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Columnista - 9 abril, 2013

Casas gratis como debe ser

Por: Franklin Javier Daza Suárez. Este año el festival vallenato estará marcado por un hecho sin precedentes que no ha sido debidamente analizado y simplemente ha pasado como una noticia más, como si se tratara de un acto cotidiano que se repite frecuentemente. Me refiero a la entrega de las primeras 600 viviendas gratis de […]

Por: Franklin Javier Daza Suárez.

Este año el festival vallenato estará marcado por un hecho sin precedentes que no ha sido debidamente analizado y simplemente ha pasado como una noticia más, como si se tratara de un acto cotidiano que se repite frecuentemente. Me refiero a la entrega de las primeras 600 viviendas gratis de las 2.797 que están aseguradas para las familias vulnerables de nuestra ciudad. En horabuena el estado se reivindica con este sector de la población que con la entrega de estas viviendas gratis vuelve a ver una luz en el difícil camino que les ha tocado recorrer, ya sea originado por la violencia o por la pobreza extrema que los ha acompañado.

La magnitud de los proyectos Nando Marín y Lorenzo Morales es tan grande que caben allí todas las familias que hoy habitan en todas las urbanizaciones del Noroccidente de Valledupar (Rosario Norte, Maria Camila Norte, Rosario Norte 2, Mirador de la Sierra, Club House, Atlantis, Villa Ligia 1,2,3,4 , Altos de Comfacesar, La Castellana, Balcones de Santa Helena, Santillana, Diomedes Daza. Esto como para darles una idea de lo que se viene.

Me asalta una gran preocupación frente a estos proyectos de vivienda: La Convivencia y el acatamiento de las normas de propiedad horizontal, si tenemos en cuenta que la gran mayoría de los futuros propietarios son familias desplazadas, madres cabeza de hogar, personas del campo o de la periferia de centros urbanos que vinieron a parar a Valledupar en busca de un mejor futuro, y que lógicamente no tienen por qué saber ni conocer las normas y leyes que rigen el nuevo esquema de vivienda que tendrán. Eso hay que enseñárselos a través de un acompañamiento institucional contundente.

Digo que me preocupa porque hasta ahora no se sabe a quienes asignarán las viviendas, lo que significa que en menos de un mes se hará la selección de las familias con derecho a la vivienda gratis, luego el sorteo para la adjudicación y posteriormente la entrega anunciada para los días de festival. Entonces a qué horas o en qué momento se va a diseñar un esquema de asistencia y capacitación a estas familias que van a cambiar su estilo de vida y forma de convivir? No es lo mismo estar viviendo en sus casitas improvisadas en las invasiones o sitios en los que hoy se encuentren, donde a pesar de la precariedad, tienen un estilo de vida y convivencia parecidos al que tenían en sus sitios de origen, que llegar de la noche a la mañana a habitar torres de concreto de 5 pisos en apartamentos de 45 metros cuadrados, donde tendrán que cambiar muchos comportamientos inherentes al arraigo cultural y tradicional de esta región.

Más importante que entregar las casas con internet, me atrevo a decir que lo que se necesita en estos proyectos son unos esquemas de acompañamiento interinstitucional durante los primeros seis meses de convivencia para evitar problemas como el maltrato infantil, la violencia sexual y de género, conflictos entre vecinos, ocupación y uso de zonas comunes, etc.

Entidades como el Bienestar Familiar y las oficinas de política Social y Secretarías de Salud y Gobierno municipales y departamentales deben desde ya integrar una mesa de seguimiento que haga acompañamiento antes, durante y después de la tan anunciada entrega de las viviendas gratis. Solo así se podrá garantizar un desarrollo humano acorde con las expectativas de todos los colombianos que esperanzados reciben por fin su pedacito de tierra y que debe convertirse en un factor de crecimiento personal, familiar y social, y no en otro dolor de cabeza más.

