El diario EL PILÓN dialogó con el presbítero de la ciudad de Valledupar, Jesús Alberto Torres Ariza, sobre cómo recibió la noticia de haber sido nombrado por el Papa León XIV como nuevo obispo de la Diócesis de San José del Guaviare. Así como también los retos que asumirá como obispo en esta zona del país marcada por la violencia, su camino en el sacerdocio, su familia y su fe.
¿Cómo recibió este nombramiento?
Bueno, con sorpresa y temor. Fue una decisión que tomó el Santo padre de encomendarme esta diócesis. Con temor en cuanto a que es una gran responsabilidad, es una diócesis misionera en la que hay muchísimo trabajo por hacer y tiene una situación social bastante fuerte por la violencia, por la realidad de los campesinos y de los indígenas, a la que tenemos que responder con muchísima altura.
¿Cuándo se trasladaría al Guaviare y cómo será todo ese proceso?
Bueno, el santo padre me da tres meses para la ordenación y la posesión. La idea es que entre el 10 y el 17 de enero se realice la ordenación episcopal aquí en la catedral, y una semana después viajar a San José del Guaviare para la posesión.
¿Alguna vez pensó que usted llegaría a ser obispo?
Pues humanamente uno siempre tiene esas aspiraciones, por decir decirlo así y el mismo apóstol San Pablo dice, “Aspirar a ser obispo es cosa buena”, pero yo siempre lo interpreté como una invitación a ser buen sacerdote.
Algo que también el señor me concedió a lo largo de todo mi ministerio es “nada buscar, nada pedir, nada negar”. Nada de esto busqué para mí, pero ya cuando la iglesia me llamó para prestar este servicio yo acepté con la docilidad y obediencia que prometí el día de mi ordenación.
¿Cómo ha recibido la comunidad de la parroquia esta noticia?
Me ha sorprendido mucho la alegría con la que la han recibido los feligreses. Mi familia también la ha acogido con muchísima gratitud y me han acompañado en estos momentos en que se ha hecho público el nombramiento. Los feligreses han tenido emociones encontradas porque saben que su párroco ya es obispo, pero también son conscientes de que el párroco se les va.
¿Cómo se enteró de que había sido nombrado obispo?
El nombramiento se lo comunica a uno directamente el nuncio apostólico. Yo recibí una llamada y me tocó trasladarme a la ciudad de Bogotá el pasado martes 18 de noviembre.
El arzobispo Rudeli me dio la noticia y también me pidió que aceptara el nombramiento. Quedé en shock ante el acontecimiento y acepté con suma obediencia al mandato de la iglesia.
¿Cuántos años lleva como sacerdote?
Yo cumplí este año 22 años de sacerdocio. Todos vividos aquí en la Diócesis de Valledupar, en las parroquia del Carmen, en la Concepción, la Natividad de María, entre otras. Mi recorrido por las parroquias de Valledupar siempre fue marcado por el río Guatapurí.
Yo fui corriente arriba en el río Guatapurí en mi vida pastoral porque fueron todas esas parroquias de la margen derecha.
¿Cómo nació su vocación?
El señor se valió del padre Luis Carlos Oñate Padilla. Él era el párroco de mi pueblo y en el padre vi la primera persona feliz en mi vida. Inmediatamente sentí que ese es el camino de la felicidad que el señor me proponía a mí, el sacerdocio.
En ese instante lo dejé todo. Dejé estudios, dejé la posibilidad de entrar en la universidad y la posibilidad de casarme, abandoné todo eso por seguir al señor Jesús en la vida sacerdotal.
¿Qué le ha dejado en su vida todos estos años al servicio del Señor?
Yo cuando elegí la vocación sacerdotal prometí entregarlo todo y prácticamente a lo largo de estos años ha sido la experiencia de gastarme sirviendo al señor Jesús, haciendo su voluntad y trabajando donde el señor me ha puesto.
Esta va a ser su última Navidad como párroco en Valledupar, ¿cómo la vivirá?
Esta va a ser mi última navidad por ahora. La aprovecharé para hacer los retiros espirituales previos a mi ordenación y también voy a aprovechar para pasarlas en mi pueblo, Urumita, con mi familia porque hace años, hace años, que no tengo una Navidad con ellos. Quiero compartir esta Navidad con mi gente, en mi pueblo.
Al ocupar su cargo como obispo e irse de Valledupar, ¿qué va a pasar con el Banco de Alimentos de Valledupar? Una iniciativa que lideraba.
El banco de alimentos fue una experiencia muy bonita. Confiamos en que llegará otro sacerdote a liderar esa iniciativa y que ayudará a seguir creciendo.
¿Además de su amplia experiencia en el sacerdocio, ¿qué estudios tiene?
Yo estudié Licenciatura y Ciencias Religiosas en la Universidad Javeriana de Colombia y estudié Misionología en la Universidad Gregoriana de Roma. Estos estudios son los que he aplicado a lo largo de mi ministerio.











