Valledupar se sumó este 5 de septiembre a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Indígena, una fecha que exalta la lucha de la lideresa boliviana Bartolina Sisa, mujer del pueblo aymara, quien promovió las resistencias indígenas frente al proceso de colonización que se escenificó en Bolivia, por la defensa de los derechos culturales indígenas. 

Por tal razón, en esta capital se realizó el ‘Primer Intercambio Intercultural de Saberes y Sabores’, con la participación de lideresas de los pueblos arhuaco, kankuamo, kogui, wayuu y wiwa, junto con mujeres afrodescendientes del corregimiento de Guachochito. 

“A nivel nacional e internacional se está sembrando una nueva semilla para que pueda surgir a través de la complementariedad del pensamiento  y del sentir”, dijo Sandra Maestre, lideresa del pueblo kankuamo.  

En este encuentro tanto las mujeres y hombres indígenas, hablaron de la complementariedad que caracteriza los procesos reivindicativos de las mujeres indígenas y afrodescendientes.

“Este es un espacio de mensaje al mundo de lo que es ser indigena; entendemos que nuestro principio al tener el corazón de madre es el fundamento de nuestra existencia”, sostuvo el cabildo gobernador del pueblo kankuamo, Jorge Luis Arias.

Por su parte, Leydi Ángulo, directora del programa Interétnico para la Paz, resaltó la lucha de la mujer indigena en la sociedad. “Las mujeres indígenas han venido ocupando espacios de representación política, académica, social y cultural que las ponen en la agenda nacional e internacional y es una gran oportunidad para transformar la historia de las nuevas generaciones”, sostuvo Ángulo.

Cabe resaltar que en el marco del ‘Primer Intercambio Intercultural de Saberes y Sabores’, se realizó una muestra artesanal y gastronómica, apuesta que cuenta con el apoyo de la Alianza Interétnica para la Paz y El Foro de Mujeres y Desarrollo – FOKUS.

LAS BARTOLINAS DE LA REGIÓN 

Finalmente, el encuentro de las bartolinas que representan un referente de la resistencia en esta zona del Cesar, La Guajira y Magdalena, avivaron el debate de las reivindicaciones pendientes en estos departamentos, incluyendo la Sierra Nevada, como alimento para seguir tejiendo y trenzando las luchas en favor de las reivindicaciones y armonías de las mujeres como dadoras de vida y armonizadoras ancestrales.