Jerónimo Andrés Villazón Murillo, de 12 años, hace tres toca el acordeón y sueña con ser algún día como Juancho Rois.
Sereno y confiado son dos palabras que definen muy bien a Jerónimo Villazón Murillo, rey Infantil del Festival Vallenato que se coronó el pasado sábado en la tarima ‘Colacho’ Mendoza tras una reñida competencia que inicio con la participación de 56 niños que tenían el mismo sueño, que hoy él hizo realidad.
Esas dos cualidades que resaltan los que conocen a Villazón Murillo se ven reflejadas siempre que está en tarima y fueron en parte una razón para que su presentación en la noche definitiva fuera contundente y no dejara dudas en los jurados que lo eligieron como el mejor acordeonero de los menores de 14 años en esta edición del concurso.
“Me sentí muy bien, al principio tenía algo de nervios con la primera canción, pero después se me pasó”, aseguró Jerónimo sobre la presentación que lo llevó a obtener el triunfo; el cual considera que debe tomar con mucha humildad. Por eso no dudó en hacer una clara referencia a sus acompañantes en escena; en la caja Martín Vitola y en la guacharaca Yiles Hernández, cuya destreza fue muy importante para complementar su presentación y quienes también se mostraron alegres al formar parte del conjunto vencedor.
También reconoció que los otros cuatro finalistas dieron la pelea, ya que tenían una muy buen dominio del instrumento.
Esta fue la segunda participación para Jerónimo en un Festival Vallenato, ya que el año anterior también había participado, alcanzando la sexta posición en la clasificación.
Con relación a los factores que mejoró respecto a su presentación en el festival del 2017 aseguró que mejoró en cuanto a la parte de la velocidad y fortaleció su ejecución.
Sobre su preparación manifestó que empezó haciéndolo hace tres años con Carlos Bracho y para la competencia de este año lo hizo con Almes Granados. Y ahora que ha conquistado el trono de los infantiles sigue trazando su meta de cara a las siguientes categorías en la medida que su edad se lo permita con el claro objetivo de llegar hasta coronarse como el mejor de los acordeoneros profesionales.
En cuanto a los espacios que se abren en el marco de esta gran festividad que gira en torno al vallenato, el menor aseguró que le parece conveniente porque así están sembrando para que más adelante los pequeños de ahora puedan ser los que salvaguarden el festival. Algo que denota el amor que siente por el género que interpreta, pues según sus palabras cada una de las melodías que toca le nacen del corazón.
Jerónimo es el mayor de los tres hijos del matrimonio conformado por Yuliza Murillo y Armando Villazón. Sus hermanas son María Celeste de dos años y Salomé de seis, quien ya está teniendo sus inicios con el acordeón.
Gran parte del éxito que ha logrado cosechar este pequeño hasta hoy se debe justamente a la dedicación y el acompañamiento que le brindan sus progenitores, quienes además de apoyarlo para que fortalezca sus capacidades, lo han enseñado a que sea noble, disciplinado y honesto.
Su papá ha sido una de las personas que más lo han influenciado para seguir esta senda artística, se declara como un seguidor de la música y el acordeón. Frente al logro alcanzado por el mayor de sus hijos expresó: “Estamos contentos, hay un apoyo permanente para que se prepare bien, que sea seguro y toque vallenato puro, de nota gruesa”.
Su mamá igualmente no ha dejado de recibir las felicitaciones de amigos y familiares que han expresado su cariño y apoyo a través de llamadas, mensajes y visitas a su hogar; donde agasajaron a sus parientes más cercanos con un día en el que Jerónimo y las notas de su acordeón fueron protagonistas indiscutibles.
Hoy, este rey retomará su rutina volviendo al Colegio Santa Fe, donde cursa séptimo grado y espera ser recibido con mucho cariño por parte de sus compañeros.
Daniela Rincones Julio / EL PILÓN
[email protected]
Jerónimo Andrés Villazón Murillo, de 12 años, hace tres toca el acordeón y sueña con ser algún día como Juancho Rois.
Sereno y confiado son dos palabras que definen muy bien a Jerónimo Villazón Murillo, rey Infantil del Festival Vallenato que se coronó el pasado sábado en la tarima ‘Colacho’ Mendoza tras una reñida competencia que inicio con la participación de 56 niños que tenían el mismo sueño, que hoy él hizo realidad.
Esas dos cualidades que resaltan los que conocen a Villazón Murillo se ven reflejadas siempre que está en tarima y fueron en parte una razón para que su presentación en la noche definitiva fuera contundente y no dejara dudas en los jurados que lo eligieron como el mejor acordeonero de los menores de 14 años en esta edición del concurso.
“Me sentí muy bien, al principio tenía algo de nervios con la primera canción, pero después se me pasó”, aseguró Jerónimo sobre la presentación que lo llevó a obtener el triunfo; el cual considera que debe tomar con mucha humildad. Por eso no dudó en hacer una clara referencia a sus acompañantes en escena; en la caja Martín Vitola y en la guacharaca Yiles Hernández, cuya destreza fue muy importante para complementar su presentación y quienes también se mostraron alegres al formar parte del conjunto vencedor.
También reconoció que los otros cuatro finalistas dieron la pelea, ya que tenían una muy buen dominio del instrumento.
Esta fue la segunda participación para Jerónimo en un Festival Vallenato, ya que el año anterior también había participado, alcanzando la sexta posición en la clasificación.
Con relación a los factores que mejoró respecto a su presentación en el festival del 2017 aseguró que mejoró en cuanto a la parte de la velocidad y fortaleció su ejecución.
Sobre su preparación manifestó que empezó haciéndolo hace tres años con Carlos Bracho y para la competencia de este año lo hizo con Almes Granados. Y ahora que ha conquistado el trono de los infantiles sigue trazando su meta de cara a las siguientes categorías en la medida que su edad se lo permita con el claro objetivo de llegar hasta coronarse como el mejor de los acordeoneros profesionales.
En cuanto a los espacios que se abren en el marco de esta gran festividad que gira en torno al vallenato, el menor aseguró que le parece conveniente porque así están sembrando para que más adelante los pequeños de ahora puedan ser los que salvaguarden el festival. Algo que denota el amor que siente por el género que interpreta, pues según sus palabras cada una de las melodías que toca le nacen del corazón.
Jerónimo es el mayor de los tres hijos del matrimonio conformado por Yuliza Murillo y Armando Villazón. Sus hermanas son María Celeste de dos años y Salomé de seis, quien ya está teniendo sus inicios con el acordeón.
Gran parte del éxito que ha logrado cosechar este pequeño hasta hoy se debe justamente a la dedicación y el acompañamiento que le brindan sus progenitores, quienes además de apoyarlo para que fortalezca sus capacidades, lo han enseñado a que sea noble, disciplinado y honesto.
Su papá ha sido una de las personas que más lo han influenciado para seguir esta senda artística, se declara como un seguidor de la música y el acordeón. Frente al logro alcanzado por el mayor de sus hijos expresó: “Estamos contentos, hay un apoyo permanente para que se prepare bien, que sea seguro y toque vallenato puro, de nota gruesa”.
Su mamá igualmente no ha dejado de recibir las felicitaciones de amigos y familiares que han expresado su cariño y apoyo a través de llamadas, mensajes y visitas a su hogar; donde agasajaron a sus parientes más cercanos con un día en el que Jerónimo y las notas de su acordeón fueron protagonistas indiscutibles.
Hoy, este rey retomará su rutina volviendo al Colegio Santa Fe, donde cursa séptimo grado y espera ser recibido con mucho cariño por parte de sus compañeros.
Daniela Rincones Julio / EL PILÓN
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