Con mucha tristeza e impotencia los habitantes del municipio de Chiriguaná, centro del Cesar, despidieron al profesor Naimen Lara, quien fue víctima de los disturbios que tuvieron lugar en la población por parte de un grupo de personas que protestaban por el cierre del hospital San Andrés, los precios del peaje y la pésima prestación del servicio de energía por parte de la empresa Electricaribe.

Tras la muerte de Naimen Lara, de 31 años de edad, quien se desempeñaba como instructor deportivo, la población vive aún en zozobra. El municipio está conmovido con los hechos ocurridos, pues nunca se había presentado un desenlace fatal en anteriores protestas. Las manifestaciones de duelo por este acontecimiento fueron muy expresivas, cuando luego de practicar la autopsia y entregar el cuerpo a sus familiares, una gran multitud en motocicletas y bicicletas, acompañó a Naimen Lara en su último recorrido hasta su residencia ubicada en el corregimiento de La Sierra, donde le dieron sepultura.

A pesar de que los locales comerciales y entidades volvieron ayer a su ritmo normal, la ciudadanía aún vive en medio de la tensión producida por las reacciones de dolor e impotencia que generan estos hechos. Es así como en horas de la tarde de ayer, cuando le daban el último adiós a Naimen, los ánimos se caldearon nuevamente, los habitantes gritaban y pedían justicia, y cuestionaron a la Policía Nacional, a cuyos miembros les atribuyen tal desafuero.

Ayer estuvieron presentes delegaciones de varias organizaciones de derechos humanos, que llegaron al corregimiento de La Sierra para escuchar la versión de las personas que resultaron víctimas de las agresiones del Esmad.

“El Esmad agredió a personas que no estaban haciendo presencia en la protesta, mujeres embarazadas, niños, jóvenes, adultos mayores, agredieron con violencia y gritaban aquí hay guerra”, relató Paola Martínez, habitante de La Sierra.

Mientras tanto hombres del Ejército Nacional están ubicados en la Troncal de Oriente, vigilando la zona donde se registraron los actos violentos que dejaron siete heridos y un muerto.

Los habitantes del municipio esperan también que llegue la Superintendencia de Salud, con el fin de hacer una rigurosa investigación y darle una solución inmediata de la situación y el futuro que tendrá el Hospital San Andrés.

Redacción/ EL PILÓN