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Columnista - 22 octubre, 2016

Aqua del río Cesar (II)

Estudios del Banco Mundial del año 2013 manifiestan que “el 70 % de las aguas residuales en América Latina no son tratadas. Sacamos el agua, la usamos y la devolvemos a los ríos completamente contaminada”. Esta situación concibe desafíos. Yee-Batista, experta en Agua y Saneamiento Básico del Banco Mundial, advierte que los procesos para reformar […]

Estudios del Banco Mundial del año 2013 manifiestan que “el 70 % de las aguas residuales en América Latina no son tratadas. Sacamos el agua, la usamos y la devolvemos a los ríos completamente contaminada”. Esta situación concibe desafíos. Yee-Batista, experta en Agua y Saneamiento Básico del Banco Mundial, advierte que los procesos para reformar el agua demandan soluciones multifacéticas, como inversión en infraestructura, suministro, saneamiento y aguas residuales y drenaje urbano. Implementar procesos y proyectos en las zonas urbanas es una necesidad perentoria, pues, en esos territorios en el periodo comprendido entre los años 2030 – 2050, estará asentada el 70 % de la población mundial.

No deja de ser motivo de desconcierto que en Valledupar estemos inmersos en un debate por el contrato que tiene por objeto el tratamiento de las aguas residuales que produce la ciudad, que sin ningún pudor están acabando con la capacidad de asimilación del río Cesar. Al analizar este problema, concluyo que la ciudad en los últimos 20 años ha sido gobernada sin análisis de futuro, no tuvieron en cuenta variables como la densidad de población, creyeron que la ciudad siempre tendría casitas de bahareque.

El Contrato 077 de 2015, suscrito entre Emdupar S.A y Aqua de Colombia, tiene por objeto la implementación de un sistema de tratamiento de aguas residuales en la PTAR El Salguero, por valor de 49 mil millones de pesos y el 065 de 2015, por valor de 156 mil millones de pesos, tiene por objeto la implementación de tecnologías para el aprovechamiento de los residuos sólidos. La ejecución de ambos contratos está proyectada a 30 años. El pasado reciente no fue concreto en cuanto a los productos contentivos del empréstito de 36 mil millones que en los hombros carga Emdupar. Los ciudadanos debemos ser vigilantes de estas inversiones, y principalmente los organismos de vigilancia y Control, en aras de minimizar la materialización de riesgos de corrupción.

He recibido y leído información de los contratos, inclusive acciones populares, a propósito inadmitidas por juzgados administrativos. Los contratos contemplan el espíritu que exige el marco contractual, explican el componente técnico, el contexto tarifario, el modelo de inversión, amortización y retorno de la inversión. En términos puntuales la ciudadanía de Valledupar con el pago de los servicios que presta Emdupar, apalancaría la inversión durante los próximos 30 años.

No obstante, a la lectura que hice de los contratos, investigué con expertos en proyectos de esta envergadura. De este ejercicio pude concluir que es necesario realizar la obra, por dos razones básicas: contaminación ambiental y problemas de salud pública, no podemos ser insensatos contaminando fuentes de agua. Del mismo modo, no es difícil argüir que el debate por los contratos es político y de intereses particulares mezquinos, es hora de pensar en la gente, el agua es sinónimo de continuidad de la existencia. Estamos en periodos de renegociación, si es menester hagamos lo mismo con los contratos en referencia, con convicción desafectando ambiciones personales, con base en la luz jurisprudencial, los análisis técnicos y financieros, pero no sean irresponsables dilatando la recuperación del río Cesar.

Columnista
22 octubre, 2016

Aqua del río Cesar (II)

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

Estudios del Banco Mundial del año 2013 manifiestan que “el 70 % de las aguas residuales en América Latina no son tratadas. Sacamos el agua, la usamos y la devolvemos a los ríos completamente contaminada”. Esta situación concibe desafíos. Yee-Batista, experta en Agua y Saneamiento Básico del Banco Mundial, advierte que los procesos para reformar […]


Estudios del Banco Mundial del año 2013 manifiestan que “el 70 % de las aguas residuales en América Latina no son tratadas. Sacamos el agua, la usamos y la devolvemos a los ríos completamente contaminada”. Esta situación concibe desafíos. Yee-Batista, experta en Agua y Saneamiento Básico del Banco Mundial, advierte que los procesos para reformar el agua demandan soluciones multifacéticas, como inversión en infraestructura, suministro, saneamiento y aguas residuales y drenaje urbano. Implementar procesos y proyectos en las zonas urbanas es una necesidad perentoria, pues, en esos territorios en el periodo comprendido entre los años 2030 – 2050, estará asentada el 70 % de la población mundial.

No deja de ser motivo de desconcierto que en Valledupar estemos inmersos en un debate por el contrato que tiene por objeto el tratamiento de las aguas residuales que produce la ciudad, que sin ningún pudor están acabando con la capacidad de asimilación del río Cesar. Al analizar este problema, concluyo que la ciudad en los últimos 20 años ha sido gobernada sin análisis de futuro, no tuvieron en cuenta variables como la densidad de población, creyeron que la ciudad siempre tendría casitas de bahareque.

El Contrato 077 de 2015, suscrito entre Emdupar S.A y Aqua de Colombia, tiene por objeto la implementación de un sistema de tratamiento de aguas residuales en la PTAR El Salguero, por valor de 49 mil millones de pesos y el 065 de 2015, por valor de 156 mil millones de pesos, tiene por objeto la implementación de tecnologías para el aprovechamiento de los residuos sólidos. La ejecución de ambos contratos está proyectada a 30 años. El pasado reciente no fue concreto en cuanto a los productos contentivos del empréstito de 36 mil millones que en los hombros carga Emdupar. Los ciudadanos debemos ser vigilantes de estas inversiones, y principalmente los organismos de vigilancia y Control, en aras de minimizar la materialización de riesgos de corrupción.

He recibido y leído información de los contratos, inclusive acciones populares, a propósito inadmitidas por juzgados administrativos. Los contratos contemplan el espíritu que exige el marco contractual, explican el componente técnico, el contexto tarifario, el modelo de inversión, amortización y retorno de la inversión. En términos puntuales la ciudadanía de Valledupar con el pago de los servicios que presta Emdupar, apalancaría la inversión durante los próximos 30 años.

No obstante, a la lectura que hice de los contratos, investigué con expertos en proyectos de esta envergadura. De este ejercicio pude concluir que es necesario realizar la obra, por dos razones básicas: contaminación ambiental y problemas de salud pública, no podemos ser insensatos contaminando fuentes de agua. Del mismo modo, no es difícil argüir que el debate por los contratos es político y de intereses particulares mezquinos, es hora de pensar en la gente, el agua es sinónimo de continuidad de la existencia. Estamos en periodos de renegociación, si es menester hagamos lo mismo con los contratos en referencia, con convicción desafectando ambiciones personales, con base en la luz jurisprudencial, los análisis técnicos y financieros, pero no sean irresponsables dilatando la recuperación del río Cesar.