digan los huecos de la 11 con 12.

Por José M. Aponte Martínez

 

 

 

 

 

 

 

Columnista
18 agosto, 2017

Crispín Villazón De Armas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

Uno de los hombres más importantes que ha tenido el Cesar, de históricas batallas políticas al lado de José Antonio Murgas y Clemente Quintero Araujo fue el doctor Crispín Villazón de Armas, que le dieron la oportunidad de ser Senador, Representante, Ministro, Embajador y Alcalde de Valledupar, no sé por qué no fue Gobernador a […]


Uno de los hombres más importantes que ha tenido el Cesar, de históricas batallas políticas al lado de José Antonio Murgas y Clemente Quintero Araujo fue el doctor Crispín Villazón de Armas, que le dieron la oportunidad de ser Senador, Representante, Ministro, Embajador y Alcalde de Valledupar, no sé por qué no fue Gobernador a donde llegaron muchos sin tener las cualidades y calidades que lo adornaron a él. “El Cid Campeador de las nuevas generaciones liberales” lo llamó el magnífico escritor y exquisita pluma Juan Lozano y Lozano y fue catalogado como el mejor orador del país en donde garganta a garganta e ideas tras ideas en un concurso le ganó a Carlos Holmes Trujillo, quien fue posteriormente galardonado como el mejor Tribuno y Orador de América Latina. Crispín le dio sopa y seco, pues cuando pisaba un escenario político se volvía un torbellino arrasador de ideas que deleitaban al mejor estilo de Jorge Eliécer Gaitán, Laureano Gómez o Gilberto Alzate Avendaño; le sirvió como era el estilo de la época desinteresadamente al Cesar y ahí están el desaparecido ISS, el Sena y las instalaciones de la Policía Nacional gestionadas y traídas por él.

Bueno ¿y por qué hoy estoy escribiendo sobre Crispín, si nunca lo había hecho? Sencillamente porque en días pasados el doctor Miguel Villazón Quintero me sorprendió y me llevó a conocer una “estaca”, suntuosa, cómoda y bella obra que adelanta Comfacesar en predios de La Pedregosa que lleva el nombre de tan emérito ciudadano: se trata de un auditorio con un amplio salón de conferencias, con capacidad para 800 personas sentadas cómodamente y con espacio para unas 200 más de pies o en sillas Rimax si es necesario, tiene amplio restaurante y cómoda cafetería, grandes espacios para circular, aire acondicionado por todas partes y comodidades por doquier e inexplicablemente no vi un sitio adecuado para la prensa y otro especial para ilustres personalidades, estando el espacio ahí y por ello se lo sugerí al doctor Lole Maya, solícito, atento y locuaz que funge como Interventor, quien tomó nota y ojalá lo tengan en cuenta.

No queda otra alternativa, sino felicitar al doctor Luis Ernesto Orozco, el eficiente Director de Comfacesar y a su Junta Directiva presidida por el doctor Miguel Villazón Quintero por esta feliz iniciativa que acaba con la incertidumbre de la falta que le hacía a Valledupar esta magna e importante obra que será inaugurada en diciembre, quizás con un costo final cercano a los 10 mil millones de pesos, con un bello concierto musical, que desde ya y en forma gratuita deberá brindar el hijo mayor de Villazón de Armas, Iván Villazón.

De parte de la familia Aponte, de la cual hizo parte Crispín Villazón de Armas, pues se llevó la flor más linda que tenía Urumita, la bella y siempre recordada Clarita, nuestros agradecimientos por perpetuar y eternizar su presencia al distinguir esa magnífica obra con su nombre: Crispín Villazón de Armas. Gracias, repito, a los doctores Luis Ernesto Orozco, eficiente y capaz director de Comfacesar y a Miguel Villazón como digno Presidente de su Junta.

En La Guajira existe Comfaguajira con una EPS envidiable, ¿por qué Comfacesar no hace lo mismo con sus afiliados aquí?

Alcalde, la vía a La Pedregosa y quizás de ahora en adelante la de Crispín Villazón de Armas necesita arreglo, como también la que conduce hasta el puente de Hurtado. Ojalá esta petición no caiga en saco roto como han caído todas las sugerencias que en esta columna se le han hecho por el bienestar de la ciudad y sino que lo digan los huecos de la 11 con 12.

Por José M. Aponte Martínez