Uno de los actos de conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, este martes 25 de noviembre, fue el Encuentro sobre los mecanismos institucionales de atención, prevención y sanción de las violencias basadas en género en el Cesar. El encuentro fue convocado por el Comité de Asuntos de Género de la Universidad Nacional, sede de la Paz, como un espacio de diálogo reflexivo frente a los avances en cada institución u organización para enfrentar las diferentes violencias contra las mujeres y personas LGTBIQ+.
Desde la academia, Liliana Mercado, del área de equidad de género de la Universidad Popular del Cesar – UPC-, y Laura Matute, socióloga integrante del protocolo de violencias basadas en género de la Fundación del Área Andina, explicaron la importancia de socializar los protocolos con los públicos universitarios para que ellos conozcan sobre los términos y medidas que tienen las instituciones para atender el problema.
Esta socialización fue apoyada por Andrea Rivera, líder estudiantil de la UNAL, institución que ha tenido una reducción del 65 % de los casos de violencias en lo que va de 2025, según Sayuris Mora, encargada del área de prevención de violencias basadas en género.
“Semana a semana hacemos actividades pedagógicas y muchos estudiantes participan. Hemos realizado dos campañas, una de ellas se llama ‘Hey eso es puro cuento’ para desmontar estereotipos de género dentro de la institución. También hemos implementado un modelo humanista para que no sean solo ideas de los directivos”, declaró Mora.
No es una lucha solo de mujeres
Pero la prevención de las violencias no es un asunto sólo de mujeres, según Angélica Arias, de la Red de Mujeres del Caribe: “Hablar de violencias contra las mujeres es hablar de hombres también. Necesitamos que los hombres entren a ser parte no solamente de comprender qué es la violencia contra las mujeres y cómo nos afecta a nosotras, sino que también se hagan responsables de las transformaciones en esos estereotipos de la masculinidad dominante que hay que desmontar”.
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Arias anotó que mientras creamos que los hombres son hombres en la medida en que ejercen un dominio sobre las mujeres, queda mucho camino por recorrer todavía. “Es necesario construir modelos de relacionamiento responsables, a nivel afectivo, político, en derechos y que los hombres, desde sus propias deconstrucciones de esos modelos que hacen parte del sistema heteropatriarcal, avalados y transmitidos a través de la crianza, pues empiecen a romper el sistema, y las mujeres también en la deconstrucción de los estereotipos con los que se nos forman desde pequeñas e instalamos cuando construimos relaciones de pareja”, dijo.
Por la unidad feminista
Otra de las organizaciones que estuvo presente fue el colectivo La Creciente, conformada por mujeres entre los 20 y los 80 años con incidencia en Valledupar y el Cesar. Además de la participación en eventos como este, otra de las formas de prevención que utilizan es la divulgación de contenidos, a través de las redes sociales, que rechazan y explican la violencia, de modo que el mensaje llegue a más personas y que puedan reflexionar también desde las plataformas digitales.
“Hemos trabajado más que todo en la parte mediática de redes sociales al divulgar que esto es nuestro derecho y que no tiene que ver que tú creas que sí está bien lo que yo hago que no, porque es mi derecho y es mi derecho humano”, expresó Mariana Orozco, vocera de La Creciente, al abordar los derechos reproductivos y las violencias que se constituyen al negar el acceso.
Orozco también hizo un llamado a mantener la unidad de las organizaciones feministas y de derechos humanos e incluso llevar estos encuentros de reflexión a los barrios y grupos con presencia de hombres para que hagan parte de la transformación social que requiere la equidad de género.
“Hemos tenido resultados muy importantes y creo que es el momento también para seguirnos uniendo cada vez más con todas las organizaciones que sigan apareciendo porque cuando nos juntamos somos una cosa muy poderosa y yo creo que esa es la enseñanza más importante”, concluyó.
POR ANDREA GUERRA.
