Con 12 % de favorabilidad, el presidente arrastra su último año con el compromiso obsesivo de cumplirles a las Farc. Sin embargo, ya no las tiene todas consigo. La Unidad alrededor de la paz fariana se desmorona con los intereses electorales de 2018, mientras que  la sociedad empieza a percatarse de que no era un asunto menor la entrega del Estado de Derecho consagrada en el Acuerdo.

Ya la Corte Constitucional limitó el fast track y el fiscal ha frenado excesos de algunos proyectos que buscaban, entre otras cosas, devolverles a las Farc sus recursos ilícitos. Ya los empresarios vuelven a expresar sus desacuerdos y los medios muestran mayor independencia. En la audiencia pública de la Corte Constitucional sobre la FEP, los participantes exigieron claridad de competencias y cuestionaron la impunidad.

Descontando las chambonadas de las zonas veredales y el show de unos delincuentes en huelga porque no los sacan rápido de la cárcel, el Gobierno muestra afán en cumplir el Acuerdo con una cascada de proyectos por la vía rápida, pero el país no percibe en las Farc la misma actitud, más allá de la alharaca de sus líderes denunciado que el Gobierno es el incumplido, otro ejemplo de la inversión revolucionaria de la realidad y de la historia, gracias a la cual siempre les salimos a deber.

La reinserción es un acto de fe. ¿Dónde están los milicianos? A la zona veredal de Norte de Santander no llegó sino la mitad de los guerrilleros esperados, mientras el Eln se fortalece en la región. ¿Cambio de brazaletes? La entrega de armas resultó una parodia con rebaja de 7.000, gracias a las retractaciones del presidente y el Ministro de Defensa, un “error” en el que nadie cree. Las Farc incumplieron con los niños y también con las víctimas, por cuenta de una pobreza que el país tampoco les cree.

Por eso, aunque avanza el proyecto de las 16 circunscripciones especiales, marca un punto de quiebre en la respuesta ciudadana frente al Acuerdo. Hoy crece el rechazo a esta nueva toma de las instituciones, porque, sencillamente, nadie cree que no sean para las Farc en el cuerpo ajeno de las organizaciones asentadas donde detentaron poder armado y hoy conservan poder territorial. Hasta los políticos recelan, porque  son 16 escaños indirectos y 5 directos. ¡21 representantes!; una bancada envidiable y una peligrosa asimetría de poder en la Cámara.

En las 16 circunscripciones viven más de 6.700.000 colombianos. En ellas habrá más de 4 millones de hectáreas en Zonas de Reserva Campesinas bajo influencia fariana. Allí están 24 Zonas Veredales a donde llegaron las Farc para quedarse y hacer trabajo político. En ellas hay 130.000 hectáreas de cultivos ilícitos, más de la mitad del total. Allí se concentra la minería ilegal y las bandas criminales. ¿Qué y a quién van a representar esos noveles políticos?

@jflafaurie

Por José Félix Lafaurie Rivera