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Editorial - 14 agosto, 2017

Cesarense consume cesarense

Esa debería ser la máxima que gobierne los sectores productivos del departamento del Cesar, un territorio que tiene más ventajas que desventajas. El Cesar está sobredimensionado, diversos estudios muestran las fortalezas de esta región: gente preparada, pisos térmicos, tierra fértil, agua y millonarios recursos que llegan vía Sistema General de Regalías, que solo son para […]

Esa debería ser la máxima que gobierne los sectores productivos del departamento del Cesar, un territorio que tiene más ventajas que desventajas. El Cesar está sobredimensionado, diversos estudios muestran las fortalezas de esta región: gente preparada, pisos térmicos, tierra fértil, agua y millonarios recursos que llegan vía Sistema General de Regalías, que solo son para invertir.

Hacemos esta introducción para ventilar el tema de los ladrilleros de Valledupar, que están hace rato buscando una conexión con los representantes del sector de la construcción. Llegó en un comunicado de prensa de la Gobernación del Cesar el avance que ha hecho la Secretaría de Minas con los ladrilleros para analizar la situación de los microempresarios, que piden unificación del precio del ladrillo, la comercialización con las empresas constructoras y la creación de una asociación integrada por los titulares mineros.

Desde hace varios años el gremio ladrillero viene pidiendo lo mismo: que les presten atención para que su producto sea consumido en el Cesar. La construcción en Valledupar ha tenido repuntes, ha sufrido crisis, pero es un sector que se mantiene y que bien puede apoyar lo nuestro.

En el año 2013, los ladrilleros del corregimiento Valencia de Jesús ya habían expresado su preocupación por la crisis que vivía el sector minero artesano, situación que se repite hoy. El precio y la comercialización en el mercado son los problemas más apremiantes que se deben resolver en el corto plazo. Van por buen camino con la orientación de la Gobernación del Cesar, ojalá ahora sí con resultados concretos, que queden establecidos para el largo plazo y no como pañitos de agua tibia para atender la situación actual.

De la reunión que sostengan con los constructores deben salir conclusiones que convengan a ambos sectores. Los ladrilleros de las veredas El Cielo, Las Casitas, La Montañita, Valencia de Jesús, de San Diego y los que residen en la zona urbana de Valledupar, se expresaron en un diálogo con el gobernador Francisco Ovalle, y de allí salió la iniciativa de reunirse con el gremio de la construcción para establecer un portafolio de oferta del producto y los precios definidos.

Esperamos que el desarrollo de este proceso con los ladrilleros sea exitoso y que pueda ser el ejemplo claro de cesarense consume cesarense.

Editorial
14 agosto, 2017

Cesarense consume cesarense

Esa debería ser la máxima que gobierne los sectores productivos del departamento del Cesar, un territorio que tiene más ventajas que desventajas. El Cesar está sobredimensionado, diversos estudios muestran las fortalezas de esta región: gente preparada, pisos térmicos, tierra fértil, agua y millonarios recursos que llegan vía Sistema General de Regalías, que solo son para […]


Esa debería ser la máxima que gobierne los sectores productivos del departamento del Cesar, un territorio que tiene más ventajas que desventajas. El Cesar está sobredimensionado, diversos estudios muestran las fortalezas de esta región: gente preparada, pisos térmicos, tierra fértil, agua y millonarios recursos que llegan vía Sistema General de Regalías, que solo son para invertir.

Hacemos esta introducción para ventilar el tema de los ladrilleros de Valledupar, que están hace rato buscando una conexión con los representantes del sector de la construcción. Llegó en un comunicado de prensa de la Gobernación del Cesar el avance que ha hecho la Secretaría de Minas con los ladrilleros para analizar la situación de los microempresarios, que piden unificación del precio del ladrillo, la comercialización con las empresas constructoras y la creación de una asociación integrada por los titulares mineros.

Desde hace varios años el gremio ladrillero viene pidiendo lo mismo: que les presten atención para que su producto sea consumido en el Cesar. La construcción en Valledupar ha tenido repuntes, ha sufrido crisis, pero es un sector que se mantiene y que bien puede apoyar lo nuestro.

En el año 2013, los ladrilleros del corregimiento Valencia de Jesús ya habían expresado su preocupación por la crisis que vivía el sector minero artesano, situación que se repite hoy. El precio y la comercialización en el mercado son los problemas más apremiantes que se deben resolver en el corto plazo. Van por buen camino con la orientación de la Gobernación del Cesar, ojalá ahora sí con resultados concretos, que queden establecidos para el largo plazo y no como pañitos de agua tibia para atender la situación actual.

De la reunión que sostengan con los constructores deben salir conclusiones que convengan a ambos sectores. Los ladrilleros de las veredas El Cielo, Las Casitas, La Montañita, Valencia de Jesús, de San Diego y los que residen en la zona urbana de Valledupar, se expresaron en un diálogo con el gobernador Francisco Ovalle, y de allí salió la iniciativa de reunirse con el gremio de la construcción para establecer un portafolio de oferta del producto y los precios definidos.

Esperamos que el desarrollo de este proceso con los ladrilleros sea exitoso y que pueda ser el ejemplo claro de cesarense consume cesarense.