Los tres grupos que conforman las tres experiencias de ‘diálogos improbables’ del Cesar decidieron encontrarse en Valledupar el pasado 10 de julio, todos juntos por primera vez, para renovar la confianza en el poder del diálogo como herramienta poderosa de construcción democrática y empezar a trazar una agenda de incidencia regional en la coyuntura del departamento.
El encuentro, convocado y facilitado por la ‘Plataforma Diálogos Improbables’, empezó a delinear una respuesta ciudadana a la persistencia de tres problemáticas críticas que afronta el departamento y que motivan el diálogo: (i) violencia política y ciudadana, (ii) inequidades y rezagos en los índices de desarrollo regional, y (iii) el impacto de la transición energética en el bienestar social del territorio.
La preocupación por la violencia y la afectación de la vida en paz
Los dialogantes que participaron en el encuentro, provenientes de las tres experiencias (grupos) de diálogo: por la convivencia departamental, por el Corredor Minero, y el de los jóvenes, pudieron manifestar en un ambiente de entendimiento las diferentes visiones, urgencias y preocupaciones de la coyuntura territorial. No pocos señalaron preocupaciones acerca del deterioro del tejido social que se manifiesta en la intolerancia creciente a la diferencia en las ideas, el aumento de la violencia política (asedio armado a comunidades enteras, amenaza y ataques contra líderes sociales), el incremento en los indicadores de inseguridad ciudadana y el deterioro generalizado del estado de los derechos humanos. Hacer visibles estos temas y acuerdos de convivencia son más urgentes de cara al periodo electoral que se avecina.
Preocupación de jóvenes por el empleo
Otro sector, liderado por el grupo de jóvenes, pone sus principales preocupaciones en los crecientes desafíos de desarrollo económico relacionados con el empleo, así como en las necesidades de oferta pertinente en la formación de capital humano que cualifique la producción agrícola e industrial del departamento. Un departamento, indicaron, que haga de verdad frente a la transición minero energética, debe articular las economías agrícolas y campesinas con los sectores industriales en cadenas basadas en la agregación de valor y la tecnología, y para ello se precisa de un capital humano adecuado a tal necesidad.
Finalmente, del lado de aquellos que han venido siguiendo el proceso de la transición minero- energética en la región, lo que se percibe es un rezago agudo en la agenda que debió ser implementada en los últimos tres años, en concordancia con las señales gubernamentales que catalogaron al territorio minero como un “corredor de vida”.
La necesidad de acuerdos en el Cesar
Como es posible ver, y como lo advirtieron, si bien estas tres grandes áreas de preocupaciones no son equivalentes, y pueden merecer tratamientos diferenciados o exclusivos, se entrelazan y en ocasiones se retroalimentan mutuamente. Esto lo que deja en claro es que hay una necesidad primordial y es la de lograr acuerdos ciudadanos, políticos y sectoriales que ayuden a hallar soluciones a estos desafíos.
El encuentro de los grupos de diálogos improbables del Cesar permitió integrar temáticamente las agendas de los tres grupos de diálogos. Aunque los temas varían —seguridad, paz, reconciliación y tejido social, transformación productiva y empleo, transición energética—, los tres grupos comparten principios y metodologías. Fue una oportunidad para confirmar que el departamento ha construido capacidades de escucha y deliberación que pueden orientar una conversación amplia sobre cómo conseguir un futuro sostenible y libre de violencia para nuestra región.
Algunos expertos y participantes, de la Plataforma Nacional de Diálogos, observan un mayor interés juvenil por el empleo y la formación académica y profesional y de los mayores por los aspectos de convivencia, seguridad y paz.
Se vienen propuestas y acciones
Al final del encuentro, cuyas ideas de incidencia en la coyuntura regional irán tomando forma concreta en las próximas semanas, quedaron algunos compromisos claros. Hay un norte de desarrollo y convivencia ambicioso para el departamento que debe ser impulsado con acciones ciudadanas alcanzables en el corto y mediano plazo.
En ese entendido, los grupos de diálogo pondrán próximamente sobre la mesa una serie de propuestas de acuerdos regionales básicos y buscarán convocar a actores diversos e incidentes del departamento para suscribir una agenda de convivencia, paz política y movilización de intereses clave de desarrollo territorial.
Como es premisa de estos diálogos improbables, esa agenda tiene una idea dinamizadora suprema: la violencia de toda índole debe cesar y las vidas de los cesarenses son sagradas.
Para contacto: el correo dialoguemos@dialogoimprobable.org, la página web www.dialogoimprobable.org o Instagram: @dialogosimprobables.











