VALLEDUPAR

Competitividad, estrategia y geopolítica: un reto para una Valledupar emergente

Este análisis permite inferir que no habrá cambios excepcionalmente profundos en los resultados del Índice de Competitividad de Ciudades que saldrá en un par de meses con los datos de 2024.

Competitividad, estrategia y geopolítica: un reto para una Valledupar emergente

Competitividad, estrategia y geopolítica: un reto para una Valledupar emergente

canal de WhatsApp

El Índice de competitividad de Ciudades, publicado en 2024 por el Consejo Privado de Competitividad, ubica a Valledupar como la ciudad número 20 dentro de las 32 medidas en términos de competitividad (Figura 1). Si hacemos un análisis comparativo de este indicador para nuestra ciudad desde 2021 a hoy, verificamos sin sorpresa alguna que seguimos estancados en un rango entre 20-22 de las 32 ciudades sujetas al estudio y tampoco hay variaciones sustanciales en los pilares que componen el índice para el cálculo general. Aún así, llama la atención que, dentro del pilar de salud, el número de camas en servicios especializados en salud ubica a Valledupar como la sexta ciudad más competitiva, con un comportamiento consistente en los últimos 4 años.

Este análisis permite inferir que no habrá cambios excepcionalmente profundos en los resultados del Índice de Competitividad de Ciudades que saldrá en un par de meses con los datos de 2024. Y más allá de presentar un aburrido análisis comparativo de variaciones insignificantes por componentes de cada pilar del indicador general, propongo que la élite formadora de opinión de la ciudad inicie un ejercicio que vaya más allá de la elaboración de un documento-plan para determinar una estrategia de ciudad que defina el rumbo donde la ciudad puede ser virtuosa y rompa la tendencia que viene mostrando el índice de competitividad.

Figura 1.

El ejercicio que proponemos desde Valledupar Cómo Vamos está soportado en el planteamiento conceptual que nos regalan Alejandro y Sebastián Salazar en su nuevo libro titulado “Colombia Ganadora, Una estrategia Emergente”. Su idea central es potente: los eventos fundamentales de Colombia están intrínsecamente ligados a los ciclos políticos, económicos y tecnológicos de Estados Unidos.

La intuición detrás del argumento nos muestra que el giro de la política internacional va a tener efectos sobre nuestra dinámica, quizás en mayores proporciones de lo que pueda decidirse en la modificación de un estatuto tributario local o los planes de desarrollo de nuestras entidades territoriales. Este enfoque se ve reforzado con artículos de Foreign Affairs, revista especializada en política internacional, que advierte una estrategia de priorización en Estados Unidos para replegarse en su territorio y enfrentar la amenaza que supone China, disminuyendo su presencia global y enfocándose en una nueva era americana. Este proceso ya está en camino y no es un evento aspiracional. Los hechos en este contexto son claros y la realidad nos está mostrando un cambio de tendencia en las relaciones comerciales multilaterales y un replanteamiento de las decisiones de inversión de las empresas norteamericanas que se han visto perjudicadas por tropiezos en las cadenas de valor globales, particularmente aquellas relacionadas con sectores de importancia nacional. A raíz de esta situación, Estados Unidos ha adoptado estratégicamente la decisión de replegar la producción de bienes y servicios en países cercanos geográfica y políticamente alineados, lo que se ha denominado near-shoring.

México es el país que ha salido más favorecido de esta nueva situación, a tal punto que ha desplazado a China como el principal socio comercial de Estados unidos. Esto ha implicado que México haya recibido en inversión extranjera directa 70 mil millones de dólares entre 2022 y 2023, con expectativa de seguir con cifras similares o superiores. Para tener un orden de magnitud, estas cifras equivalen a 17 % de nuestro PIB aproximadamente dirigidas principalmente a sectores farmacéuticos, de vehículos eléctricos y de semiconductores.

Esta situación abre una ventana de oportunidades para países como Colombia. La capacidad instalada de México presentará restricciones y serán otros los socios comerciales ubicados política y geográficamente muy cerca de Estados Unidos los que saldrán beneficiados de esta nueva política. Nuestro país tiene unas regiones establecidas como exportadoras que sacarían provecho de inmediato: el corredor Barranquilla-Cartagena, Urabá y su vínculo con Antioquia, Valle del Cauca y Bogotá. El pacífico logrará coherencia si es gestionado desde el pacífico mismo y no desde ciudades andinas sin ninguna relación estable con ellas. El piedemonte de la Orinoquía será el equivalente al Mato Grosso brasilero en Colombia, en gran parte como resultado de la forma en que se defina la situación política de Venezuela.

