El fútbol vallenato se vistió de luto la mañana de este martes luego de conocerse la trágica noticia de la muerte del exfutbolista oriundo de Valledupar, Carlos Manuel Chiquillo Brochero, en medio de un accidente de tránsito ocurrido en carreteras del sur del Cesar. 

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Chiquillo Brochero, de 56 años, se desplazaba en una camioneta, de placa LGV 835 de Bucaramanga, junto a su compañero de trabajo, Yesith Arnaldo Daza, de 35 años, quien fue la otra víctima fatal del siniestro vial.

El accidente ocurrió en el kilómetro 2 de la vía San Roque – La Paz, en el Cesar, cuando la camioneta conducida por Yesith Arnaldo Daza se salió de la vía y colisionó contra un árbol. Chiquillo Brochero y Daza fallecieron en el lugar de los hechos.

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FIGURA DEL EXITOSO ATLÉTICO CESAR

Chiquillo fue una de las figuras del equipo de Atlético Cesar que representó con éxito al departamento en la categoría de la Segunda División en las décadas de los 80 y 90.

Así lo recuerdan excompañeros como Rafael Torres, entrenador de fútbol y presidente del club De Pies a Cabeza, quien compartió con Chiquillo en el Atlético Cesar a finales de los 80 e inicios de los 90.

“Era un jugador polifuncional, que donde lo pusieras respondía.  Era como mi hermano, compartíamos, dialogábamos, hablábamos, se apoyaba en mí para hacer las integraciones de fin de año, que él organizaba siempre”, recuerda Torres, en diálogo con EL PILÓN.

Chiquillo hizo parte, junto a Torres, del Atlético Cesar de 1988 que se coronó campeón de la Costa, equipo dirigido por el estratega Armando ‘Ringo’ Amaya.

Recuerda Torres, que Chiquillo se crio y creció en una vivienda ubicada detrás del arco norte de la cancha del populoso barrio Doce de Octubre de Valledupar.  Jugó en varios clubes aficionados locales, entre ellos, Rudato y Feraguas, antes de llegar a destacarse en la Segunda División de Colombia.

Otro excompañero de Chiquillo fue Juan ‘Suzuki’ Miranda, entrenador del Real San Martín, quien lo recuerda como un “mamador de gallo” pero que se caracterizaba por su “calidad innata”.

“Era uno de los mejores jugadores en esa posición, se caracterizaba por su calidad innata. Pero también era uno de los jugadores que más mamaba gallo. Jugaba en varias posiciones, especialmente como lateral y central”, señaló.

Tony Crespo, ayudante de campo de Ringo Amaya, lo recuerda también como un “excelente jugador” que fue parte fundamental en aquel Atlético Cesar que quedó varias veces campeón de la Costa.

VIAJABA POR CUESTIONES DE TRABAJO

Como sucede con muchos futbolistas de la región, que no logran llegar al profesionalismo, a Chiquillo el fútbol le abrió las puertas al mercado laboral. Precisamente, laboraba con una empresa de telecomunicaciones, con sede principal en Bucaramanga, pero desde hace aproximadamente un año había regresado a Valledupar.

Según pudo conocer este medio, al momento del mortal accidente se dirigían a cumplir compromisos laborales con municipios del centro y sur del Cesar.

De Yesith Arnaldo Daza se conoció que era muy querido en el barrio Sicarare de Valledupar y ocupaba un cargo gerencial dentro de la empresa de telecomunicaciones.