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Editorial - 12 octubre, 2016

Camino a la paz completa

El nubarrón que oscureció el proceso de paz con las Farc se ha ido despejando poco a poco. Primero fue el Nobel otorgado al presidente Juan Manuel Santos y ahora el relanzamiento de los diálogos con la guerrilla del Ejército Nacional de Liberación, Eln, que no solo representa otra pieza de la paz completa que […]

El nubarrón que oscureció el proceso de paz con las Farc se ha ido despejando poco a poco. Primero fue el Nobel otorgado al presidente Juan Manuel Santos y ahora el relanzamiento de los diálogos con la guerrilla del Ejército Nacional de Liberación, Eln, que no solo representa otra pieza de la paz completa que esperan los colombianos, sino un empujón más al hasta ahora estancado proceso con las Farc luego de que más de seis millones de colombianos dijeran no a los acuerdos logrados en La Habana.

La reapertura de la fase pública de negociaciones con el Eln que se dio este lunes en Caracas, Venezuela, entre delegaciones del Gobierno Nacional y del grupo guerrillero, fue la antesala para la instalación oficial el próximo 27 de octubre de la mesa de conversaciones que se llevará a cabo en Quito (Ecuador), para luego darle paso a la discusión formal el tres de noviembre.

A solo 20 días de que inicie esta nueva mesa de diálogo con la otra guerrilla que aún persiste en Colombia, hay que analizar que esta negociación se fortalecerá con el acuerdo con el que se llegó con las Farc, porque será más fácil en la medida que ya hay una metodología -una arquitectura jurídica- que se construyó al respecto. La experiencia de La Habana fortalece el propósito de construir la paz en términos generales.

Ya no hay excusas para continuar con el argumento de que la paz estaba incompleta porque faltaba el Eln. Con los diálogos públicos con el Eln la paz comienza a completarse de alguna manera. Quedan pendientes otros factores de violencia de las llamadas bandas criminales o grupos organizados o paramilitares.

Ahora llama la atención qué pasará con el Epl, que aunque pidió pista un tiempo para que también se hablara con ellos, el gobierno rechazó de plano la propuesta argumentando que era una estructura criminal. Paso a paso, todos terminarán en la misma mesa.

Lo importante en las negociaciones con Eln es que va a servir para perfeccionar algunas fallas del acuerdo con las Farc, la primera es que en este caso si habrá participación de las comunidades porque el Eln siempre ha planteado esta inclusión comunitaria, que de hecho es el primer punto: cómo las comunidades van a participar en la discusión de los acuerdos. Será la gente de los territorios donde hay presencia del Eln los que van a la mesa, nadie los representará.

Y segundo es que seguramente el Eln va a intentar algunos temas que no fueron objeto de discusión con las Farc. Por ejemplo: el tema minero-energético, teniendo en cuenta que el fuerte del Eln siempre han sido las demandas con respecto a los recursos naturales del país y en ese sentido también podría abrirse una puerta para que se discuta lo que hasta ahora el gobierno no ha querido discutir, como es el modelo económico, pero discutirlo no tanto con la insurgencia sino con toda la gente que va a confluir en esos diálogos.

Este escenario de diálogo va a significar una disminución casi total de las acciones ofensivas que el Eln tenía, porque recordemos que eventualmente cuando había algún tipo de celebración este grupo armado hacia acciones de propaganda, incluso atentados contra la fuerza pública. En una mesa de diálogos por lo menos se van a restringir ese tipo de acciones. En el departamento del Cesar los municipios que tienen presencia de esta guerrilla saben muy bien lo que pasa. Bienvenida la mesa de negociación con el Eln por una paz completa.

Editorial
12 octubre, 2016

Camino a la paz completa

El nubarrón que oscureció el proceso de paz con las Farc se ha ido despejando poco a poco. Primero fue el Nobel otorgado al presidente Juan Manuel Santos y ahora el relanzamiento de los diálogos con la guerrilla del Ejército Nacional de Liberación, Eln, que no solo representa otra pieza de la paz completa que […]


El nubarrón que oscureció el proceso de paz con las Farc se ha ido despejando poco a poco. Primero fue el Nobel otorgado al presidente Juan Manuel Santos y ahora el relanzamiento de los diálogos con la guerrilla del Ejército Nacional de Liberación, Eln, que no solo representa otra pieza de la paz completa que esperan los colombianos, sino un empujón más al hasta ahora estancado proceso con las Farc luego de que más de seis millones de colombianos dijeran no a los acuerdos logrados en La Habana.

La reapertura de la fase pública de negociaciones con el Eln que se dio este lunes en Caracas, Venezuela, entre delegaciones del Gobierno Nacional y del grupo guerrillero, fue la antesala para la instalación oficial el próximo 27 de octubre de la mesa de conversaciones que se llevará a cabo en Quito (Ecuador), para luego darle paso a la discusión formal el tres de noviembre.

A solo 20 días de que inicie esta nueva mesa de diálogo con la otra guerrilla que aún persiste en Colombia, hay que analizar que esta negociación se fortalecerá con el acuerdo con el que se llegó con las Farc, porque será más fácil en la medida que ya hay una metodología -una arquitectura jurídica- que se construyó al respecto. La experiencia de La Habana fortalece el propósito de construir la paz en términos generales.

Ya no hay excusas para continuar con el argumento de que la paz estaba incompleta porque faltaba el Eln. Con los diálogos públicos con el Eln la paz comienza a completarse de alguna manera. Quedan pendientes otros factores de violencia de las llamadas bandas criminales o grupos organizados o paramilitares.

Ahora llama la atención qué pasará con el Epl, que aunque pidió pista un tiempo para que también se hablara con ellos, el gobierno rechazó de plano la propuesta argumentando que era una estructura criminal. Paso a paso, todos terminarán en la misma mesa.

Lo importante en las negociaciones con Eln es que va a servir para perfeccionar algunas fallas del acuerdo con las Farc, la primera es que en este caso si habrá participación de las comunidades porque el Eln siempre ha planteado esta inclusión comunitaria, que de hecho es el primer punto: cómo las comunidades van a participar en la discusión de los acuerdos. Será la gente de los territorios donde hay presencia del Eln los que van a la mesa, nadie los representará.

Y segundo es que seguramente el Eln va a intentar algunos temas que no fueron objeto de discusión con las Farc. Por ejemplo: el tema minero-energético, teniendo en cuenta que el fuerte del Eln siempre han sido las demandas con respecto a los recursos naturales del país y en ese sentido también podría abrirse una puerta para que se discuta lo que hasta ahora el gobierno no ha querido discutir, como es el modelo económico, pero discutirlo no tanto con la insurgencia sino con toda la gente que va a confluir en esos diálogos.

Este escenario de diálogo va a significar una disminución casi total de las acciones ofensivas que el Eln tenía, porque recordemos que eventualmente cuando había algún tipo de celebración este grupo armado hacia acciones de propaganda, incluso atentados contra la fuerza pública. En una mesa de diálogos por lo menos se van a restringir ese tipo de acciones. En el departamento del Cesar los municipios que tienen presencia de esta guerrilla saben muy bien lo que pasa. Bienvenida la mesa de negociación con el Eln por una paz completa.