Pero, ¿y nosotros qué? ¿cómo puede Valledupar y la región del valle del rio Cesar aprovechar este cambio de la geopolítica internacional? ¿podríamos convertirnos en proveedores de regiones potencialmente beneficiadas? ¿podríamos reconvertirnos en una región que se vuelque a la producción y la exportación? Antioquia, con el liderazgo de COMFAMA, pudo desarrollar un ejercicio estratégico denominado Antioquia Emergente, que da respuestas a estas preguntas para esta región revelando un ADN ganador en sectores con empresas que participan en mercados de nichos específicos y que la han convertido en una región de pequeñas y medianas empresas de generación de alto valor.

Los autores del libro de marras proponen un ordenamiento económico/social y territorial que divide el país en nueve regiones, cada una de ellas con elementos culturales y características físicas comunes que pueden, bajo esta organización, invertir su desventaja selectiva y convertirla en fuente de ventaja a través de hard choices, esto es, decisiones profundas que nos hacen renunciar al status quo. Una de las regiones que compondrían este nuevo ordenamiento sería Caribe Norte, una región que en términos de población y extensión sería muy parecida a República Dominicana, una de las economías más dinámicas de la última década. En esta zona solo se mencionan Barranquilla, Cartagena y Santa Marta como seguros ganadores en este nuevo orden internacional por su alta complementariedad en aspectos portuarios, agro industriales, de tejido industrial, capacidades gerenciales y su posición geográfica frente al Caribe y su mar interior.

Valledupar y el valle del río Cesar no son mencionados en esta reorganización propuesta, razón de más para que propongamos esa coalición crítica capaz de revelar lo que emergentemente nos da ventaja desde nuestra desventaja selectiva de aislamiento y dificultades de logística. Advertíamos que la oferta de atención especializada en salud en la ciudad está por encima de 25 ciudades capitales del país; según el índice, el tamaño de mercado (6 de 32) muestra indicios de un potente core de profundización de nuestra economía siempre que esta expansión sea sofisticada y enfocada, lo que nos obliga a indagar cómo aprovechar nuestra relativa incomunicación. Otro ejemplo lo refleja el estudio sobre el Cesar Cafetero próximo a publicar por CESORE, uno de nuestros socios aportantes; en él, los autores dan cuenta de la producción de cafés especiales, con características únicas de origen que marcan un diferencial importante, al punto que entre 2014 y 2024 el ingreso de este sector en el departamento del Cesar se ha multiplicado por 30.

Este proceso de estrategia debe apropiar la necesidad de evitar la nostalgia de nuestro pasado, cualquiera que haya sido, y entender que el norte de América Latina tiene una enrome posibilidad de vincularse al futuro cercano de la geopolítica internacional. Colombia, como el país más grande y más poblado del norte de Latinoamérica, es el principal candidato a ser el complemento ideal de México y de Estados Unidos en este reordenamiento internacional. La invitación también sugiere dejar detrás el parroquialismo que nos caracteriza y descifrar las bondades de esta nueva era americana, menos global y más regionalizada. Este esfuerzo requerirá entender los elementos que nos hace capaces de desarrollar capacidades distintivas a partir de lo que hacemos y, en consecuencia, aumentar la ventaja competitiva de la ciudad. Comprender nuestra geografía, nuestros rasgos culturales, la aplicación de las instituciones en lo local, la dinámica de nuestra demografía y la forma como nos comunicamos con el mundo nos dará luces sobre la esquiva respuesta a la pregunta de cómo aumentar nuestra riqueza como región.

Sobra decir que no es una invitación a desatender las obligaciones de provisión de bienes públicos locales y de la formulación de políticas públicas de choque que ayude a mitigar la cifra de pobreza que no cede a la velocidad que debería. Pero no seremos capaces de proveer mayor bienestar y dar oportunidades para mayor crecimiento si decidimos seguir mirándonos al ombligo. La discusión queda abierta. 
*Valledupar Cómo Vamos es una iniciativa privada que cuenta con el respaldo de CESORE, Inversiones Pameca, El Pilón, Radio Guatapurí, Colegio Santa Fe, ORBE Construcciones, MS Construcciones, Clínica Erasmo, COMFACESAR, Castro de Quintero, Comité Intergremial, Maya y Asociados, Centro Comercial Guatapurí, Endogastro del Cesar y UPARSISTEM. Las opiniones aquí expresadas no comprometen necesariamente a los socios de Valledupar Cómo Vamos.

Por: Raúl Villegas Ochoa.

Director Valledupar Cómo Vamos*

Temas tratados
  • Índice de Competitividad
  • valledupar
  • Valledupar cómo vamos

TE PUEDE INTERESAR