Según fuentes, los últimos misiles están apuntando a las dos ciudades más grandes: la capital, Jerusalén, y Tel Aviv.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, declaró: “Estamos en guerra“ tras un sorpresivo ataque del grupo extremista palestino Hamás, que tuvo lugar por tierra, aire y mar desde la Franja de Gaza.
Según el medio Al Jazeera, se reportan más de 1.300 muertes, de las cuales más de 800 son israelíes y unos 500 palestinos. La mayoría de las víctimas son mujeres, niños y adultos mayores. Para muchos líderes políticos de Israel, este ha sido uno de los ataques más trágicos de las últimas décadas.
Lee también: “La tecnología nos ofrecía confianza y tranquilidad”: cesarense en Israel
A miles de kilómetros de la guerra, Valerio Mejía, un vallenato, vive el drama de tener a su familia en territorio israelí. Sin embargo, para Mejía, quien también ha residido en ese país, la guerra se ha convertido en algo habitual para los habitantes de este pueblo.
“Viví algo similar cuando vivía con todos mis hijos en Israel”, expresó Mejía. A pesar de la distancia y de las imágenes crueles que se observan en la televisión, se siente “tranquilo” porque está en constante comunicación con su gente.
“Me he sentido tranquilo porque todo el tiempo estamos en comunicación. Además, como familia, ya sabemos cómo es vivir allá, sabemos que Israel es un país que constantemente vive en guerra, lo cual no nos tomó por sorpresa“, dijo.
Uno de los hijos de Mejía, que actualmente vive en Colombia, agregó que una de sus hermanas sintió misiles a pocas cuadras de su casa a pesar de estar en Jerusalén en la mañana del lunes.
“Las guerras son guerras y cuando hay guerras, se paraliza todo: colegios, comercio, tráfico. En estos momentos ellas están en sus casas a la expectativa del sonido de la alarma que avisa el tiempo y donde caerían los misiles; en caso de que un misil caiga cerca de su casa, deben ir a un refugio que hay dentro de su hogar”, señaló Valerio.
También explicó que Israel se ha modernizado tanto y, tristemente, se vive con tanta normalidad en medio de la guerra que todas las casas, incluyendo apartamentos, tienen cuartos que son una especie de refugio diseñados para soportar todo tipo de ataques.
“Es decir, un misil que es enviado desde Gaza hasta donde ellas están podría tardar 1.07 segundos en llegar a Jerusalén. En el momento que ese misil sale de Gaza, se manda una señal que puede ser por zonas o en toda la ciudad, e incluso llega a los celulares avisando el lugar y el tiempo de caída de este artefacto explosivo”, explica Mejía.
Según fuentes, los últimos misiles están apuntando a las dos ciudades más grandes: la capital, Jerusalén, y Tel Aviv.
El regresar no está dentro de los planes de ellas a pesar de la magnitud que está tomando el conflicto. “Quienes consideran a Israel su hogar sienten un deber y un compromiso de corazón, y nadie abandona el país en estas situaciones. Incluso aquellos que se encuentran fuera del país regresan a luchar y defender su patria. Los que salen o abandonan el país son turistas“, expresó Valerio.
Según fuentes, los últimos misiles están apuntando a las dos ciudades más grandes: la capital, Jerusalén, y Tel Aviv.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, declaró: “Estamos en guerra“ tras un sorpresivo ataque del grupo extremista palestino Hamás, que tuvo lugar por tierra, aire y mar desde la Franja de Gaza.
Según el medio Al Jazeera, se reportan más de 1.300 muertes, de las cuales más de 800 son israelíes y unos 500 palestinos. La mayoría de las víctimas son mujeres, niños y adultos mayores. Para muchos líderes políticos de Israel, este ha sido uno de los ataques más trágicos de las últimas décadas.
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A miles de kilómetros de la guerra, Valerio Mejía, un vallenato, vive el drama de tener a su familia en territorio israelí. Sin embargo, para Mejía, quien también ha residido en ese país, la guerra se ha convertido en algo habitual para los habitantes de este pueblo.
“Viví algo similar cuando vivía con todos mis hijos en Israel”, expresó Mejía. A pesar de la distancia y de las imágenes crueles que se observan en la televisión, se siente “tranquilo” porque está en constante comunicación con su gente.
“Me he sentido tranquilo porque todo el tiempo estamos en comunicación. Además, como familia, ya sabemos cómo es vivir allá, sabemos que Israel es un país que constantemente vive en guerra, lo cual no nos tomó por sorpresa“, dijo.
Uno de los hijos de Mejía, que actualmente vive en Colombia, agregó que una de sus hermanas sintió misiles a pocas cuadras de su casa a pesar de estar en Jerusalén en la mañana del lunes.
“Las guerras son guerras y cuando hay guerras, se paraliza todo: colegios, comercio, tráfico. En estos momentos ellas están en sus casas a la expectativa del sonido de la alarma que avisa el tiempo y donde caerían los misiles; en caso de que un misil caiga cerca de su casa, deben ir a un refugio que hay dentro de su hogar”, señaló Valerio.
También explicó que Israel se ha modernizado tanto y, tristemente, se vive con tanta normalidad en medio de la guerra que todas las casas, incluyendo apartamentos, tienen cuartos que son una especie de refugio diseñados para soportar todo tipo de ataques.
“Es decir, un misil que es enviado desde Gaza hasta donde ellas están podría tardar 1.07 segundos en llegar a Jerusalén. En el momento que ese misil sale de Gaza, se manda una señal que puede ser por zonas o en toda la ciudad, e incluso llega a los celulares avisando el lugar y el tiempo de caída de este artefacto explosivo”, explica Mejía.
Según fuentes, los últimos misiles están apuntando a las dos ciudades más grandes: la capital, Jerusalén, y Tel Aviv.
El regresar no está dentro de los planes de ellas a pesar de la magnitud que está tomando el conflicto. “Quienes consideran a Israel su hogar sienten un deber y un compromiso de corazón, y nadie abandona el país en estas situaciones. Incluso aquellos que se encuentran fuera del país regresan a luchar y defender su patria. Los que salen o abandonan el país son turistas“, expresó Valerio.