Un viaje sin regreso hizo una familia en el departamento de La Guajira. Tres integrantes del núcleo fallecieron en accidente de tránsito.
Un viaje sin regreso fue el que hizo una pareja de esposos que falleció en el trágico accidente de tránsito registrado el pasado martes a la altura del kilómetro 53, vía que de Riohacha conduce a Mingueo, en el departamento de La Guajira.
El 18 de julio será una fecha recordada por toda la población. Fue el día en que ocho personas perdieron la vida y nueve resultaron lesionadas justo cuando un tractocamión impactó contra un microbús donde se movilizaban, además, estudiantes del Sena.
Andrea Catalina Ruiz Rondón, era una joven soñadora, con don de servicio y dispuesta siempre a trabajar por su comunidad, su referente era la madre Teresa de Calcuta; y su compañero Jairo Malo Coronado, era integrante de la etnia indígena wiwa, quien amaba el servicio social; ambos se conocieron en el seminario Nuevos Horizontes de Fusagasugá, hace cerca de siete años.
“Son siete años donde no solo ellos fueron los seres más felices de la tierra, sino que esa felicidad nos la irradiaron a nosotros y a todos los que se movían cerca de ellos, tenían esa virtud, sabían contagiar el amor a los demás”, explicó Nidia Rondón, madre Andrea Ruiz Rondón.
Jairo Malo Coronado era de otra región. A pesar de haber sido wiwa, decidió emprender un nuevo rumbo y se fue de la Sierra para ir a Valledupar a estudiar, y para avanzar en su vocación de servicio. Se trasladó a la capital del país donde se conoció con quien fuera su compañera sentimental durante tanto tiempo.
La historia de Andrea y Jairo continuó en Mingueo, corregimiento del municipio de Dibulla. Allí decidieron casarse, estudiar y ganarse el respeto y admiración de toda la población. Él realizó un estudio bíblico y al poco tiempo logró ser pastor evangélico.
Ambos se consagraron a nivel espiritual, tuvieron dos niños, uno de ellos, también perdió la vida en medio del siniestro vial que marcó a todos los moradores de la región.
Amigos, familiares y quienes conocieron a esta pareja mencionaron que: “Sus niños hermosos los querían como a nada en el mundo, ella una excelente madre y él un extraordinario padre, con unos inigualables hijos que se perfilaban como seres prometedores en la sociedad”, agregaron los familiares.
Entre tanto, Nidia Rondón, madre de Andrea Catalina, en medio de su lamento se apoyó en su esposo, en la morgue del Instituto de Ciencias Forenses de Medicina Legal en la ciudad de Riohacha, mientras recibía el cuerpo de su hija.
“La fatalidad de la tragedia le quitó la vida a Jairo, a su hijo de 2 años y a Andrea Catalina, pero no pudo borrar el inmenso amor que se habían jurado y que los acompañó hasta la muerte, ese amor está representado en la niña de cuatro años de edad que aunque huérfana de padres, es el más hermoso brote del amor que vamos a cultivar”, explicó.
Cabe recordar que en el accidente de tránsito fallecieron además: Jairo Malo Coronado, Yoleidis Paola Pushaina Bouriyu, Luz Mery Castillo García, Nicolasa Ortiz Gutiérrez, Marialix Gómez Gómez, Jorge Isaac Acosta Bolívar, y un menor de 2 años.
Un viaje sin regreso hizo una familia en el departamento de La Guajira. Tres integrantes del núcleo fallecieron en accidente de tránsito.
Un viaje sin regreso fue el que hizo una pareja de esposos que falleció en el trágico accidente de tránsito registrado el pasado martes a la altura del kilómetro 53, vía que de Riohacha conduce a Mingueo, en el departamento de La Guajira.
El 18 de julio será una fecha recordada por toda la población. Fue el día en que ocho personas perdieron la vida y nueve resultaron lesionadas justo cuando un tractocamión impactó contra un microbús donde se movilizaban, además, estudiantes del Sena.
Andrea Catalina Ruiz Rondón, era una joven soñadora, con don de servicio y dispuesta siempre a trabajar por su comunidad, su referente era la madre Teresa de Calcuta; y su compañero Jairo Malo Coronado, era integrante de la etnia indígena wiwa, quien amaba el servicio social; ambos se conocieron en el seminario Nuevos Horizontes de Fusagasugá, hace cerca de siete años.
“Son siete años donde no solo ellos fueron los seres más felices de la tierra, sino que esa felicidad nos la irradiaron a nosotros y a todos los que se movían cerca de ellos, tenían esa virtud, sabían contagiar el amor a los demás”, explicó Nidia Rondón, madre Andrea Ruiz Rondón.
Jairo Malo Coronado era de otra región. A pesar de haber sido wiwa, decidió emprender un nuevo rumbo y se fue de la Sierra para ir a Valledupar a estudiar, y para avanzar en su vocación de servicio. Se trasladó a la capital del país donde se conoció con quien fuera su compañera sentimental durante tanto tiempo.
La historia de Andrea y Jairo continuó en Mingueo, corregimiento del municipio de Dibulla. Allí decidieron casarse, estudiar y ganarse el respeto y admiración de toda la población. Él realizó un estudio bíblico y al poco tiempo logró ser pastor evangélico.
Ambos se consagraron a nivel espiritual, tuvieron dos niños, uno de ellos, también perdió la vida en medio del siniestro vial que marcó a todos los moradores de la región.
Amigos, familiares y quienes conocieron a esta pareja mencionaron que: “Sus niños hermosos los querían como a nada en el mundo, ella una excelente madre y él un extraordinario padre, con unos inigualables hijos que se perfilaban como seres prometedores en la sociedad”, agregaron los familiares.
Entre tanto, Nidia Rondón, madre de Andrea Catalina, en medio de su lamento se apoyó en su esposo, en la morgue del Instituto de Ciencias Forenses de Medicina Legal en la ciudad de Riohacha, mientras recibía el cuerpo de su hija.
“La fatalidad de la tragedia le quitó la vida a Jairo, a su hijo de 2 años y a Andrea Catalina, pero no pudo borrar el inmenso amor que se habían jurado y que los acompañó hasta la muerte, ese amor está representado en la niña de cuatro años de edad que aunque huérfana de padres, es el más hermoso brote del amor que vamos a cultivar”, explicó.
Cabe recordar que en el accidente de tránsito fallecieron además: Jairo Malo Coronado, Yoleidis Paola Pushaina Bouriyu, Luz Mery Castillo García, Nicolasa Ortiz Gutiérrez, Marialix Gómez Gómez, Jorge Isaac Acosta Bolívar, y un menor de 2 años.