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Columnista - 27 agosto, 2016

Apertura democrática para construir la paz

Entre las páginas 30 y 49 del Acuerdo final de Paz, disponible para todos, quedó señalado el punto sobre Participación Política: Apertura democrática para construir la paz. La Constitución Política de Colombia establece que los senadores son elegidos por Circunscripción Nacional, es decir que representan al país y no a una región. En las elecciones […]

Entre las páginas 30 y 49 del Acuerdo final de Paz, disponible para todos, quedó señalado el punto sobre Participación Política: Apertura democrática para construir la paz. La Constitución Política de Colombia establece que los senadores son elegidos por Circunscripción Nacional, es decir que representan al país y no a una región.

En las elecciones del 9 marzo de 2014, 13 departamentos se quedaron sin representación en el Senado. No hay representantes de San Andrés, Arauca, Amazonas, Caquetá, Chocó, Guainía, Guaviare, Putumayo, Quindío, Vaupés, Vichada, Magdalena ni de La Guajira.

El preámbulo de este acuerdo conjuga aspectos sobresalientes como la dejación de armas y la proscripción de la violencia, como instrumentos para la ampliación y profundización democrática, con garantías y nuevos espacios de participación, con base en la facilitación de la creación de nuevos partidos u organizaciones políticas sin poner en riesgo el avance y consolidación de los existentes. Promover una mayor participación electoral requiere transparencia, especialmente, en zonas apartadas o afectadas por el conflicto y el abandono.

De nada sirve ampliar los lineamientos del pluralismo y participación, sino se asegura mayor autonomía e independencia de la Organización Electoral, del mismo modo, si no hay garantías para ejercer oposición política, en particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del Acuerdo Final.

Estos Derechos van a quedar inmersos en el estatuto para la oposición. No son menos importantes el enfoque de género, igualdad en la asignación de publicidad oficial y el liderazgo de la mujer. Estos elementos están explicados detalladamente en el numeral 2.1 y subsiguientes. Cuando usted tenga posibilidades de leer este punto del acuerdo, compartirá conmigo que no hay novedades profundas, sino adeudos históricos; tal vez, el compromiso acordado por el Gobierno Nacional relativo a la creación de 16 Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz para la elección de un total de 16 representantes a la Cámara de Representantes, de manera temporal y por dos períodos electorales sea la más ruidosa y acaparadora de polémica y divergencias, sin embargo, no obviemos la introducción de este artículo.

El espíritu de este acuerdo pretende cambiar la forma de hacer política en Colombia, brindando garantías de participación, promoviendo la convivencia, la tolerancia y no estigmatización, para asegurar condiciones de respeto a los valores democráticos. Las veedurías ciudadanas también tendrán protagonismo, a través de la formulación de un Plan de control y promoción, para efectuar seguimiento a la gestión pública. Les llegó el momento de aparecer, la invisibilidad contradice el modelo de participación, el mismo caso acontece con los Consejos Territoriales de Planeación.

El acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, es un documento robusto de 297 folios. He querido hacer este abre bocas con el acuerdo de participación política por la relevancia que entrega a la actividad política, este actor es el cimiento de la institucionalidad, de igual forma, para insistir en que finalizar el conflicto con las Farc, es apenas una etapa de una extenuante maratón y para desvirtuar que el Proceso de Paz no es la entrega del país, sino el principio para construir nación y sociedad. Seguro coincidimos en que no es un acuerdo deseable, el que todos quisiéramos, pero es lo mejor posible y viable para Colombia.

Quisiera tener más espacio para puntualizar y ser detallista con cada punto, ponderando los compromisos asumidos por el gobierno y las Farc. Respetuosamente los invito a leer los acuerdos, para que el 2 de octubre próximo hagamos con nuestro voto un mandato exigente por una nación que no quiere seguir viviendo angustiada y sin opciones.

Columnista
27 agosto, 2016

Apertura democrática para construir la paz

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

Entre las páginas 30 y 49 del Acuerdo final de Paz, disponible para todos, quedó señalado el punto sobre Participación Política: Apertura democrática para construir la paz. La Constitución Política de Colombia establece que los senadores son elegidos por Circunscripción Nacional, es decir que representan al país y no a una región. En las elecciones […]


Entre las páginas 30 y 49 del Acuerdo final de Paz, disponible para todos, quedó señalado el punto sobre Participación Política: Apertura democrática para construir la paz. La Constitución Política de Colombia establece que los senadores son elegidos por Circunscripción Nacional, es decir que representan al país y no a una región.

En las elecciones del 9 marzo de 2014, 13 departamentos se quedaron sin representación en el Senado. No hay representantes de San Andrés, Arauca, Amazonas, Caquetá, Chocó, Guainía, Guaviare, Putumayo, Quindío, Vaupés, Vichada, Magdalena ni de La Guajira.

El preámbulo de este acuerdo conjuga aspectos sobresalientes como la dejación de armas y la proscripción de la violencia, como instrumentos para la ampliación y profundización democrática, con garantías y nuevos espacios de participación, con base en la facilitación de la creación de nuevos partidos u organizaciones políticas sin poner en riesgo el avance y consolidación de los existentes. Promover una mayor participación electoral requiere transparencia, especialmente, en zonas apartadas o afectadas por el conflicto y el abandono.

De nada sirve ampliar los lineamientos del pluralismo y participación, sino se asegura mayor autonomía e independencia de la Organización Electoral, del mismo modo, si no hay garantías para ejercer oposición política, en particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del Acuerdo Final.

Estos Derechos van a quedar inmersos en el estatuto para la oposición. No son menos importantes el enfoque de género, igualdad en la asignación de publicidad oficial y el liderazgo de la mujer. Estos elementos están explicados detalladamente en el numeral 2.1 y subsiguientes. Cuando usted tenga posibilidades de leer este punto del acuerdo, compartirá conmigo que no hay novedades profundas, sino adeudos históricos; tal vez, el compromiso acordado por el Gobierno Nacional relativo a la creación de 16 Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz para la elección de un total de 16 representantes a la Cámara de Representantes, de manera temporal y por dos períodos electorales sea la más ruidosa y acaparadora de polémica y divergencias, sin embargo, no obviemos la introducción de este artículo.

El espíritu de este acuerdo pretende cambiar la forma de hacer política en Colombia, brindando garantías de participación, promoviendo la convivencia, la tolerancia y no estigmatización, para asegurar condiciones de respeto a los valores democráticos. Las veedurías ciudadanas también tendrán protagonismo, a través de la formulación de un Plan de control y promoción, para efectuar seguimiento a la gestión pública. Les llegó el momento de aparecer, la invisibilidad contradice el modelo de participación, el mismo caso acontece con los Consejos Territoriales de Planeación.

El acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, es un documento robusto de 297 folios. He querido hacer este abre bocas con el acuerdo de participación política por la relevancia que entrega a la actividad política, este actor es el cimiento de la institucionalidad, de igual forma, para insistir en que finalizar el conflicto con las Farc, es apenas una etapa de una extenuante maratón y para desvirtuar que el Proceso de Paz no es la entrega del país, sino el principio para construir nación y sociedad. Seguro coincidimos en que no es un acuerdo deseable, el que todos quisiéramos, pero es lo mejor posible y viable para Colombia.

Quisiera tener más espacio para puntualizar y ser detallista con cada punto, ponderando los compromisos asumidos por el gobierno y las Farc. Respetuosamente los invito a leer los acuerdos, para que el 2 de octubre próximo hagamos con nuestro voto un mandato exigente por una nación que no quiere seguir viviendo angustiada y sin opciones.