El sacerdote del municipio de Pinchote, en Santander, Roberto Arenas Díaz, no se ha quedado callado frente a la inconformidad que ha generado a los colombianos la reforma tributaria propuesta por el gobierno de Iván Duque Márquez.
El sacerdote del municipio de Pinchote, en Santander, Roberto Arenas Díaz, no se ha quedado callado frente a la inconformidad que ha generado a los colombianos la reforma tributaria propuesta por el gobierno de Iván Duque Márquez.
“Dios me perdone lo que voy a decir, pero frente al atropello que estamos a punto de vivir los colombianos, que ahora nos van a cobrar IVA por todo, que nos van a hacer fiesta con lo poco o mucho que tenemos, sabiendo que con el solo hecho de parar la corrupción alcanza la plata y sobra, porque lastimosamente nuestros gobernantes son unos derrochadores de primera línea. Increíble”, sostuvo en el sermón, a propósito del proyecto económico que estudiará el Congreso.
El párroco muy indignado explicó: “Los ciudadanos pagan semanalmente más de $5.000 millones para tanquear los vehículos del Estado, multipliquen eso por 52 semanas que tiene un año y al año se están comiendo más de un cuarto de billón de pesos en solo gasolina”.
El sacerdote del municipio de Pinchote, en Santander, Roberto Arenas Díaz, no se ha quedado callado frente a la inconformidad que ha generado a los colombianos la reforma tributaria propuesta por el gobierno de Iván Duque Márquez.
El sacerdote del municipio de Pinchote, en Santander, Roberto Arenas Díaz, no se ha quedado callado frente a la inconformidad que ha generado a los colombianos la reforma tributaria propuesta por el gobierno de Iván Duque Márquez.
“Dios me perdone lo que voy a decir, pero frente al atropello que estamos a punto de vivir los colombianos, que ahora nos van a cobrar IVA por todo, que nos van a hacer fiesta con lo poco o mucho que tenemos, sabiendo que con el solo hecho de parar la corrupción alcanza la plata y sobra, porque lastimosamente nuestros gobernantes son unos derrochadores de primera línea. Increíble”, sostuvo en el sermón, a propósito del proyecto económico que estudiará el Congreso.
El párroco muy indignado explicó: “Los ciudadanos pagan semanalmente más de $5.000 millones para tanquear los vehículos del Estado, multipliquen eso por 52 semanas que tiene un año y al año se están comiendo más de un cuarto de billón de pesos en solo gasolina”.