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Columnista - 13 diciembre, 2010

¡Que no se corrompa la sal!

Visión Universal Por: Luis Mendoza Sierra Un ambiente de apariencia malsana y de no muy buen olor, parece respirarse en los escenarios cercanos a la Cámara de Comercio de Valledupar, luego de que algunos miembros de la Junta Directiva, en una misión tal vez diligente, quizás suspicaz, le comentaran al saliente Presidente Ejecutivo, que si […]

Visión Universal

Por: Luis Mendoza Sierra

Un ambiente de apariencia malsana y de no muy buen olor, parece respirarse en los escenarios cercanos a la Cámara de Comercio de Valledupar, luego de que algunos miembros de la Junta Directiva, en una misión tal vez diligente, quizás suspicaz, le comentaran al saliente Presidente Ejecutivo, que si era cierto que deseaba irse, agradecían profundamente su excelente labor, pero si lo estaba pensando, sin más preámbulos se marchara.
Algo desconsiderada estimo la actitud de quienes lo hicieron, si es que fue así, o de quien lo sugirió, si es que también pudo pasar. Siendo el trabajo y liderazgo de José Horlandy Castro, respetables y admiradísimos, resulta incoherente que a los reconocimientos y muestra consideración y afecto, sólo les faltara, en un acto de felonía, si alguien lo hizo, recordarle que la puerta de salida, por la que ha entrado en los últimos 22 años de su vida, está situada hacia la calle 15.
Decidido lo decidido, nada que hacer. Se asegura que media una renuncia irrevocable, a mi juicio apresurada, aunque presumo, tiene dos razones que prefiero no consultar con el personaje para no contaminar con sus comentarios, mi neutral análisis. La primera es que, ciertamente, Horlandy ha cumplido un ciclo, si bien prolijo y de buenos resultados, justo para que ceda el espacio a una figura nueva o cuando menos, con una visión distinta de este tipo de tareas trascendentales para el desarrollo económico y social de la región.
La otra, a la que deliberadamente atribuyo más peso, tiene que ver con una serie de comentarios y  trascendidos que dejarían al descubierto intrigas y cartas marcadas  para reemplazarlo en connivencia con algún o algunos miembros de la Junta directiva, algo muy usual en este tipo de decisiones. Lo que, en cambio, me parece grave, son los comentarios de tertuliaderos; la Junta debe empoderarse de esa indagación y/o dar parte a las autoridades, en el sentido de que en las bases de datos de la Cámara de Comercio aparecen, en condición de afiliados, personas que ni siquiera tienen establecimiento de comercio.
Alguien, por acción u omisión, habría patrocinado este presunto ilícito con propósitos no muy claros. Sabido es que quien se registra y luego se afilia, se habilita para elegir y ser elegido. La afiliación exige, entre otros requisitos, una referencia o recomendación de alguien, de un colega. Si un solo comerciante referencia a muchos, y estos muchos a decenas y estos a cientos, se configuraría una vulgar pirámide que podría invalidar todo el proceso. Tengo clarísimo la incidencia que tiene el principio de la buena fe, pero no lo estimo suficiente.
La Junta directiva de la Cámara de Comercio tiene, por tanto, una tarea encomiable y muy responsable para que no sólo haga su propia investigación sino que solicite a los organismos del Estado que contribuyan con esa tarea de descubrir si hay algo irregular en este asunto o si se trata, nada de extraño tenga, de meras especulaciones de malquerientes. En todo caso, debía ser un prerrequisito para proceder correcta y responsablemente  en la designación del reemplazo de José Horlandy Castro.
La Junta Directiva la integra gente honorable, con capacidad de servicio, sacrificio y muy respetable. Saben que la Cámara de Comercio le pertenece a toda la comunidad. Sin embargo, a veces los seres humanos actuando con rectitud, buena fe y creyendo hacer lo mejor, también nos equivocamos.
Me parece absolutamente negligente, al tiempo que la Presidencia de la República que tiene dos escaños en la Junta Directiva de la entidad, no haya reemplazado al inmolado Anuar Yaver Cortez. En un acto de responsabilidad social, la Junta Directiva de la Cámara de Comercio, como los gremios de la región, debieran exigir que se complete el pleno de la misma.
Pero lo más importante está por decir: el reemplazo de José Horlandy Castro debe resultar de un proceso democrático, y por tanto abierto, en lo posible, con el acompañamiento de una Universidad. En todo caso, la selección de ese  líder debe pasar por un tamiz que compruebe su capacidad de liderazgo y de convocatoria, independencia absoluta, honestidad, visión moderna, y conceptos y estrategias claras y precisas para acometer un proyecto eficaz en la consolidación  de un ambiente propicio para el emprendimiento, la competitividad y  la productividad.
Alguien desconectado de la política partidista, actor o cercano al sector productivo, capaz de entender que la globalización ofrece oportunidades, pero también enormes retos que deben ser asumidos con liderazgo e innovación, a través de una estrategia que fusione los esfuerzos del sector productivo, la academia, el sector público y la sociedad civil.
El descomunal reto de la Cámara de Comercio entonces, no puede ser asumido por cualquier persona, mucho menos, insisto, es mi criterio, por políticos, idealistas o neófitos en labores empresariales y gremiales, pero si ocurre, la Junta Directiva cargará con un lastre eterno y tendrá que rendirle cuentas a la sociedad y a la historia.

