En julio de 2015 el Ministerio de Ambiente anunció que convertiría en parques naturales a seis zonas del país para protegerlas de la mano devastadora del hombre. Más de 1,6 hectáreas tendrían los beneficios que les dan a los parques naturales en el país. Las nuevas zonas propuestas en ese momento eran la serranía de […]
En julio de 2015 el Ministerio de Ambiente anunció que convertiría en parques naturales a seis zonas del país para protegerlas de la mano devastadora del hombre. Más de 1,6 hectáreas tendrían los beneficios que les dan a los parques naturales en el país.
Las nuevas zonas propuestas en ese momento eran la serranía de San Lucas, el bosque seco del Patía, las sabanas y humedales de Arauca, la serranía del Perijá, la selva húmeda del Cumaribo y el alto Manacacías. Pasó algo más de un año y el anuncio se hizo realidad, por lo menos en el caso de la Serranía del Perijá.
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo, llegó a Valledupar y presidió la última reunión del año 2016 del consejo directivo de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, en la que firmó la declaratoria de 25.000 hectáreas protegidas del nuevo parque natural regional serranía de Perijá. Esta declaratoria es el documento que avalará en el futuro toda la defensa que se haga de los suelos, el agua, la fauna silvestre y las comunidades indígenas que allí conviven.
Son más de 25 mil hectáreas de parque natural, ubicado en jurisdicción de los municipios de La Paz, Manaure y Agustín Codazzi, territorio suficiente para atenuar y prevenir los posibles impactos que puedan afectar el suelo declarado por la acción antrópica.
Esta declaratoria es un logro, pero a la vez es un reto porque significa que este ecosistema está sufriendo, porque las áreas elegidas por el Ministerio de Ambiente para declararlas parques naturales representan ecosistemas en alto riesgo de degradación por la actividad minera, pero también una riqueza excepcional en biodiversidad.
Apenas comienza el trabajo, en el cual será clave la autoridad ambiental del Cesar, pero también las organizaciones sociales que defienden el medio ambiente y especialmente las comunidades que habitan en esas 25 mil hectáreas, donde ya se hacen intervenciones interesantes, como el que ha liderado la multinacional Drummond a través del Programa de Compensación Forestal y con el acompañamiento de la Fundación Pro Sierra Nevada de Santa Marta, y la participación de las también empresas mineras Colombia Natural Resources –CNR, Prodeco y Norcarbon.
Con este programa han logrado la protección de áreas conservadas, la restauración de zonas degradadas, el establecimiento y mantenimiento de sistemas productivos asociados a la conservación, el reconocimiento a la población rural de los incentivos ambientales, el fortalecimiento de las organizaciones comunitarias, la adecuación de vías, escuelas y puestos de salud en la Serranía del Perijá.
Los resultados ambientales con este Programa son visibles y medibles, y encajan perfectamente con el nuevo camino por el que transitara la Serranía del Perijá en su nueva condición de parque natural regional.
En julio de 2015 el Ministerio de Ambiente anunció que convertiría en parques naturales a seis zonas del país para protegerlas de la mano devastadora del hombre. Más de 1,6 hectáreas tendrían los beneficios que les dan a los parques naturales en el país. Las nuevas zonas propuestas en ese momento eran la serranía de […]
En julio de 2015 el Ministerio de Ambiente anunció que convertiría en parques naturales a seis zonas del país para protegerlas de la mano devastadora del hombre. Más de 1,6 hectáreas tendrían los beneficios que les dan a los parques naturales en el país.
Las nuevas zonas propuestas en ese momento eran la serranía de San Lucas, el bosque seco del Patía, las sabanas y humedales de Arauca, la serranía del Perijá, la selva húmeda del Cumaribo y el alto Manacacías. Pasó algo más de un año y el anuncio se hizo realidad, por lo menos en el caso de la Serranía del Perijá.
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo, llegó a Valledupar y presidió la última reunión del año 2016 del consejo directivo de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, en la que firmó la declaratoria de 25.000 hectáreas protegidas del nuevo parque natural regional serranía de Perijá. Esta declaratoria es el documento que avalará en el futuro toda la defensa que se haga de los suelos, el agua, la fauna silvestre y las comunidades indígenas que allí conviven.
Son más de 25 mil hectáreas de parque natural, ubicado en jurisdicción de los municipios de La Paz, Manaure y Agustín Codazzi, territorio suficiente para atenuar y prevenir los posibles impactos que puedan afectar el suelo declarado por la acción antrópica.
Esta declaratoria es un logro, pero a la vez es un reto porque significa que este ecosistema está sufriendo, porque las áreas elegidas por el Ministerio de Ambiente para declararlas parques naturales representan ecosistemas en alto riesgo de degradación por la actividad minera, pero también una riqueza excepcional en biodiversidad.
Apenas comienza el trabajo, en el cual será clave la autoridad ambiental del Cesar, pero también las organizaciones sociales que defienden el medio ambiente y especialmente las comunidades que habitan en esas 25 mil hectáreas, donde ya se hacen intervenciones interesantes, como el que ha liderado la multinacional Drummond a través del Programa de Compensación Forestal y con el acompañamiento de la Fundación Pro Sierra Nevada de Santa Marta, y la participación de las también empresas mineras Colombia Natural Resources –CNR, Prodeco y Norcarbon.
Con este programa han logrado la protección de áreas conservadas, la restauración de zonas degradadas, el establecimiento y mantenimiento de sistemas productivos asociados a la conservación, el reconocimiento a la población rural de los incentivos ambientales, el fortalecimiento de las organizaciones comunitarias, la adecuación de vías, escuelas y puestos de salud en la Serranía del Perijá.
Los resultados ambientales con este Programa son visibles y medibles, y encajan perfectamente con el nuevo camino por el que transitara la Serranía del Perijá en su nueva condición de parque natural regional.