Columnista
9 abril, 2013

Casas gratis como debe ser

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Franklin Daza Suarez

Por: Franklin Javier Daza Suárez. Este año el festival vallenato estará marcado por un hecho sin precedentes que no ha sido debidamente analizado y simplemente ha pasado como una noticia más, como si se tratara de un acto cotidiano que se repite frecuentemente. Me refiero a la entrega de las primeras 600 viviendas gratis de […]


Por: Franklin Javier Daza Suárez.

Este año el festival vallenato estará marcado por un hecho sin precedentes que no ha sido debidamente analizado y simplemente ha pasado como una noticia más, como si se tratara de un acto cotidiano que se repite frecuentemente. Me refiero a la entrega de las primeras 600 viviendas gratis de las 2.797 que están aseguradas para las familias vulnerables de nuestra ciudad. En horabuena el estado se reivindica con este sector de la población que con la entrega de estas viviendas gratis vuelve a ver una luz en el difícil camino que les ha tocado recorrer, ya sea originado por la violencia o por la pobreza extrema que los ha acompañado.

La magnitud de los proyectos Nando Marín y Lorenzo Morales es tan grande que caben allí todas las familias que hoy habitan en todas las urbanizaciones del Noroccidente de Valledupar (Rosario Norte, Maria Camila Norte, Rosario Norte 2, Mirador de la Sierra, Club House, Atlantis, Villa Ligia 1,2,3,4 , Altos de Comfacesar, La Castellana, Balcones de Santa Helena, Santillana, Diomedes Daza. Esto como para darles una idea de lo que se viene.

Me asalta una gran preocupación frente a estos proyectos de vivienda: La Convivencia y el acatamiento de las normas de propiedad horizontal, si tenemos en cuenta que la gran mayoría de los futuros propietarios son familias desplazadas, madres cabeza de hogar, personas del campo o de la periferia de centros urbanos que vinieron a parar a Valledupar en busca de un mejor futuro, y que lógicamente no tienen por qué saber ni conocer las normas y leyes que rigen el nuevo esquema de vivienda que tendrán. Eso hay que enseñárselos a través de un acompañamiento institucional contundente.

Digo que me preocupa porque hasta ahora no se sabe a quienes asignarán las viviendas, lo que significa que en menos de un mes se hará la selección de las familias con derecho a la vivienda gratis, luego el sorteo para la adjudicación y posteriormente la entrega anunciada para los días de festival. Entonces a qué horas o en qué momento se va a diseñar un esquema de asistencia y capacitación a estas familias que van a cambiar su estilo de vida y forma de convivir? No es lo mismo estar viviendo en sus casitas improvisadas en las invasiones o sitios en los que hoy se encuentren, donde a pesar de la precariedad, tienen un estilo de vida y convivencia parecidos al que tenían en sus sitios de origen, que llegar de la noche a la mañana a habitar torres de concreto de 5 pisos en apartamentos de 45 metros cuadrados, donde tendrán que cambiar muchos comportamientos inherentes al arraigo cultural y tradicional de esta región.

Más importante que entregar las casas con internet, me atrevo a decir que lo que se necesita en estos proyectos son unos esquemas de acompañamiento interinstitucional durante los primeros seis meses de convivencia para evitar problemas como el maltrato infantil, la violencia sexual y de género, conflictos entre vecinos, ocupación y uso de zonas comunes, etc.

Entidades como el Bienestar Familiar y las oficinas de política Social y Secretarías de Salud y Gobierno municipales y departamentales deben desde ya integrar una mesa de seguimiento que haga acompañamiento antes, durante y después de la tan anunciada entrega de las viviendas gratis. Solo así se podrá garantizar un desarrollo humano acorde con las expectativas de todos los colombianos que esperanzados reciben por fin su pedacito de tierra y que debe convertirse en un factor de crecimiento personal, familiar y social, y no en otro dolor de cabeza más.