Quien cae en la mira del presidente ruso Vladímir Putin no está seguro. La lista de personas encarceladas, difamadas, envenenadas, fusiladas o arrojadas por la ventana es larga. Uno de los más conocidos es Alexéi Navalni. Pero también hay quienes se convierten en marionetas del poder, personas de las que casi nadie sabe. Ni siquiera fuera de Rusia.
La historia de Elena Makarova y su pequeño Miroslav
Esta es la historia de Elena Makarova y su bebé Miroslav, quienes este año, en Bariloche, Argentina, vivieron un dolor indescriptible.
Tras una cesárea en marzo, la joven rusa de 22 años fue internada con su hijo por orden de la fiscalía de Bariloche en una institución bajo custodia policial, donde permaneció tres meses. Tres meses sin atención médica, sin paseos al exterior, sin luz del sol, sin aire fresco. Con las ventanas clavadas con maderas.
Elena Makarova tenía hemorragias y miedo. Pero en vez de recibir ayuda, esta mujer frágil fue humillada y sometida a continuos interrogatorios. Le prohibieron hablar con su madre. Los fiscales trataron de obligarla a declarar contra un hombre al que ni siquiera conocía. No entendía qué estaba ocurriendo ni por qué. Estaba exhausta, viviendo con el miedo constante de que le arrebataran a su hijo.
Makarova señala que la orden para que ella y su hijo fueran retenidos contra su voluntad partió del asistente del fiscal Tomás Labal, el secretario Rodrigo Nicolás Treviranus y el asistente del fiscal Gustavo Javier Revora.
“Me dirijo al fiscal federal Fernando Arrigo y le pido que investigue esta situación. Solicito la destitución de los fiscales que se burlaron de mí y de mi hijo”, dijo Elena en su video declaración:
Tres meses de cautiverio y miedo
Cuando Miroslav cumplió tres meses, un médico le aplicó cuatro vacunas simultáneamente, sin preguntas ni explicaciones. Cuando el bebé enfermó poco después, el médico nunca acudió, pese a las súplicas de Elena.
La madre y el niño fueron sometidos a sufrimientos con un único propósito: forzar a Makarova a declarar contra el disidente ruso Konstantin Rudnev, perseguido por el régimen de Putin, a quien ella no conoce.
Mientras Elena sufría este calvario, su amiga Angelina estaba detenida en condiciones igualmente terribles. Testimonios recogidos por organizaciones de derechos humanos muestran que Angelina enfrenta un trato similar: aislamiento prolongado, interrogatorios agotadores y presión constante para que admita delitos que no cometió. Su situación refleja un patrón sistemático de abuso por parte de las autoridades argentinas, donde cualquier persona asociada a los objetivos del Kremlin se convierte en víctima potencial.
Ella retiró su declaración, pero nadie la oye. El aparato propagandístico ruso logró presentarla en los medios como una “víctima” —no de la injusticia, sino de las persecuciones políticas. Elena Makarova ya no desea callar. Ahora denuncia y exige que los fiscales argentinos responsables sean llevados ante la justicia.
“Exijo la liberación inmediata de Angelina y de Konstantin Rudnev. No puede haber justicia mientras personas inocentes continúen detenidas por crímenes que nunca existieron. Mi amiga Angelina solo quiso ayudarme, y ahora paga un precio terrible por su solidaridad“, dice Elena en su testimonio.
Para ello, necesita gente que ayude a difundir su historia.
Elena Makarova —a quien varios medios de Argentina habían señalado como víctima de trata— dice que no lo es, ni de Konstantin Rudnev ni de trata de personas, y que no sabe de los hechos atribuidos. Cuenta que su estancia en refugios “por su protección” le arruinó las vacaciones y la dañó. Según su relato, la causa por trata sería “una falsedad montada por fiscales“. Declara, asimismo, que fueron maltratados su hijo, su amiga Angelina y otras 20 mujeres, y pide la liberación inmediata de Angelina y del resto, además de medidas disciplinarias contra los fiscales indicados. Makarova niega conocer a Rudnev y afirma oficialmente que no es víctima. (Más información en su declaración oficial).
Página de Facebook de Elena Makarova
El drama de Konstantin Rudnev
El hombre ruso Konstantin Rudnev, contra quien Elena Makarova debía declarar, está varios meses en prisión de máxima seguridad en Rawson, Argentina. Está gravemente enfermo, tiene 58 años, pero no lo llevan al hospital. Su esposa teme por su vida y solicita desesperadamente ayuda, según reportó el medio digital español Noroeste Madrid el 9 de octubre de 2025: Argentina: la declaración de la esposa del disidente ruso Konstantin Rudnev genera conmoción pública
En el artículo de Noroeste Madrid aparece un video con la esposa de Rudnev.
Palabras del abogado Carlos Broitman
El abogado de Rudnev, doctor Carlos Broitman, señala que Elena Makarova declaró no tener ningún vínculo con Rudnev. Aun así, Rudnev continúa detenido.
Aquí la entrevista al abogado, difundida por la radio Radio 6 de Bariloche:
Declaración de Elena Makarova
Según las palabras de Elena Makarova, su meta no es crear confrontación ni buscar atención mediática, sino relatar lo que ha vivido y solicitar que se respeten los derechos humanos. Ella sostiene que su historia podría pasarle a cualquier familia, en cualquier país, y que no debe ser ignorada.
“El silencio —dice Makarova— solo beneficia a quienes abusan de su poder. Yo hablo porque busco justicia, no solo para mí, sino para que otras madres no sufran lo mismo“.
“Hago un llamado urgente a las organizaciones internacionales de derechos humanos: requerimos ayuda para liberar a Angelina, a Konstantin Rudnev y a todas las personas atrapadas en este caso inventado. La comunidad internacional no puede quedar indiferente ante la destrucción de vidas inocentes por parte de un sistema judicial corrupto”, añade Elena.
Elena solicita que se comparta su testimonio y que se conozcan los hechos, con la esperanza de que la difusión y la conciencia pública puedan contribuir a prevenir nuevas tragedias.
✍️ Firma la petición: https://chng.it/hxXKCTRZwS
Abogado de Elena – Carlos Tomás Beldi tomasbeldi@hotmail.com
WhatsApp de Elena para apoyo y ayuda: +1 (205) 725-9640