SABLAZO

Presumo, en la crisis de combustible, pánico antes que escasez. No puede ser cierto que los distribuidores abastecidos por gasolina colombiana, caso del Cesar, como por gasolina Venezolana legal, en La Guajira, hayan agotado sus cupos comenzado el mes. Algo extraño pasa. Ojalá nada tenga que ver con el argumento de que algunos venden a los pimpineros, esos sí con problemas porque el invierno frena más el contrabando que la propia autoridad, para que estos revendan.
[email protected]

Columnista
13 diciembre, 2010

¡Que no se corrompa la sal!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Mendoza S.

Visión Universal Por: Luis Mendoza Sierra Un ambiente de apariencia malsana y de no muy buen olor, parece respirarse en los escenarios cercanos a la Cámara de Comercio de Valledupar, luego de que algunos miembros de la Junta Directiva, en una misión tal vez diligente, quizás suspicaz, le comentaran al saliente Presidente Ejecutivo, que si […]


Visión Universal

Por: Luis Mendoza Sierra

Un ambiente de apariencia malsana y de no muy buen olor, parece respirarse en los escenarios cercanos a la Cámara de Comercio de Valledupar, luego de que algunos miembros de la Junta Directiva, en una misión tal vez diligente, quizás suspicaz, le comentaran al saliente Presidente Ejecutivo, que si era cierto que deseaba irse, agradecían profundamente su excelente labor, pero si lo estaba pensando, sin más preámbulos se marchara.
Algo desconsiderada estimo la actitud de quienes lo hicieron, si es que fue así, o de quien lo sugirió, si es que también pudo pasar. Siendo el trabajo y liderazgo de José Horlandy Castro, respetables y admiradísimos, resulta incoherente que a los reconocimientos y muestra consideración y afecto, sólo les faltara, en un acto de felonía, si alguien lo hizo, recordarle que la puerta de salida, por la que ha entrado en los últimos 22 años de su vida, está situada hacia la calle 15.
Decidido lo decidido, nada que hacer. Se asegura que media una renuncia irrevocable, a mi juicio apresurada, aunque presumo, tiene dos razones que prefiero no consultar con el personaje para no contaminar con sus comentarios, mi neutral análisis. La primera es que, ciertamente, Horlandy ha cumplido un ciclo, si bien prolijo y de buenos resultados, justo para que ceda el espacio a una figura nueva o cuando menos, con una visión distinta de este tipo de tareas trascendentales para el desarrollo económico y social de la región.
La otra, a la que deliberadamente atribuyo más peso, tiene que ver con una serie de comentarios y  trascendidos que dejarían al descubierto intrigas y cartas marcadas  para reemplazarlo en connivencia con algún o algunos miembros de la Junta directiva, algo muy usual en este tipo de decisiones. Lo que, en cambio, me parece grave, son los comentarios de tertuliaderos; la Junta debe empoderarse de esa indagación y/o dar parte a las autoridades, en el sentido de que en las bases de datos de la Cámara de Comercio aparecen, en condición de afiliados, personas que ni siquiera tienen establecimiento de comercio.
