Marlene Esther Ríos Julio, hasta hace pocas semanas fue precandidata a la alcaldía del municipio de Curumaní, pues desistió de sus aspiraciones políticas por amenazas de muerte que además, provocaron su desplazamiento forzado a Valledupar.
¿Carrusel de amenazas?
A las amenazas conocidas contra el alcalde y concejales de Chiriguaná, se suma la de una aspirante a la alcaldía de Curumaní.
Marlene Esther Ríos Julio, hasta hace pocas semanas fue precandidata a la alcaldía del municipio de Curumaní, pues desistió de sus aspiraciones políticas por amenazas de muerte que además, provocaron su desplazamiento forzado a Valledupar.
Esta mujer de 53 años, empezó a recibir vía telefónica mensajes de textos intimidatorios desde el pasado 29 de abril, en los que personas desconocidas le advertían sobre un plan para asesinarla y que incluso habían pagado una considerable suma de dinero por su cabeza.
Desde el exilio, Marlene manifiesta que espera volver pronto a su terruño, aunque lo piensa dos veces teniendo en cuenta que las condiciones de seguridad no están dadas.
“En los días que empecé a recibir las amenazas estaba coordinando la campaña política con un grupo de amigos y allegados que tuvieron en cuenta mis condiciones para profesionales para apoyar mi candidatura”, manifestó.
Agregó que no tiene claro de donde provienen las amenazas, sin embargo puso el caso en conocimiento de las autoridades.
“En Curumaní soy apreciada y recordada por mi labor como funcionaria de un banco durante 29 años, a donde llegué a ser gerente, por lo que no me explico quien está detrás de todo esto”, dijo Marlene Esther Ríos Julio.
Marlene Esther Ríos Julio, hasta hace pocas semanas fue precandidata a la alcaldía del municipio de Curumaní, pues desistió de sus aspiraciones políticas por amenazas de muerte que además, provocaron su desplazamiento forzado a Valledupar.
¿Carrusel de amenazas?
A las amenazas conocidas contra el alcalde y concejales de Chiriguaná, se suma la de una aspirante a la alcaldía de Curumaní.
Marlene Esther Ríos Julio, hasta hace pocas semanas fue precandidata a la alcaldía del municipio de Curumaní, pues desistió de sus aspiraciones políticas por amenazas de muerte que además, provocaron su desplazamiento forzado a Valledupar.
Esta mujer de 53 años, empezó a recibir vía telefónica mensajes de textos intimidatorios desde el pasado 29 de abril, en los que personas desconocidas le advertían sobre un plan para asesinarla y que incluso habían pagado una considerable suma de dinero por su cabeza.
Desde el exilio, Marlene manifiesta que espera volver pronto a su terruño, aunque lo piensa dos veces teniendo en cuenta que las condiciones de seguridad no están dadas.
“En los días que empecé a recibir las amenazas estaba coordinando la campaña política con un grupo de amigos y allegados que tuvieron en cuenta mis condiciones para profesionales para apoyar mi candidatura”, manifestó.
Agregó que no tiene claro de donde provienen las amenazas, sin embargo puso el caso en conocimiento de las autoridades.
“En Curumaní soy apreciada y recordada por mi labor como funcionaria de un banco durante 29 años, a donde llegué a ser gerente, por lo que no me explico quien está detrás de todo esto”, dijo Marlene Esther Ríos Julio.