Con el objetivo de lograr la mejor adaptación para la altura de Quito (a 2.850 metros sobre el nivel del mar), la Selección Colombia cumplió este domingo su tercer día de entrenamientos en Antioquia.
El elenco nacional entrena ya con el grupo completo en la sede deportiva del Atlético Nacional buscando la puesta a punto y la aclimatación necesaria para el partido del próximo martes en Ecuador.
José Luis Chunga se sumó la noche del sábado a la concentración, después de disputar su partido con el Independiente Medellín en el ‘clásico paisa’ frente a Nacional y será el reemplazo en nómina del expulsado Camilo Vargas.

El plantel tricolor practicó en horas de la mañana de este domingo para comenzar a delinear la parte táctica que se expondrá frente a ‘La Tri’ este martes en territorio fronterizo.
La Selección arribó al departamento antioqueño desde el viernes por disposición del cuerpo técnico encabezado por el argentino Néstor Lorenzo.

¿POR QUÉ LA MUDANZA A ANTIOQUIA?

Apenas acabó el juego ante los uruguayos, que terminó 2-2 en el Metropolitano, el plantel de Colombia se desplazó a Antioquia, para preparar el duelo ante Ecuador.
La decisión la tomó el propio entrenador nacional, Néstor Lorenzo, quien dirigió el primer entrenamiento del equipo el pasado viernes en el estadio Polideportivo Sur de Envigado, que está a 1.675 metros de altura. Entre sábado y domingo, el entreno se realizó en Guarne, sede deportiva de Atlético Nacional, a 2.125 metros de altura.
La idea del cuerpo técnico nacional es realizar una aclimatación gradual, antes de llegar a enfrentar los 2.850 metros de Quito.

¿CÓMO CONTRARRESTAR EL FACTOR ALTURA?

Los métodos para tratar de contrarrestar al factor altura son tan variados como los organismos humanos.
Según una nota del medio peruano Nodal, que reseñó la declaración del médico especialista Julio Grados, que trabajó con la Selección Peruana y con los clubes Municipal y Universidad de San Martín (ambos clubes de la Primera División, con múltiples participaciones en sedes de altura), “no hay preparación absoluta, en tanto que hay futbolistas que no están habituados a la altura, pero otros, como los futbolistas peruanos que juegan en la liga local, sí están acostumbrados a alternar en campos en la altura”.

“Una de las medidas antes de este tipo de encuentros es preparar al futbolista con mayor rigor y exigencia en el entrenamiento anaeróbico (actividades de ejercicio breves basadas en mucha fuerza, a diferencia de lo aeróbico, que apunta más a la resistencia)”, explicó Grados.

Otra medida bastante utilizada, explicó Grados, es establecer un régimen dietético al menos una semana antes del encuentro crucial en altura, teniendo como base una dieta rica en vitaminas B y C, magnesio, calcio y carbohidratos, “con el fin de acumular glucógeno en el músculo y compensar la falta de oxígeno”.
Está también el método de la cámara hiperbárica, un método que empleó en más de una ocasión la selección chilena y que pareciera haberle resultado. Esta tiene dos funciones: entrenar a tripulaciones aéreas para la falta de oxígeno y cambios rápidos de presión en la cabina de vuelo; y evaluar la tolerancia a la hipoxia o falta de oxígeno en la altura. El método lo usan deportistas que quieren conocer cómo será su respuesta ante menor cantidad de oxígeno en el aire. Lo empleó el Chile de Bielsa y el de Borghi y, ambos consiguieron ganar por 2-0 en sus dos últimas visitas a La Paz, Bolivia.

Así se ve el gol de James con una cámara especial:

El informe enfatiza, sin embargo, que “si bien los métodos parecen tener sentido, y hasta ciertos resultados que aparentemente los respaldan, no hay estudios a gran escala con conclusiones determinantes que los puedan corroborar”.

En cuanto a la llegada a la sede del partido, se plantea que las condiciones ideales serían adaptarse por lo menos 35 o 40 días. Pero al ser esto imposible al jugarse fechas dobles con muy cortos periodos de intervalo, lo más recomendable es llegar a 6 horas. Esta última medida será la utilizada por Colombia, pero con una aclimatación gradual. “Esto permitiría evitar el mal de altura o soroche (mareos, náuseas, malestar estomacal, debilidad y deshidratación), que a veces aparece muchas horas después de haber llegado al lugar de altitud. Esto, sin embargo, no reduce los efectos de desgaste físico descritos anteriormente”, cierra el informe.

Por: JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ / EL PILÓN