Desde la creación del corregimiento en 1590 muchos han sido los gobernantes que han llegado hasta allí bajo la promesa de mejorar la calidad de vida de los pobladores, pero al finalizar sus mandatos los compromisos adquiridos quedan en el olvido.
La desidia de los gobernantes locales y departamentales ha ocasionado grandes brechas en el desarrollo del corregimiento de Valencia de Jesús, jurisdicción de Valledupar, en el que habitan aproximadamente 3.000 ciudadanos. A lo largo de su historia Valencia de Jesús ha padecido por la escasez de agua potable; aunque cuentan con un acueducto, este no está apto para su funcionamiento.
El presidente de la Junta de Acción Comunal de esta localidad, Jorge Luis Rosado, en diálogo con EL PILÓN contó que al sistema de acueducto y alcantarillado se le han practicado dos ampliaciones. La última de ellas fue hace varios años, siendo esa la razón de su colapso, además de haber sido diseñado para abastecer a 250 viviendas, cuando actualmente la población cuenta con 500 casas integradas por 800 familias.
De acuerdo con el líder comunal, el sistema de acueducto no logra abastecer a toda la población, lo cual obliga a que la comunidad se levante a altas horas de la noche para obtener el preciado líquido.
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Rosado indicó que ante las constantes quejas y llamados de esta población en algunas ocasiones la Alcaldía de Valledupar y Gestión de Riesgo Departamental transportan agua al corregimiento, “pero solo alcanza para dos días”.
Dadas las circunstancias la única opción de los habitantes de Valencia de Jesús es consumir el agua directamente del río. “Esa agua viene sucia y negra. Siendo esta la causa de algunas enfermedades estomacales o afecciones en la piel”, explicó Rosado.
INDIFERENCIA GUBERNAMENTAL
Desde la creación del corregimiento en 1590 muchos han sido los gobernantes que han llegado hasta allí bajo la promesa de mejorar la calidad de vida de los pobladores, pero al finalizar sus mandatos los compromisos adquiridos quedan en el olvido. Hoy, a pocos meses de finalizar el 2021, siguen exigiendo mayor respaldo de los mandatarios. “Nunca hemos gozado de agua potable, hace ocho años que no llega a las casas…Por parte de la Alcaldía hemos esperado que nos hagan el acueducto, pero nada; se olvidan después que ganan”, aseguró el presidente de la Junta de Acción Comunal.
Mientras esperan que su voz sea escuchada, las familias de Valencia de Jesús han recurrido a prácticas de antaño como lavar la ropa en las acequias, además de la utilización de pozos y turbinas para drenar el agua que pueda abastecer sus viviendas.
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Otra de las necesidades que tiene el corregimiento es la falta de un centro de salud que preste el servicio de urgencias. El puesto hospitalario que hay actualmente es de baja complejidad, por lo tanto para poder ser atendidos los ciudadanos tienen que trasladarse a la capital del Cesar.
“No nos podemos enfermar porque no tenemos médicos, ni urgencias, pese a que el sistema de salud es una prioridad”, señaló Jorge Luis Rosado, al tiempo que reiteró el llamado al alcalde de Valledupar, Mello Castro González, y al gobernador (e) del Cesar, Andrés Felipe Meza, “que se pongan la mano en el corazón y miren la población con ‘buenos ojos’. Sin el preciado líquido y la atención en salud es muy difícil que mejore nuestra calidad de vida. Ojalá nos ayuden con esos temas”, concluyó el líder comunal.
Cabe agregar que recientemente la Secretaría de Desarrollo Económico, Medio Ambiente y Turismo de Valledupar trasladó suministro de agua al corregimiento de Valencia y la vereda El Cielo para beneficiar a los habitantes. Sin embargo, esta gestión brinda una solución momentánea al desabastecimiento que viene padeciendo el corregimiento hace varios años.
Por: Andreina Galvez
Desde la creación del corregimiento en 1590 muchos han sido los gobernantes que han llegado hasta allí bajo la promesa de mejorar la calidad de vida de los pobladores, pero al finalizar sus mandatos los compromisos adquiridos quedan en el olvido.
La desidia de los gobernantes locales y departamentales ha ocasionado grandes brechas en el desarrollo del corregimiento de Valencia de Jesús, jurisdicción de Valledupar, en el que habitan aproximadamente 3.000 ciudadanos. A lo largo de su historia Valencia de Jesús ha padecido por la escasez de agua potable; aunque cuentan con un acueducto, este no está apto para su funcionamiento.
El presidente de la Junta de Acción Comunal de esta localidad, Jorge Luis Rosado, en diálogo con EL PILÓN contó que al sistema de acueducto y alcantarillado se le han practicado dos ampliaciones. La última de ellas fue hace varios años, siendo esa la razón de su colapso, además de haber sido diseñado para abastecer a 250 viviendas, cuando actualmente la población cuenta con 500 casas integradas por 800 familias.
De acuerdo con el líder comunal, el sistema de acueducto no logra abastecer a toda la población, lo cual obliga a que la comunidad se levante a altas horas de la noche para obtener el preciado líquido.
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Rosado indicó que ante las constantes quejas y llamados de esta población en algunas ocasiones la Alcaldía de Valledupar y Gestión de Riesgo Departamental transportan agua al corregimiento, “pero solo alcanza para dos días”.
Dadas las circunstancias la única opción de los habitantes de Valencia de Jesús es consumir el agua directamente del río. “Esa agua viene sucia y negra. Siendo esta la causa de algunas enfermedades estomacales o afecciones en la piel”, explicó Rosado.
INDIFERENCIA GUBERNAMENTAL
Desde la creación del corregimiento en 1590 muchos han sido los gobernantes que han llegado hasta allí bajo la promesa de mejorar la calidad de vida de los pobladores, pero al finalizar sus mandatos los compromisos adquiridos quedan en el olvido. Hoy, a pocos meses de finalizar el 2021, siguen exigiendo mayor respaldo de los mandatarios. “Nunca hemos gozado de agua potable, hace ocho años que no llega a las casas…Por parte de la Alcaldía hemos esperado que nos hagan el acueducto, pero nada; se olvidan después que ganan”, aseguró el presidente de la Junta de Acción Comunal.
Mientras esperan que su voz sea escuchada, las familias de Valencia de Jesús han recurrido a prácticas de antaño como lavar la ropa en las acequias, además de la utilización de pozos y turbinas para drenar el agua que pueda abastecer sus viviendas.
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Otra de las necesidades que tiene el corregimiento es la falta de un centro de salud que preste el servicio de urgencias. El puesto hospitalario que hay actualmente es de baja complejidad, por lo tanto para poder ser atendidos los ciudadanos tienen que trasladarse a la capital del Cesar.
“No nos podemos enfermar porque no tenemos médicos, ni urgencias, pese a que el sistema de salud es una prioridad”, señaló Jorge Luis Rosado, al tiempo que reiteró el llamado al alcalde de Valledupar, Mello Castro González, y al gobernador (e) del Cesar, Andrés Felipe Meza, “que se pongan la mano en el corazón y miren la población con ‘buenos ojos’. Sin el preciado líquido y la atención en salud es muy difícil que mejore nuestra calidad de vida. Ojalá nos ayuden con esos temas”, concluyó el líder comunal.
Cabe agregar que recientemente la Secretaría de Desarrollo Económico, Medio Ambiente y Turismo de Valledupar trasladó suministro de agua al corregimiento de Valencia y la vereda El Cielo para beneficiar a los habitantes. Sin embargo, esta gestión brinda una solución momentánea al desabastecimiento que viene padeciendo el corregimiento hace varios años.
Por: Andreina Galvez