Alguien, por acción u omisión, habría patrocinado este presunto ilícito con propósitos no muy claros. Sabido es que quien se registra y luego se afilia, se habilita para elegir y ser elegido. La afiliación exige, entre otros requisitos, una referencia o recomendación de alguien, de un colega. Si un solo comerciante referencia a muchos, y estos muchos a decenas y estos a cientos, se configuraría una vulgar pirámide que podría invalidar todo el proceso. Tengo clarísimo la incidencia que tiene el principio de la buena fe, pero no lo estimo suficiente.
La Junta directiva de la Cámara de Comercio tiene, por tanto, una tarea encomiable y muy responsable para que no sólo haga su propia investigación sino que solicite a los organismos del Estado que contribuyan con esa tarea de descubrir si hay algo irregular en este asunto o si se trata, nada de extraño tenga, de meras especulaciones de malquerientes. En todo caso, debía ser un prerrequisito para proceder correcta y responsablemente  en la designación del reemplazo de José Horlandy Castro.
La Junta Directiva la integra gente honorable, con capacidad de servicio, sacrificio y muy respetable. Saben que la Cámara de Comercio le pertenece a toda la comunidad. Sin embargo, a veces los seres humanos actuando con rectitud, buena fe y creyendo hacer lo mejor, también nos equivocamos.
Me parece absolutamente negligente, al tiempo que la Presidencia de la República que tiene dos escaños en la Junta Directiva de la entidad, no haya reemplazado al inmolado Anuar Yaver Cortez. En un acto de responsabilidad social, la Junta Directiva de la Cámara de Comercio, como los gremios de la región, debieran exigir que se complete el pleno de la misma.
Pero lo más importante está por decir: el reemplazo de José Horlandy Castro debe resultar de un proceso democrático, y por tanto abierto, en lo posible, con el acompañamiento de una Universidad. En todo caso, la selección de ese  líder debe pasar por un tamiz que compruebe su capacidad de liderazgo y de convocatoria, independencia absoluta, honestidad, visión moderna, y conceptos y estrategias claras y precisas para acometer un proyecto eficaz en la consolidación  de un ambiente propicio para el emprendimiento, la competitividad y  la productividad.
Alguien desconectado de la política partidista, actor o cercano al sector productivo, capaz de entender que la globalización ofrece oportunidades, pero también enormes retos que deben ser asumidos con liderazgo e innovación, a través de una estrategia que fusione los esfuerzos del sector productivo, la academia, el sector público y la sociedad civil.
El descomunal reto de la Cámara de Comercio entonces, no puede ser asumido por cualquier persona, mucho menos, insisto, es mi criterio, por políticos, idealistas o neófitos en labores empresariales y gremiales, pero si ocurre, la Junta Directiva cargará con un lastre eterno y tendrá que rendirle cuentas a la sociedad y a la historia.

SABLAZO

Presumo, en la crisis de combustible, pánico antes que escasez. No puede ser cierto que los distribuidores abastecidos por gasolina colombiana, caso del Cesar, como por gasolina Venezolana legal, en La Guajira, hayan agotado sus cupos comenzado el mes. Algo extraño pasa. Ojalá nada tenga que ver con el argumento de que algunos venden a los pimpineros, esos sí con problemas porque el invierno frena más el contrabando que la propia autoridad, para que estos revendan.
[email protected]