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Deportes - 2 diciembre, 2014

Verdades de aquel vergonzoso 5-0…

El arquero en aquel entonces, José De Ávila, entregó explosivas declaraciones sobre el hecho que causó revuelo en el plano nacional.

Verdades que salieron a flote después de aquel 5-0 ante Real Cartagena, el 27 de noviembre de 2004.
Archivo/EL PILÓN
Verdades que salieron a flote después de aquel 5-0 ante Real Cartagena, el 27 de noviembre de 2004. Archivo/EL PILÓN

Aferrado a la historia y todavía con la esperanza de ver a su equipo en la máxima categoría del fútbol profesional colombiano, don Cristobal Maestre aún recuerda aquella tarde negra en el ‘Armando Maestre Pavajeau’, cuando en un abrir y cerrar de ojos, Valledupar Fútbol Club recibió cuatro goles en los últimos cinco minutos de juego. El partido terminó 5-0.
En una libreta amarillenta por el deterioro, en el hombre de piel arrugada todavía reposan las estadísticas favorables del equipo dirigido, en aquel entonces, por Jesús ‘Kiko’ Barrios. “Mire, Valledupar fue el mejor local del año, no recibió más de dos goles en su estadio y perdió sólo un partido en casa por un gol de diferencia, entonces, ¿cómo en cuatro minutos le van a encajar cuatro goles?….es una situación difícil de probar, pero creo que ahí hubo algo raro, recuerdo que ese día desde el minuto 39 los jugadores ya no corrían y les ganaban fácilmente los mano a mano, todo tiro directo a la puerta fue gol, ante el arquero José De Ávila que era uno de los mejores del torneo, allí hubo gato encerrado”, dijo el anciano de 69 años.
Dejó de asistir al estadio y de apoyar a su equipo del alma desde aquel 27 de noviembre de 2004; ese día salió decepcionado y juró no ir al estadio a “ver esas payasadas”. Diez años después las verdades salieron a flote.
Ese día, el zaguero Hermes Martínez, uno de los experimentados del equipo verdiblanco, no hizo parte del juego y desde las gradas expresó su rabia por semejante marcador adverso. “Después del partido no fui al camerino de la rabia que tenía, han pasado diez años y aún no sé qué pasó”, aseguró el exjugador que ese año hizo pareja de centrales con Manuel Galarcio.

El malestar
El malestar entre la afición se inició porque en los últimos cinco minutos del segundo tiempo, Real Cartagena hizo cuatro goles y, por diferencia de goles, ganó el derecho a disputar el título de la categoría B, con el ya clasificado Deportivo Antioquia.
Simultáneamente, en Cúcuta, el equipo local venció 3-1 a Alianza Petrolera. Por tanto, el resultado 5-0 a favor del Real Cartagena despertó la ira de la afición cucuteña y generó declaraciones fuertes de los directivos por la eliminación de su equipo.
Según publicación del periódico El Tiempo, en la edición del lunes 29 de noviembre de 2004, los aficionados de Valledupar abandonaron el estadio gritando “¡Somos corruptos!, ¡somos corruptos!”.
En aquel entonces, publicó el impreso que “el alcalde de Valledupar, Ciro Pupo Castro, dijo que “a los jugadores de su equipo les faltó “pundonor deportivo”, pero en la legislación colombiana la falta de pundonor no tipifica delito alguno”.

“Hubo arreglo”
Aquella tarde negra del Valledupar Fútbol Club tuvo bajo los tres maderos al barranquillero José De Ávila Berdugo quien reveló detalles de lo que él asegura “hubo un arreglo verbal entre ambos equipos”.
“Ese día hubo una reunión entre un representante del Real Cartagena, Kiko Barrios, Manuel Galarcio y el presidente del Valledupar, en aquel entonces el chileno Jorge Alcérrega, la idea era que clasificara un equipo costeño a la final de la B y no el Cúcuta al que querían meter a la fuerza y con la ayuda de los árbitros. Cuando jugamos en Cúcuta, el línea señaló un fuera de lugar y el central no le prestó atención, yo me quedé parado y nos marcaron; ese día expulsaron a Galarcio y creo que a Albeiro García, a ese equipo querían clasificarlo a como diera lugar. El arreglo consistió que el equipo que fuera perdiendo en los últimos cinco minutos debía regalarse y recibiera más goles para sacar al Cúcuta, pero que yo sepa en ningún momento hubo arreglo económico”, aseguró De Ávila.
Sobre el partido, el exarquero del Valledupar y de Nacional recordó que “íbamos perdiendo 1-0 y luego pudimos empatar con penal que erró Sandoval, cuando faltaban cinco minutos hicimos lo que se planeó y dejamos que Real Cartagena nos encajara cuatro goles más. Ese hecho terminó mi carrera porque más nadie me quiso contratar, incluso, quise retornar a Nacional y me devolvieron y me dieron mis papeles”.
En su momento, tanto directivas como cuerpo técnico del Valledupar Fútbol Club aseguraron que fueron cosas del fútbol y desmintieron cualquier tipo de arreglo económico para que se diera el resultado.
Hoy el elenco verdiblanco tiene nuevos aires gerenciales en cabeza de su presidente Jesualdo Morelli Socarrás, quien lucha por llevar al equipo a la máxima categoría del fútbol colombiano.

Publicación de Semana
Ante ese 5-0 se derivaron varias situaciones como la publicación de la Revista Semana en la que asegura que “el Valledupar Fútbol Club tenía fuerzas paramilitares en su estructura económica”.
Ante este hecho y con el fin primario de limpiar el nombre del club, y reestructurarlo, el alcalde de Valledupar Rubén Carvajal Riveira, pidió posteriormente a la Fiscalía General de la Nación realizar la investigación correspondiente.

