Sthefany López es una joven Vallenata y abogada de profesión pero diseñadora de corazón, no tuvo miedo en hacer sus sueños realidad y dejar a un lado el “qué dirán” creando sin recelo su empresa de accesorios que hoy en día ha dado de qué hablar por la calidad, delicadeza y exclusividad de sus creaciones.

López Olaya le contó a EL PILÓN que la idea de crear accesorios siempre ha estado a lo largo de su vida, “desde el colegio me he caracterizado por elaborarlos, incluso en el año 2009 tuve un reconocimiento por presentar un proyecto relacionado a la creación de accesorios basados en la cultura vallenata, pero me enfoqué en mi carrera y estudios por lo que dejé a un lado la elaboración de accesorios para la venta y solo haciendo para mi uso personal, pero desde hace un año a petición de muchas amigas decidí retomar y le di espacio para que naciera Anthea”.
A pesar de haber quedado embarazada a temprana edad, a sus 30 años Sthefany ha demostrado ser una madre y luchadora de sus sueños “mi hijo tiene 12 años, pero eso no fue impedimento para seguir mi proyecto de vida, continué mis estudios de derecho, luego mis dos especializaciones; he sido hasta candidata al Concejo porque me gusta mucho la política, por eso estudié Ciencias Políticas”, aseguró.

Pablo, su hijo, ha sido su máxima motivación al momento de alcanzar sus sueños, Anthea ha sido uno de ellos y crearla fue una decisión personal debido a que estaba dedicada a su profesión y a sus estudios, “el apoyo más que todo no ha sido en lo económico, sino en la motivación para realizarla”, dijo.
Las dificultades han sido pocas según relató la diseñadora empírica, lo único que le ha costado trabajo ha sido en la bisutería, “la inversión siempre es grande, los materiales son costosos y mi idea es hacer accesorios exclusivos pero a un buen costo, al igual al inicio no había mucho surtido en la pedrería”.

A pesar de la demanda que existe en la ciudad con respecto a moda y accesorios, Anthea se inspira mucho en lo artesanal, “mis accesorios deben tener esa intervención manual que lo hace exclusivo, me gusta elaborar mis cordones, combinarlos como yo quiera, elaborar flores en mostacillas, tejer la pedrería, no me gusta comprar y armar, eso cualquier persona lo hace sin necesidad de ser un experto en la moda”, dijo Sthefany explicando la diferencia de sus creaciones con las del resto de Valledupar.
Su arma principal es la exclusividad, según Stefy, como la llaman sus familiares y amigos, muchas personas han tratado de copiar sus ideas y de buscar hasta el último rincón las cosas que ella hace, “incluso me han llamado para que yo le venda y ellos ensamblar y armar”, aseguró.

Los accesorios tienen un proceso de elaboración aproximado de dos días como mínimo, todo depende de lo que Sthefany quiera realizar, debido a que el proceso de tejido lo realiza con mucha dedicación por ser una mujer perfeccionista.
Por ser unos diseños únicos es fácil reconocer la marca, y por esta razón se ha desplazado notablemente en Valledupar estos accesorios, según su propietaria el éxito de Anthea principalmente se debe a que no busca copiarse de nadie, “yo espero el momento de inspiración, me imagino el accesorio en mi mente y lo hago, no me gusta repetir mucho lo que hago, me gusta la exclusividad”, advirtió.

Stefy pretende posicionar su marca mucho más en la ciudad para que en un futuro, que no lo ve lejano, darlo a conocer en el resto del país, “pero todo va paso a paso”, dijo la diseñadora.
El ejemplo que puede dar Sthefany a los lectores es que todo lo que ha hecho en la vida es porque le gusta hacerlo y jamás se ha dejado vencer por los obstáculos que le ha puesto la vida.

Por Sara Maestre DiazGranados/ El Pilón