Con más dudas que respuestas los familiares recibieron el féretro del cuerpo del subteniente Cristián Calderón Jaimes, asesinado con arma de fuego en el municipio de Sevilla, Valle del Cauca, por disidencias de las Farc.

Del arribo estuvo a cargo las Fuerzas Militares en un avión institucional que llegó al aeropuerto de Valledupar, donde los parientes y amigos esperaban el cuerpo para trasladarlo al municipio de Manaure, Cesar.

La escena estuvo marcada por rostros de tristeza, nostalgia e inconformidad por la partida temprana del militar que tenía apenas 21 años de edad.

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Para María Daniela Rodríguez, la muerte de su hijo en parte fue responsabilidad del Ejército Nacional por mandarlo solo a una zona de riesgo. “Queremos justicia porque no tenían que haberlo mandado solo y sin escolta, andaba de civil con un grupo de la Alcaldía. En la mañana (del día de los hechos) me escribió diciendo que iba para Sevilla y las 2:16 p.m., pregunté cómo iba todo y no me respondió. Solo a las 7 p.m., llamó un mayor diciendo que habían perdido comunicación con él, pero ya sabían lo que había pasado”, manifestó Maricela Jaimes, madre del militar.

Ella junto con su esposo viajaron a Cali para recibir el cuerpo sin vida de Cristián Calderón, un joven que desde los 16 años tras terminar el bachillerato partió a Bogotá para estudiar en la escuela militar, además era ingeniero civil. Con la intención de poner sus conocimientos en beneficio de la comunidad partió con una comitiva conformada por dos funcionarios de la Alcaldía de Sevilla y dos líderes de la región para analizar una futura construcción de una vía.

No obstante, en el camino de regreso fueron retenidos en el sector de San Antonio por sujetos armados, que solo se llevaron a Calderón Jaimes para posteriormente matarlo.

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“Al parecer, el mismo día que lo agarraron lo mataron. Lamentamos mucha la noticia. Se pide justicia porque aun con el anuncio del presidente Duque y la unidad donde pertenecía no tenemos respuesta de todo esto”, dijo Idalis Mendoza Jaimes, prima del subteniente.

Esta petición fue reforzada por los amigos del militar que se apostaron en el aeropuerto con pancartas pidiendo justicia.

“Tenemos el corazón chiquito de recibir esta noticia, nos duele que nuestro amigo haya partido de esta manera tan cruel. Siempre queremos recordar a Cristian con ese carisma que lo caracterizaba, un joven que tenía muchos sueños por cumplir, muchas metas, quería llegar a la cúspide y le arrebataron todo de esta manera”, aseveró María Daniela Rodríguez, amiga del militar.