Deportes
2 diciembre, 2014

Verdades de aquel vergonzoso 5-0…

El arquero en aquel entonces, José De Ávila, entregó explosivas declaraciones sobre el hecho que causó revuelo en el plano nacional.


Verdades que salieron a flote después de aquel 5-0 ante Real Cartagena, el 27 de noviembre de 2004.
Archivo/EL PILÓN
Verdades que salieron a flote después de aquel 5-0 ante Real Cartagena, el 27 de noviembre de 2004. Archivo/EL PILÓN

Aferrado a la historia y todavía con la esperanza de ver a su equipo en la máxima categoría del fútbol profesional colombiano, don Cristobal Maestre aún recuerda aquella tarde negra en el ‘Armando Maestre Pavajeau’, cuando en un abrir y cerrar de ojos, Valledupar Fútbol Club recibió cuatro goles en los últimos cinco minutos de juego. El partido terminó 5-0.
En una libreta amarillenta por el deterioro, en el hombre de piel arrugada todavía reposan las estadísticas favorables del equipo dirigido, en aquel entonces, por Jesús ‘Kiko’ Barrios. “Mire, Valledupar fue el mejor local del año, no recibió más de dos goles en su estadio y perdió sólo un partido en casa por un gol de diferencia, entonces, ¿cómo en cuatro minutos le van a encajar cuatro goles?….es una situación difícil de probar, pero creo que ahí hubo algo raro, recuerdo que ese día desde el minuto 39 los jugadores ya no corrían y les ganaban fácilmente los mano a mano, todo tiro directo a la puerta fue gol, ante el arquero José De Ávila que era uno de los mejores del torneo, allí hubo gato encerrado”, dijo el anciano de 69 años.
Dejó de asistir al estadio y de apoyar a su equipo del alma desde aquel 27 de noviembre de 2004; ese día salió decepcionado y juró no ir al estadio a “ver esas payasadas”. Diez años después las verdades salieron a flote.
Ese día, el zaguero Hermes Martínez, uno de los experimentados del equipo verdiblanco, no hizo parte del juego y desde las gradas expresó su rabia por semejante marcador adverso. “Después del partido no fui al camerino de la rabia que tenía, han pasado diez años y aún no sé qué pasó”, aseguró el exjugador que ese año hizo pareja de centrales con Manuel Galarcio.

El malestar
El malestar entre la afición se inició porque en los últimos cinco minutos del segundo tiempo, Real Cartagena hizo cuatro goles y, por diferencia de goles, ganó el derecho a disputar el título de la categoría B, con el ya clasificado Deportivo Antioquia.
Simultáneamente, en Cúcuta, el equipo local venció 3-1 a Alianza Petrolera. Por tanto, el resultado 5-0 a favor del Real Cartagena despertó la ira de la afición cucuteña y generó declaraciones fuertes de los directivos por la eliminación de su equipo.
Según publicación del periódico El Tiempo, en la edición del lunes 29 de noviembre de 2004, los aficionados de Valledupar abandonaron el estadio gritando “¡Somos corruptos!, ¡somos corruptos!”.
En aquel entonces, publicó el impreso que “el alcalde de Valledupar, Ciro Pupo Castro, dijo que “a los jugadores de su equipo les faltó “pundonor deportivo”, pero en la legislación colombiana la falta de pundonor no tipifica delito alguno”.

“Hubo arreglo”
Aquella tarde negra del Valledupar Fútbol Club tuvo bajo los tres maderos al barranquillero José De Ávila Berdugo quien reveló detalles de lo que él asegura “hubo un arreglo verbal entre ambos equipos”.
“Ese día hubo una reunión entre un representante del Real Cartagena, Kiko Barrios, Manuel Galarcio y el presidente del Valledupar, en aquel entonces el chileno Jorge Alcérrega, la idea era que clasificara un equipo costeño a la final de la B y no el Cúcuta al que querían meter a la fuerza y con la ayuda de los árbitros. Cuando jugamos en Cúcuta, el línea señaló un fuera de lugar y el central no le prestó atención, yo me quedé parado y nos marcaron; ese día expulsaron a Galarcio y creo que a Albeiro García, a ese equipo querían clasificarlo a como diera lugar. El arreglo consistió que el equipo que fuera perdiendo en los últimos cinco minutos debía regalarse y recibiera más goles para sacar al Cúcuta, pero que yo sepa en ningún momento hubo arreglo económico”, aseguró De Ávila.
Sobre el partido, el exarquero del Valledupar y de Nacional recordó que “íbamos perdiendo 1-0 y luego pudimos empatar con penal que erró Sandoval, cuando faltaban cinco minutos hicimos lo que se planeó y dejamos que Real Cartagena nos encajara cuatro goles más. Ese hecho terminó mi carrera porque más nadie me quiso contratar, incluso, quise retornar a Nacional y me devolvieron y me dieron mis papeles”.
En su momento, tanto directivas como cuerpo técnico del Valledupar Fútbol Club aseguraron que fueron cosas del fútbol y desmintieron cualquier tipo de arreglo económico para que se diera el resultado.
Hoy el elenco verdiblanco tiene nuevos aires gerenciales en cabeza de su presidente Jesualdo Morelli Socarrás, quien lucha por llevar al equipo a la máxima categoría del fútbol colombiano.

Publicación de Semana
Ante ese 5-0 se derivaron varias situaciones como la publicación de la Revista Semana en la que asegura que “el Valledupar Fútbol Club tenía fuerzas paramilitares en su estructura económica”.
Ante este hecho y con el fin primario de limpiar el nombre del club, y reestructurarlo, el alcalde de Valledupar Rubén Carvajal Riveira, pidió posteriormente a la Fiscalía General de la Nación realizar la investigación correspondiente.