Luego de que el Gobierno Nacional y Eln anunciaran el inicio de la fase pública de diálogos de paz para el próximo 7 de febrero, con el fin de suscribir un acuerdo final para terminar el conflicto armado y acordar transformaciones en búsqueda de una Colombia en paz, en el departamento del Cesar hay una gran expectativa sobre este nuevo proceso con la segunda guerrilla más importante del país.

En el Cesar hay dos estructuras del Ejército de Liberación Nacional: el frente José Manuel Martínez Quiroz, cuyo epicentro es Becerril, extendiéndose un poco hasta La Jagua de Ibirico y Chiriguaná; también está el frente Camilo Torres Restrepo en los municipios del sur.

Según una fuente consultada por EL PILÓN, en esta región, de alguna manera el Eln tiene trabajo político en varias comunidades en las que históricamente han tenido injerencia.

Esta nueva etapa de negociaciones constará de una agenda de seis puntos como la participación de la sociedad en la construcción de la paz, la democracia para la paz, transformaciones para la paz, víctimas, fin del conflicto armado y la implementación.

En el primer punto, el Gobierno y el Eln negociarán el mecanismo para que la sociedad civil haga llegar a la mesa de diálogo sus iniciativas y propuestas que hagan viable la paz.

En cuanto a la democracia, se pondrá en marcha el mecanismo que se defina para la participación de la sociedad con propuestas para conseguir la paz. Se revisará el tratamiento de los condenados por actos en protestas sociales.

En el tercer punto, las partes abordarán las propuestas hechas por la sociedad y debatirán programas para la superación de la pobreza, la exclusión social, la degradación ambiental y el desarrollo de los territorios.

Con respecto a las víctimas, se trabajará en el reconocimiento de los derechos a la verdad, justicia y reparación.

En lo referente al fin del conflicto, el objetivo es propiciar el tránsito del Eln a la política legal. Para ello, se tratará el cese bilateral del fuego, la dejación de sus armas y las condiciones de seguridad de sus excombatientes.

Por último, las partes construirán un plan de ejecución de los acuerdos alcanzados, que incluirán mecanismos de verificación.

Esta vez el presidente Juan Manuel Santos busca proteger los diálogos con la guerrilla del Eln, incluyendo a todos los sectores políticos posibles, y por eso decidió extenderle una invitación a su mayor opositor Álvaro Uribe Vélez, para que participe en el proceso.