El Día de las velitas en Colombia, que se celebra el próximo 7 de diciembre, tiene sus raíces en un acontecimiento histórico y religioso ocurrido en 1854, cuando el Papa Pío IX declaró oficialmente el dogma de la Inmaculada Concepción.
Esta proclamación marcó un momento significativo en la devoción europea y católica hacia la Virgen María, estableciendo un nuevo fundamento doctrinal que exaltaba su pureza y gracia desde el momento de su concepción.
Como respuesta a este evento, surgió la tradición de encender luces en honor a la Virgen María. Este gesto simbólico, que inicialmente empezó en círculos religiosos y comunidades católicas, se fue popularizando gradualmente, convirtiéndose en una costumbre arraigada.
Lea también: Regresa la Ruta Navideña del SIVA a Valledupar: conoce los puntos de abordaje
Oración Día de las velitas
Antes de iniciar la oración, el ritual dicta que se debe reunir la familia para fortalecer la unidad en un ambiente adecuado de concentración. Posteriormente, prender las velitas y recitar la oración:
“Oh Santísima Inmaculada Concepción, hoy en este día encendemos una luz en representación de nuestra fe hacia ti, Madre Santa, que entregaste todo tu ser para dar vida a nuestro Señor Jesucristo. Oramos hoy al calor del fuego que emanan estas velas, que hemos encendido una a una, con una intención especial. Concédenos, Madre Santa, cada favor que te hemos encomendado, cúbrenos con tu manto celestial y guíanos por el camino del bien. Santa María, Madre de Dios, recibe estas luces que hoy encendemos en tu nombre, que cada una de ellas llegue hasta cada uno de los miembros de mi familia y amigos. Para que gocen de buena salud y tengan éxitos en todos sus proyectos. Una luz por mis enemigos y quienes están en mi contra, para que sus malas energías se conviertan en fe hacia ti. Pido por ellos para que nunca les falte nada, por su bienestar y su salvación. Encendemos también una vela por la paz, que hoy en esta noche llegue a cada uno de los corazones y borre todos los malos pensamientos. Ayúdanos a ser mejores personas, cumpliendo cada una de las enseñanzas que nos dejó Jesucristo. Bendícenos, Madre Santísima, en esta Navidad que se aproxima, que esta época abunde en nosotros el amor, el respeto, la alegría y la unión familiar. Inmaculada Concepción de María, reina de los cielos y de la tierra, ruega por nosotros. Amén.”











