En Valledupar ha despertado polémica el ‘estudio sin madrugón’, proyecto de ley que prohibiría que la jornada escolar en el municipio comience antes de las 7 a. m. Esta iniciativa, que ya fue aprobada en su segundo debate en el Senado de la República, cobija a instituciones educativas oficiales y privadas de la ciudad, lo que sería un cambio trascendental en la jornada escolar que históricamente ha iniciado sobre las seis de la mañana.
De acuerdo con el proyecto, la hora mínima de inicio de clases en colegios públicos y privados de Valledupar sería a las siete de la mañana. Esta modificación aplica para preescolar, básica y media. Por lo anterior, la iniciativa busca cambiar el artículo 85 de la Ley 115 de 1994 (la ley general de educación), para incorporar esta prohibición del “madrugón”.
Además de la modificación en la hora de inicio, las clases también tendrían una reducción horaria. Pasarían de 60 a 45 minutos cada una: esta medida, según los autores del proyecto, responde a que la atención de niñas, niños y adolescentes se reduce pasado cierto periodo de tiempo.
En atención al impacto de este proyecto en los entornos escolares, el presidente de la Asociación de Educadores del Cesar, Aducesar, Jorge Rivero, se desplazó hasta Bogotá para asistir a una reunión convocada por Fecode para abordar las implicaciones que tendría este cambio en la jornada escolar.
Portones cerrados
De acuerdo con el senador por el partido Liberal Alejandro Chacón, la iniciativa tiene un enfoque de equidad de género y familiar. El congresista señala que en Colombia más del 50 % de los hogares están encabezados por mujeres, según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), por lo que el proyecto de ley busca “aliviar la carga de mujeres” que deben levantarse a las cinco y hasta las cuatro de la mañana para alistar a sus hijos para el colegio.
Al respecto, Rosa Elvira, madre de dos niños de 8 y 5 años, comentó que la iniciativa será “una ayuda” para sus hijos y para ella porque batalla para levantarlos de la cama los cinco días de la semana. “Es muy difícil despertarlos. Por más que los acueste temprano ellos siempre se levantan de mal humor. Yo no descanso porque tengo que levantarme antes de cinco a poner el desayuno y, en una hora, alistarlos para que estén en el colegio a las seis”.
Asimismo, Miguel Ávila, padre de familia, comentó que la medida “acabará con la amenazadera” de algunos colegios. Este maestro de obra, que prefirió omitir el nombre de la institución educativa donde estudia su hija, aseguró que las directivas del colegio constantemente amenazan con que los niños que lleguen después de seis de la mañana se quedarán por fuera del plantel.
“A las seis y quince cierran el portón. Los niños que lleguen después de esa hora les toca entrar por coordinación y les hacen un reporte por llegar tarde. Es una agonía todos los días porque no vivimos en una ciudad perfecta. Hay tráfico, vías cerradas y los inconvenientes propios de la casa. Ya me la han dejado afuera tres veces este año”, manifestó Ávila.
¿Los trabajos y la escuela se cruzan?
Por otro lado, hay quienes opinan que la iniciativa a punto de ser Ley de la República le “complicará” a los padres trabajadores con horarios poco flexibles llevar a sus hijos al colegio. Así lo manifestó Eduardo García, vigilante, quien argumentó que sus turnos comienzan a las 6:30 a. m., porque lo que ya no podría llevar a su hijo al colegio si la jornada inicia a las siete.
“Tengo una moto y antes de entrar al trabajo dejo a mi hijo en el colegio. Si las clases cambian para las siete de la mañana a mi esposa le tocará llevarlo. Eso es un gasto porque tendría que llevarlo en bus. Sería 5.800 diario, un bus de ida y el de regreso de mi esposa. A la semana serían $29.000”, explicó García.
Este vallenato concluyó que la iniciativa es buena para los niños porque podrán dormir más y disminuir la mala percepción que tienen del colegio por levantarse temprano, pero no beneficiará a los padres que inician su jornada laboral a tempranas horas de la mañana. Por su parte, la madre de familia, Laura González, argumenta que el cambio en la jornada no lo cree pertinente.
“Yo particularmente a mis hijos les he enseñado a madrugar. Es un hábito que es bueno que tengan. Cuando entren a la universidad ¿cómo harán?, serán reacios a tener clases a las seis de la mañana. Yo estudié en la UPC y tenía clases a las seis de la mañana, ¿también cambiarán esos horarios? Si no se forma a los niños desde temprana edad será más difícil de adultos”, precisó González.
¿Qué falta para que el proyecto sea ley?
Ahora el proyecto de ley ‘estudio sin madrugón’, pasará a sus dos debates finales en la Cámara de Representantes. Si la iniciativa es aprobada en la cámara baja seguirá a la sanción presidencial.
Cabe recordar que para que un proyecto se convierta en Ley de la República debe pasar por cuatro debates (dos en Senado y dos en la Cámara), y ser sancionado por el presidente. En algunos casos, la ley es revisada por la Corte Constitucional.
Por Namieh Baute Barrios
